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viernes, junio 01, 2018

De la elusión al oxímoron para defender una mentira por el bien de Ciudadanos

"No está tan claro que un gobierno débil sometido a los vaivenes de unos socios peligrosos (Podemos, ERC, PdCat, PNV, Bildu...), vaya a contribuir a estabilizar o regenerar nada. ¿No hubiera sido mejor negociar una fecha para convocar elecciones generales, más pronto que tarde, para que sean los españoles los que decidan quién quiere que lidere el proceso de estabilización y regeneración institucional?"
Es maravilloso como se puede colar como un argumento algo que a la vez es una elusión, un sofisma, una manipulación y un oxímoron.Vayamos por partes.
La elusión del cuarto partido
El PSOE estará supuestamente "sometido a los vaivenes" de esos socios por un único motivo. Ciudadanos se ha negado a apoyarle y solo seguirá sometido a ellos si Ciudadanos se mantiene en la negativa de no apoyarle haga lo que haga. Ni una palabra sobre la responsabilidad que tendría el partido de Rivera en esa inestabilidad.
El sofisma del peligro
¿"Peligrosos"?, ¿peligrosos para quién?, ¿por qué Podemos o PNV son peligrosos?, ¿por qué no lo es Ciudadanos? No hay ni una sola iniciativa parlamentaria de Podemos o el PNV -o incluso Bildu- a lo largo de la legislatura que sea "peligrosa".
A menos que la abolición de la Ley Mordaza, el levantamiento del impuesto al sol, la eliminación de los elementos de precarización de la Reforma Laboral, la fijación de un criterio general de cálculo de las pensiones, la fijación de un calendario de cierre de las nucleares, la supresión por ley de la posibilidad de amnistías al fraude fiscal o la reducción de impuestos a las compañías sociales se consideren "peligrosas" para España y para la democracia.
¿Por qué el PNV es un socio peligroso ahora y era un socio responsable hace diez días con la aprobación de los presupuestos?
No puede considerarse peligroso a un partido que lleva desde el comienzo de la última fase democrática de nuestro país haciendo lo mismo, lo que tiene que hacer. Preocuparse de lo que ellos consideran que son los intereses de Euskadi. Que para eso les votan.
¿Por qué no se considera "peligroso" a Ciudadanos?
Resulta curioso que no se haga hincapié en que es el único partido -no independentista- que defiende posiciones anticonstitucionales y antidemocráticas.
¿No es anticonstitucional defender la eliminación del cupo vasco cuando figura expresamente reflejado en la Carta Magna española?, ¿no es anticonstitucional y antidemocrático defender la extensión del artículo 155 solamente para controlar TV3 y los mossos, ninguna de las cuales es constitucionalmente competencia del gobierno central?
De nuevo silencio al respecto
La manipulación de la estabilidad y la regeneración.
Se afirma que es dudoso que el nuevo gobierno "vaya a contribuir a estabilizar ni regenerar nada", pero se omite que la sola presentación de la moción de censura ya ha contribuido más a la estabilidad que todo el gobierno de Mariano Rajoy. En el asunto de Catalunya ha propiciado que llamaran al orden a Torrá, que desbloquear la formación del Govern y que obligara al PP a levantar el 155. Puede que no nos guste ese gobierno, pero la situación política en Catalunya ya es estable, ya no depende de los juicios.
En el resto de España, si hace diez días el presupuesto garantizaba la estabilidad en la legislatura, ¿por qué ahora no lo hace si todos los partidos se han comprometido a respetarlo?
De nuevo, los únicos que podrían desestabilizar esos presupuestos son aquellos que votaron a favor de él si ahora le ponen trabas o votan en contra de leyes que emanen de él. O sea el PP o Ciudadanos.De nuevo se omite tal posibilidad.
Y con la regeneración tres cuartas de lo mismo.
¿Qué impide al nuevo gobierno poner en marcha la Ley de Transparencia?, ¿o la modificación propuesta para los delitos de corrupción en el Código Penal? Los únicos que han bloqueado esas propuestas han sido el Partido Popular y Ciudadanos. Sí Ciudadanos deja de hacerlo la regeneración podrá comenzar. La responsabilidad está en ellos y no se incide en ese aspecto.
Por no hablar del hecho de que esa regeneración en la política pasa por recuperar el diálogo y la negociación -según el mismo periódico ha defendido en múltiples ocasiones cuando quienes se negaban a dialogar eran otros-. Así que la necesidad y la disposición al dialogo entre fuerzas políticas ya es en sí mismo un comienzo de regeneración. Y quienes se nieguen a participar -que ya sabemos quienes son- son quienes la impiden.
El oxímoron del proceso electoral.
Abordar la pregunta retórica final del razonamiento de El País es lo que transforma el razonamiento completo en un oxímoron porque la respuesta, que se pretende retóricamente que es sí, es en realidad no.
El panorama político real -incluso el inventado por Demoscopia- deparará ahora o dentro de un año un panorama político con cuatro partidos constreñidos en un arco porcentual de voto que va entre el 20% (Podemos) y el 24% (según el CIS). Eso supone la imposibilidad de formar gobierno unitario para cualquiera. Si con un 33% de los votos el PP necesitó dos elecciones y un golpe de mano de la Ejecutiva del PSOE para poder formar gobierno, solo hay que volver a la historia más reciente para saberlo.
Así que, en realidad, la convocatoria de elecciones supone seis meses de un gobierno en funciones sin posibilidad de legislar y otros tantos -no se sabe cuantos- después de los comicios -que probablemente tendrían más de una edición- hasta que alguien consiga formar un ejecutivo que no sería probablemente más estable que el de Sánchez.
¿Por qué esa situación garantiza la estabilidad?
No hay respuesta posible porque la única es que no la garantiza.
Así que todo ese argumento, que parece racional y responsable, no es otra cosa que un intento de elevar a categoría universal las necesidades de un solo partido: Ciudadanos.
Un partido que, sabiendo que esas elecciones inmediatas no generarían estabilidad ninguna, pretende forzarlas para estar en mejor posición para pescar en ese río revuelto.
Es equiparar el bien de Ciudadanos con el bien de España. Exactamente lo mismo que lleva haciendo demagógicamente el PP durante las dos últimas legislaturas y en todas las que ha ostentado el gobierno.
Poca regeneración parece

