viernes, marzo 29, 2013

Enric, el PP y el escarche llevan a Niemöller al 2.0


Habéis perseguido a todos.
Primero fuisteis a por los jubilados pero como vosotros tenéis la jubilación asegurada, no os importó hacerles daño. Después fuisteis a por los enfermos, los discapacitados, los dependientes y como vosotros no tenéis problemas de dinero, no os importo cargar a las familias con un peso que no pueden soportar. 
Entonces fuisteis a por los funcionarios, los médicos, los profesores. Fuisteis a por nuestra sanidad y a por nuestros colegios porque vosotros tenéis los vuestros asegurados. Protestamos y no os importó enviarnos a los antidisturbios a que nos hicieran daño.
No os importó que hubiera millones de parados y fuisteis también a por ellos. Les quitasteis un pedazo de lo poco que les queda.
Y les gritasteis que se jodan en mitad del Parlamento. Y empezasteis a jodernos a todos los demás, a la cultura, a los mineros, a todos los contribuyentes. Fuisteis a por todos nosotros y no os importó hacernos daño para no hacérselo a los vuestros. Los bancos vinieron a por nosotros y vosotros nos quitasteis los cuatro cuartos que nos habían dejado en los bolsillos. Ellos nos robaban, vosotros hacíais negocio con nuestro dinero. Volvimos a protestar y nos disteis la espalda de nuevo.  
No queríais ver cómo la gente saltaba por las ventanas o se colgaba del cuello. Los bancos que nos habían puesto la soga iban a por los que menos tenían y les dejasteis hacer. Dejasteis que se aprovecharan con las preferentes de los más indefensos y vulnerables y jamás perseguisteis a los timadores. Dejasteis que algunos se quitaran la vida angustiados por su desahucio. Les empujasteis al vacío sin mover un solo dedo y permitisteis que pelotones de policía siguieran sacando a la gente de sus casas a empujones. Podríais haberlo evitado pero seguíais mirando para otro lado.
Los jueces españoles y el tribunal europeo han decretado que las hipotecas españolas son ilegales y abusivas y a ninguno de los dos les habéis hecho caso. Miles de personas en la calle y un millón y medio con su firma, os han pedido parar esta sangría y habéis tratado de escaparos de ellos. Nos disteis unas medidas insuficientes que no sirvieron para nada y ahora nos volvéis a ofrecer un simulacro de solución en diferido. Os pedimos pan y nos dais migajas. 
Os pedimos ayuda y nos dais antidisturbios. Os pedimos que nos echéis una mano y nos la echáis al cuello. 
Ahora van a por vosotros y reclamáis que os amparemos pero ya no queda casi nadie de nosotros que lamente lo que os está pasando. Os toca sentir lo que sienten los perseguidos. Ahora nos pedís la justicia que vosotros nos habéis negado. Invocáis la democracia que habéis destruido y el respeto que no nos tenéis. Exigís que se respeten los derechos que no habéis respetado. Llamáis terroristas a los que os persiguen pero sois vosotros los que los habéis aterrorizado. 
Nos llamáis golpistas mientras nos moléis a golpes. Hay que ser muy miserable para llamar acosador al acosado. 
Seguid así. Seguid dando la espalda a la realidad, seguid llamándonos criminales en lugar de ciudadanos. Seguid aumentando la pobreza, la desigualdad y el paro. Seguid dejando que a la gente la estafen, la echen a la calle y los ladrones anden sueltos. Seguid haciendo un escarche masivo a la población e irán a por vosotros.
Y ahora los escarches van a por vosotros y os giráis a los jueces, los ciudadanos y las leyes que ignorasteis pidiendo ayuda, comprensión y respeto. Justo lo que no disteis.
No es una amenaza, es una advertencia de lo que, desgraciadamente, podría pasar.
Ahora solo van a por vosotros pero mañana irán a por vuestra seguridad.
La seguridad que les habéis negado, y a por vuestros privilegios, a por el dinero que les habéis quitado, los coches en los que huis de nosotros, las casas que tenéis y que ellos han perdido, el bienestar que les habéis arrebatado. Querrán infligiros el mismo dolor que le habéis causado. Y a nadie le importará si os hacen daño porque el daño que habréis hecho nos habrá anestesiado a todos. Serán tan violentos como lo habéis sido vosotros. Se saltarán tantas leyes como vosotros habéis violado. Serán peligrosos porque están desesperados. Y serán incontrolables porque no tendrán nada que perder.
Vosotros se lo estáis quitando todo. Vosotros sois los responsables de lo que os pase. Os lo merecéis. Vosotros no sois las víctimas, sois los culpables, sois la causa de los escarches que estáis padeciendo. 
Vosotros sois el escarche de este país. Le habéis hecho un escarche a esta democracia hasta obligarla a huir por patas. Nos habéis hecho escarches cada vez que nos reuníamos en las plazas y en las calles. Le habéis hecho decenas, cientos de  escarches a los ciudadanos a golpe de porra, recorte, insulto y decretazo.
Sois vosotros los que permitís el acoso a los ciudadanos de una banca miserable que impone una ley injusta. Sois vosotros los que dejáis que miles de familias sean humilladas delante de sus vecinos, que sus casas sean señaladas con una cruz de "desahuciado" en la puerta, que queden marcados como parias y excluidos, que ancianos, niños, enfermos y gente sin recursos estén sufriendo la derrota, la violencia policial y la vergüenza pública. Sois vosotros los que lleváis más de cuatro años haciéndonos un escarche tras otro, los que lleváis años huyendo de los que ahora os persiguen, los que estáis empujando a miles de personas por un barranco por el que os acabarán arrastrando, los que estáis provocando una pobreza, un odio y una desesperación que puede acabar estallando.
Si dejáis que eso ocurra, recordaréis el último verso del poema de Niemöller: “Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”. Nadie protestará porque os estaremos persiguiendo todos.
Y van a ir a buscaros. Seguid así e irán a buscaros. Seréis vosotros o todos los demás. No tendremos elección. O la tendremos muy fácil.
Según se mire.

Enric Rufas actualiza el poema del reverendo Niemöller y yo pongo mi granito de arena. Pero el bueno de Enric ha hecho lo grande de este post. Gracias,eres muy grande.

El PP, sus cachorros, los dos Joseph y el adoctrinamiento totalitario de Viernes Santo

Quizás algunos piensen que este no es el día más apropiado para hablar de educación y de laicismo, quizás consideren que hoy, precisamente hoy, los que no estamos de acuerdo con su visión mística dela existencia y la no existencia, tendríamos que permanecer callados por respeto -un respeto que no recíproco que no nos demuestran las cornetas castrenses altisonantes, las saetas desafinadas y las calles cortadas durante estos días a a aquellos que creemos que la mitológica crucifixión de un hombre no es más importante que la muerte real y documentada de cientos, de miles en idénticas circunstancias a lo largo de la historia.
Pero, como en otras muchas cosas, se equivocan de medio a medio. Hoy es el día perfecto para hablar de educación, laicismo y adoctrinamiento. 
 “Las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor”.  “El aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios”.
Cualquiera podría decir que estas frases las ha dicho el nuevo Papa Curro durante el lavatorio de pies o el viejo y cansino  arzobispo Rouco Varela durante uno de sus discursos y arengas -Uy, perdón, quise