sábado, diciembre 26, 2015

El nuevo baluarte del "digodieguismo" político

Parece que ya empezamos.
Por más que enviemos el mensaje en las urnas, en la calle o donde sea nuestros políticos se empeñan en comportarse como una antigua dama victoriana que era invitada a acudir a un lugar al que no quería ir: fingen no haber recibido el mensaje.
O, para ser más justos. Uno de ellos.
Mientras Mariano Rajoy y el Partido Popular hace todas las cábalas posibles para poder llegar al Gobierno sin contar con Podemos y sin modificar la constitución en los aspectos territoriales, vamos lo que se ha cansado de repetir durante su campaña electoral, hay quien ya está tirando de ese viejo "donde dije digo, digo Diego" tan de nuestros políticos.
Mientras Podemos y Pablo Iglesias no renuncian al referéndum catalán ni al cambio de la ley electoral y los colocan sobre la mesa ante cualquier posible pacta. Vamos, lo que se hartaron de exponer durante toda la fase preelectoral, hay quien ya se saca de la manga cosas que no dijo y oculta lo que antes tremolaba a los cuatro vientos
Mientras Pedro Sánchez y el PSOE buscan un pacto de izquierdas que no les fuerce al referéndum catalán, que les permita presentar una opción de gobierno al Partido Popular, o sea más o menos lo que expusieron en sus mítines, debates y discursos, los hay que han decidido hacer oídos sordos a sus propias palabras.
"Queremos proponer, tanto al Partido Socialista como al Partido Popular un pacto por España". Eso ha dicho Albert Rivera el pasado 23 de diciembre, justo antes de irse a casa a comer el turrón.
Y esa frase, esa sola frase es el mayor ejemplo de "digodieguismo" político español desde el "OTAN, de entrada NO" del PSOE de los albores de la democracia.

"Tener que participar en un Gobierno en el que no crees, con un presidente, me da igual que sea Pedro Sánchez o Rajoy, en el que no confías como presidente y además formar parte de eso sin tener capacidad de decisión, hombre lo más lógico es estar en la oposición".
Y eso lo dijo el 26 de Noviembre. Hace un mes.
"Igual que también descarto apoyar al señor Rajoy y al Señor Sánchez. Si queremos cambios no pueden hacer los cambios los que no creen en ellos. Por tanto Ciudadanos si puede gobernar, gobernará. Si no nos dejan gobernar estaremos en la oposición".
Eso lo dijo el 9 de Diciembre, el mismo día que afirmo lo siguiente.
"Nosotros no vamos a apoyar a Mariano Rajoy ni a Sánchez, lo hemos dicho por activa y por pasiva", "la opción de la abstención no es que esté abierta, es que no les vamos a apoyar" y sobre todo "Lo que yo dejo claro a diferencia de otros es que ni vamos a entrar en un gobierno que no presidamos, ni vamos a firmar un acuerdo de investidura, ni vamos a votar a favor de la investidura de Rajoy ni de Sánchez, ni vamos a firmar un pacto de legislatura, es decir, creemos que no habrá cambios si sigue Rajoy al frente".
Y hace diez días seguía en las mismas
"A todos los que hacen cábalas sobre pactos y no pactos un mensaje claro: no queremos que sigan los mismos (...) Y no creemos que ni el PSOE, ni el PP, ni Sánchez, ni Rajoy representen ese cambio. Son más de lo mismo, quieren que todo siga igual, quieren aferrarse al poder de cualquier manera y desde luego nunca lo van a hacer con nuestro apoyo".
Eso era el 16 de diciembre.
Las alecciones se acercaban y la cosa seguía más o menos igual
"Insisto, no va a haber investidura, ni acuerdo, ni pacto, creemos que tenemos que abrir una nueva etapa política y eso solo llegará con la llegada de un nuevo gobierno".
El 17 de diciembre. A tres días de las elecciones.
Y luego, cuando solamente queda un día -porque la jornada de reflexión no cuenta- Albert Rivera se descuelga con una declaración en la que afirma: "No es lo mismo decir que no investiré que decir que en un momento dado me puedo abstener si es una cuestión de Estado". Y todo eso termina siendo "Ofrezco al PP y al PSOE un pacto por España"
Toda la campaña diciendo, gritando, repitiendo y haciendo gala de que no quiere que Rajoy o Sánchez gobiernen y ahora de repente les ofrece un pacto -no es que lo acepte, es que se lo ofrece él mismo- en el que uno de los dos estará en el gobierno.
Toda la campaña asegurando que no les apoyaría y un día antes de los comicios asegura que podría abstenerse ¿no es eso un apoyo?, ¿no se trata del típico juego verbal al que nos tenían acostumbrados el PP y el PSOE en sus campañas y sus gobiernos?
En serio, lo siento por quienes hayan votado a Ciudadanos creyendo que era un partido que creía en algún tipo de cambio en la política porque de momento son los únicos que han demostrado que son más de lo mismo.
Y no es porque pactar no sea lícito y democrático. Es porque ofrecerlo después de haber prometido no hacerlo no es ético ni coherente.

martes, diciembre 01, 2015

Un atril vacío o el orgullo que precede a la caída

















Las imágenes,  a veces buscadas a veces solamente conseguidas, suelen ser un elemento que aporta un resumen instantáneo de la realidad.
Y eso me parece que ocurrió ayer en el debate entre los candidatos al la Presidencia del Gobierno en las elecciones del próximo día 20 de Diciembre.
Todo es un símbolo si se quiere que lo sea y la imagen, solamente la imagen inicial de ese debate lo fue de muchas cosas, de muchas realidades.
El Gobierno no estaba. Rajoy no estaba. Como llevan sin estar Rajoy y el Gobierno en España desde que comenzaron a gobernar, como no lo han estado con una sociedad a la que han cuajado de recortes en los servicios, cuya miseria y desempleo han aumentado en aras de unos números que ni por esas le cuadran, como no han estado con los ancianos al recortarles las pensiones, con los enfermos al instaurar el copago, con los dependientes al congelar sus ayudas, con los parados al eliminar los subsidios para sacarles de las estadísticas y falsear las cifras de desempleo, como no han estado con nadie en general salvo con los suyos.
El atril vacío de Rajoy quedó por sorteo -eso dicen- en una esquina.
 No es que el Gobierno no estuviera, no es que el Partido Popular hubiera desaparecido. Es que había huido, es que había hecho mutis por el foro de la sala. La potencia del símbolo visual era casi demoledora. 
Rajoy lo había vuelto a hacer, como con sus silencios, como con sus ruedas de prensa sin preguntas, como con sus apariciones como un orweliano gobernante en las pantallas de plasma de Génova, 13 y Moncloa. 
Como ha hecho ideológicamente a medida que veía que lo suyo no salia. Tirando de una política de austeridad intransigente que hasta cuestionan ya en el gobierno alemán que la impuso, apoyándose en los más rancios de los modos y los trucos que el conservadurismo español ha utilizado desde casi siempre. Intentando recuperar una y otra vez el fantasma de ETA y el terrorismo patrio extinto y enterrado para tirar del miedo y atacar a sus rivales políticos, usando la excusa de la contención del déficit para poner en práctica medidas antisociales y privatizaciones provechosas para los bolsillos de sus allegados, recurriendo en el último momento a la partía y la bandera con el asunto del soberanismo para tapar otras vergüenzas.
Y claro, como ocurre en lo laboral, en lo personal, en lo sentimental incluso, cuando alguien no está, se esconde, se demora o sale corriendo, otro alguien ocupa su lugar.
Y ese fue el último símbolo visual que me arrojó a los ojos el debate de ayer de El País. El PSOE en el centro, un centro que se quiso llevar a Ferraz a cualquier precio y envuelto en papel de regalo durante veinte años y que ahora la huida con las calzas bajadas de Rajoy y el PP le han entregado en bandeja. Un centro quizás demasiado tibio para unos y demasiado izquierdista para otros, demasiado liberal para la izquierda y demasiado social para la derecha. Vamos, lo que viene siendo el centro político en esto de la democracia desde siempre.
Ciudadanos a la derecha que es donde debe estar porque el PP ya ni siquiera está en la derecha, está más allá, ni siquiera ellos saben donde. Derecha más dialogante, más moderna, más contenida y revisada, con mejor imagen si se quiere pero derecha conservadora al fin y al cabo, que tampoco pasa nada por serlo.
Y Podemos a la izquierda, no desaparecido por la izquierda en mitad de las bastas oscuridades de un radicalismo que le cuelgan y que no exhibe, sino a la izquierda, presente y constante en su discurso. Incluso con esa división tradicional de la izquierda que deja a Izquierda Unida -o como quiera llamarse esta semana- fuera del escenario del debate y en el margen zurdo de la escena política.
En resumen, que teníamos el centro, la izquierda y la derecha y el Partido Popular, la formación que sustenta al Gobierno, no aparecía por ninguna parte; que se estaba hablando de problemas y soluciones para nuestro país y el Gobierno y el hombre que lo dirige no estaban; que se estaba buscando una persona que dirija los próximos cuatro años la política española y el Presidente del Gobierno estaba en otra parte.
Como siempre. Como ha ocurrido los últimos cuatro años.
Puede que Don Mariano quisiera hacer luz de gas a Iglesias y Rivera o pensara que así iba a desactivar la importancia de un debate en el que iba por primera vez en la historia de la democracia española a tener a más de una persona enfrente, pero lo único que hizo fue ejercer de profeta de su propia destrucción, de oráculo del futuro de él y su partido.: No estar. Como símbolo no está mal.
¿Cómo era aquel antiguo adagio?... El orgullo precede a la caída.

miércoles, julio 29, 2015

Ese falso compromiso con la transparencia ajena

Alguien dijo una vez que las peores personas son aquellas que critican y persiguen en los demás aquello que no soportan de ellas mismas pero que no están dispuestas a cambiar.
No sé si Eva Borox, diputada regional madrileña por Ciudadanos, y Jaime González Taboada, consejero de Medio Ambiente en el nuevo gobierno regional del Partido Popular en Madrid  son de ese tipo de personas. Pero los que están demostrando sufrir ese vicio son los partidos dentro de los cuales se hallan integrados.
Ciudadanos y el Partido Popular, después de cargar a todo lo que da contra los concejales de Ahora Madrid por sus imputaciones en faltas que nada tienen que ver con el ejercicio político -contar chistes y manifestarse ligera de ropa-, después de exigir dimisiones y de tremolar a los cuatro vientos la bandera de la transparencia, la limpieza y hasta la pureza de intenciones, ahora permanecen en un sospechoso silencio cuando estas dos personas se encuentran implicadas en la trama del Caso Púnica, un ejemplo de libro de corrupción política a alto nivel.
Mientras era "intolerable" mantener a un concejal de Ahora Madrid por contar chistes de mal gusto, ahora tienen "toda la esperanza del mundo" en su diputada regional, a quien varias confesiones y declaraciones de implicados en Púnica colocan en el meollo de los trapicheos urbanísticos de la trama en Valdemoro, el mismo Partido Popular que clamaba contra la portavoz municipal por haber mostrado los pechos en una iglesia ahora muestra su "absoluta confianza en Taboada" por boca de la mismísima Cristina Cifuentes.
En definitiva, exijo para los demás lo que no estos dispuesto a asumir para mi. Algo muy nuestro.
Demandamos respeto cuando creemos que estamos autorizados por derecho divino para el desprecio a los otros, exigimos cortesía y educación pero creemos que nosotros tenemos bula para ser los seres más maleducados de la tierra, exhibimos con denuedo los errores ajenos pero nos indignamos cuando alguien nos recuerda educadamente los nuestros. Demandamos la perfección en los demás al tiempo que exigimos que se nos acepte con todo nuestro catálogo completo de imperfecciones.
Y Ciudadanos y el Partido Popular hacen lo mismo. Todos los demás tienen que dimitir y abandonar su cargo ante la más mínima mácula aunque poco o nada tenga que ver con el ejercicio político pero los míos siguen siendo de confianza aunque una investigación de la Guardia Civil y las declaraciones de los implicados les señalen con el dedo como algunos de los que meten la mano en los dineros públicos para beneficio propio o del partido.
Así que por más que Ciudadanos pregone el cambio a los cuatros vientos lo único que demuestra es que los cachorros del PP que lo abandonaron por no encontrar nicho para ascender en la cadena alimenticia de Génova,13 no han cambiado en sus fondos ni en sus formas y el Partido Popular, por más que pretenda izar la bandera de la regeneración, está en las mismas.
Critican y les parecen insoportables las pequeñas maculas que salpican la vida privada de los miembros de otros partidos porque ya no saben como tapar las inmensas manchas de corrupción y nepotismo que anegan sus formaciones.
El vicio es viejo pero no por la costumbre de contemplarlo resulta menos mezquino y repugnante. En los partidos y en las personas, me temo.

lunes, junio 15, 2015

Zapata Vs. el vicio de cogérsela con papel de fumar.

Observese el logo de la camiseta del "antisemita"
Esto de los chistes del nuevo y me temo efímero concejal de cultura de Madrid me trae muchas cosas a la cabeza.
Para empezar que los que vivimos en Madrid tenemos la negra -¡Uy, perdón!- con los concejales de cultura que desde hace varios lustros no dan una a derechas -o las dan todas, según se mire-.
En esta ciudad, como en todas las demás es de suponer, trabajamos como chinos -no se me enfaden los colectivos de la patria de Han desde Shangai a Pekín- y los encargados de aumentar nuestra cultura y procurarnos ocios animados se dedican a hacer el indio -con todo el respeto a Cochisse, Sitting Bull, Gerónimo y toda su descendencia- dedicando su tiempo a fomentar los toros unos y a hacer chistes en Twitter otros.
Vamos, que me tienen negro -si Martin Luther King, Malcom X y la NCAPP me lo permiten, claro está-. 
La segunda cosa que se me ocurre es que es absolutamente patético que se diseñe una estrategia de oposición a un gobierno municipal basada en unos tuits de hace cuatro años. Que no es que acusen al concejal de no hacer nada y tumbarse a la luna de Valencia -perdón de nuevo, que no digo yo nada sobre la capacidad de trabajo de los valencianos- o de contratar solamente a grupos guiris -se me escapó,se me escapó, mi respeto para todos los visitantes extranjeros en España- para los conciertos, es que le echan en cara unos chistes que han guardado y esperado a sacar justo en este momento.
Lo más patético como estrategia de acoso político desde el incendio del Reichstag -y no quiero decir con ello que debiera haberse quemado el Reichstag de otra manera, matizo por si acaso-.
Que el tío se ha comportado como un ganso -aunque los gansos son ánades extremadamente inteligentes- y ha hecho el burro -un saludo para todos los que trabajan contra la extinción de este noble animal- es evidente. Cuando te dedicas a la política, cosa que no sé si hacia Guillermo Zapata en 2011, es mejor quedarse callado como un muerto -sin menoscabo del respeto que me merece la memoria y el descanso eterno de todo finado- cuando se habla de estas cosas.
Por lo menos espero que Zapata de la cara y no se despida a la francesa -qué sí, que sí, que los gabachos, no franchutes, no franceses, son gentes honorables y no se marchan sin decir nada- y tome las de Villadiego -todo mi cariño para ese bonito pueblo de la geografía española- ni se vaya por los cerros de Úbeda en sus explicaciones -aunque no quiero con ello decir que los habitantes de ese municipio jienense divaguen y se salgan del tema cuando hablan, claro está-.
Y me molesta. Me molesta porque esas críticas vienen de los mismos que defienden la libertad de expresión cuando unas caricaturas -un chiste gráfico, al fin y al cabo- ofenden la sensibilidad religiosa de más de 700 millones de personas. 
Pero claro una cosa es bajarse al moro a por algo de costo -disculpas de nuevo, al magreb que rodea la cordillera del atlas- y otra muy distinta respetar sus creencias y renunciar a nuestras ganas de reírnos a su costa.
Espero también que se deje de una vez de hacer política o intentarlo con la sensibilidad de ciertos colectivos, y solamente de ellos, para conseguir desacreditar a los rivales políticos a través del pérfido concepto de lo políticamente correcto, sabiendo de antemano que esos comentarios, dichos o chistes no son síntoma de ninguna posición ideológica.
Que, si no tenemos cuidado en estas cosas y vicios y dejamos de creer que es bueno cogérnosla con papel de fumar, terminaremos hablando y escribiendo con más disculpas y matizaciones que contenido y mensaje reales y haciendo un pan como unas hostias -poniendo por delante el máximo respeto a la oblea de pan ácimo que materializa, según los cristianos, el cuerpo de su mesías en sus ritos sagrados-.

jueves, junio 04, 2015

Rajoy, Moncloa y el principio iniciador de lo corrupto

Que sí, que hilo muy fino, que a veces parece que busque tres pies al ciempiés, pero es que, lo siento enormemente, creo que nos va como nos va por pensar burdamente, grosso modo, por encima, en la política, sus modos y sus gestos.
Todo el mundo opina sobre si Mariano Rajoy, ese hombre al que nuestros sufragios pusieron en Moncloa y los sondeos amenazan con sacarle, hablará o no hablará con Pablo Iglesias, el líder de Podemos.
Unos dicen que se le acabo la excusa de que no tiene representación institucional porque la va a tener en prácticamente todos los parlamentos autonómicos y cientos de ayuntamientos; otros mantienen que no tiene sentido porque el Partido Popular no está dispuesto a pactar con Podemos en ningún sitio y sería una pérdida de tiempo.
Pero ami esa disquisición se me antoja absurda y baladí.
Don Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno del reino de España, no tiene que reunirse con Pablo Iglesias. 
Y tampoco con Pedro Sánchez ni con Albert Rivera, que casi se me olvida.
Porque a Mariano Rajoy le pagamos para que gobierne -mal o bien- este país no para que gaste su tiempo y sus esfuerzos en intentar mantener a su partido en el poder en los gobiernos autonómicos o municipales
Porque al Señor Rajoy Bey le pusieron los votos de unos cuantos millones de españoles en La Moncloa para que desde allí dirigiera el país, recibiera a líderes extranjero o abordara en sus despachos y salones asuntos de política y gobierno nacional no para que utilizara la sede del Gobierno para sus pactos de partido y sus acuerdos post electorales, que nada tienen que ver con el Gobierno de España.
Porque a los españoles de cuyos impuestos se extraen su sueldo, sus dietas y sus gastos, no tiene porque parecernos prioritario ni un acto de gobierno evitar que su partido se hunda en el abismo, lograr que Cristina Cifuentes gobierne en la Comunidad de Madrid o evitar que Ada Colau ascienda a la alcaldía en Barcelona.
Así que ni con Iglesias, ni con Rivera, ni con Sánchez.
Si ahora le parece más importante ejercer de Presidente del Partido Popular que de Presidente del Gobierno, que pida una excedencia sin sueldo de Moncloa, se mantenga con los emolumentos que le facilita Génova, 13 y se dedique a ello a todo lo que da. Que cada cual tiene derecho a establecer cual es su prioridad en cada momento.
Porque si hace lo contrario, que es lo que está haciendo, para mí, que hilo fino, busco tres pies al gato y me la cojo con papel de fumar, está demostrando la esencia misma del origen de toda corrupción.
La corrupción no empieza con las metidas de mano en las cajas, los contratos nepotistas, la colocación a dedo de amigos y familia o las cuentas suizas. El comienzo de la corrupción es pensar que cuando soy gobernante mis intereses y prioridades anteceden a las del territorio y la ciudadanía a las que sirvo como gobernante.
Y dedicarle un solo segundo a salvar los muebles en la debacle electoral de su partido, o mantener su posición como candidato a las próximas elecciones generales mientras el país sigue yéndose al garete es una corrupción tan intolerable como si desviara todo el presupuesto de Defensa a una cuenta en las islas caimán.
Y mucho más si lo hace en Palacio de La Moncloa.
A ver si empezamos a ver y criticar la corrupción cuando empieza y no tan solo cuando está terminando.
Que sí, que sí, que hilo muy fino. 

Empezamos mal, Garicano, empezamos mal.

Cierto es que eso de los pactos post electorales genera muchas visiones, interpretaciones y cruces de palabras pero, al menos en Madrid Ciudadanos y concretamente su líder regional, Luis Garicano, no empieza bien.
Se las prometían mas o menos felices los chicos de Rivera en Madrid, siendo llave para el gobierno del PP, algo que habían buscado en realidad desde el principio. Pero van y les crecen los enanos. 
Los jueces les imputan a Lucia Figar y Salvador Victoria en ese esperpento de corruptelas y cohechos supuestos llamado Operación Púnica.
Y claro ellos, garantes de la regeneración política, azotes de la corrupción sin sacar los pies del tiesto del sistema económico actual, de repente se encuentran más atados de pies y manos que la novia de Christian Grey.
Y aquí es donde Garicano resbala. 
Porque, como no quiere pactar con el PSOE y desde luego ni ver de lejos a Podemos -cosa a la que tiene derecho, queda dicho-, tira de Twitter y defiende Figar por utilizar dinero público para sufragar un blog personal.
"Leyendo la noticia sobre Lucía Figar me parece que la UCO se ha pasado esta vez.El blog personal ES oficial", afirma el político de Ciudadanos.
Pero en realidad no resbala porque defienda a aquella que creyó que su encanto y sus contactos la llevarían a presidir el PP madrileño y con ello un día La Comunidad de Madrid, resbala porque deja ver o entrever que es igual que ellos, que aquellos que han cometido los excesos que investiga la UCO en la Operación Púnica.
Porque algo personal puede ser oficial, pero nunca debe serlo. Y si algún gobierno o administración ha generado una ley que lo permite, Garicano debería estar en contra de ello.
Si relamente el líder de Ciudadanos de Madrid estuviera a favor de la regeneración política estará en contra de que un político pudiera vincular su propia imagen a la de la administración, el ministerio o la consejería que dirigen, usando eso de excusa para gastar dinero público.
Si tuviera en mente de verdad la lucha contra la corrupción, denunciaría la manipulación que supone mejorar tu imagen en los medios, contrarrestar las informaciones negativas y emplear dinero público en ello, cuando lo único que se busca es el beneficio propio y personal de la reelección o del ascenso político dentro de tu propio partido.
Porque cualquier consejería sobrevive a su consejera, cualquier administración a sus gobernantes y cualquier país a sus líderes políticos.
De modo que, tal como yo lo veo, lo que debería haber ido en mayúsculas en el tuit de Garicano no sería el "ES" que ha escrito sino un "NUNCA DEBERÍA SER" que ha omitido.
No sé si esta declaración de principios en 140 caracteres se debe a un desliz irreflexivo en lo ideológico o a un intento de preparar el camino para justificar que ha decidido apoyar a Cifuentes y el PP para constituir gobierno ocurra lo que ocurra.
En cualquiera de los dos casos Garicano empieza mal pero, por el bien de todos los que han confiado en el mensaje de regeneración de Ciudadanos, espero que sea lo primero.
Porque si lo segundo, no solo empieza mal sino que acabará mucho peor.

martes, mayo 19, 2015

Ciudadanos y ¿una serie de catastróficas desdichas?

Lo malo de las pequeñas cosas es que cuando se unen no se convierten en algo grande pero sí se transforman en indicio, en síntoma, en datos de los que se puede y se debe inferir una totalidad que las abarca.
Y eso le está pasando a Ciudadanos.
Por sí solo que Jordi Cañas sea imputado por fraude fiscal no es demasiado para definir el partido - aunque ellos se apresuraron a definir a Podemos por idéntica situación de Monedero- Pero que se le defienda, que se utilice el manido argumento de que "es algo personal, porque está relacionado con su empresa" mientras se carga contra otros políticos de otras formaciones alegando el viejo axioma anglosajón de que "lo personal es reflejo de lo político", que no se firme un pacto contra la corrupción en Barcelona alegando que no tuvo tiempo para someterlo al partido, ya comienza a ser algo.
Que día tras día se identifiquen en las redes y los medios a militantes de la ultraderecha en sus filas y sus listas -incluido el propio Cañas, ideológicamente a la derecha de los Minute Men-, no significa necesariamente nada. Pero que se tenga que suspender de militancia cada día a xenófobos, falangistas de tercera generación y se mantenga a muchos de ellos pese a la supuesta linea de centro izquierda del partido, sí hace pensar a los que quieren pensar, que se sientan atraídos o se reclute a ese perfil ideológico mientras en la web del partido se afirma que se nutre del «liberalismo progresista y del socialismo democrático», si comienza a ser algo.
Que un integrante de la listas en las elecciones andaluzas oculte parte de su patrimonio puede ser un elemento individual, pero que Ciudadanos presente al Tribunal de Cuentas las correspondientes al ejercicio de 2008 de forma extemporánea, como puso de manifiesto esta institución, y que no lo haga con respecto al ejercicio 2009 ni al Tribunal de Cuentas ni tampoco a la Sindicatura catalana, ya parece que es algo más general.
Que un candidato a la alcaldía de Ciudad Real no se sepa el programa electoral para las municipales puede ser un síntoma de incompetencia individual. Pero que otra integrante de sus listas electorales abandone el partido al leerse el programa electoral, que cuidadanos individuales se quejen de haber sido incluidos sin su consentimiento en las listas electorales y que jubilados de Miranda de Ebro afirmen que les metieron en las listas como los comerciales de Bankia vendían las preferentes, sí significa algo si queremos pararnos a pensar.
Practicas electorales dignas de la España del caciquismo, Cánovas y Sagasta y el sistema de cesantías, excusas ante prácticas corruptas típicas desarrolladas por los grandes partidos que pretenden que robar en el ámbito privado es algo que no tiene nada que ver con lo público, el recurso a cualquiera con tal de llenar las listas y de asegurarse una base de poder en el mejor momento, la tendencia a reclutar a miembros de la más rancia ultraderecha y el sospechoso recurso a la falta de transparencia en sus cuentas ya son demasiadas cosas para que no signifiquen algo de forma conjunta.
No me voy a dedicar a escribir sobre lo qué significan pero a lo mejor va siendo hora de que aquellos que apoyan a Ciudadanos porque se supone que es un partido distinto dejen de hacer lo que hasta ahora han hecho los votantes en España y demuestren que ellos también son ciudadanos diferentes dejando de buscar excusas y justificaciones para defenderles a cualquier precio e investiguen por su cuenta. 
Y si después siguen creyendo que todo son casualidades individuales o una serie de catastróficas desdichas que voten a Ciudadanos. Que no van a pagar justos por pecadores.


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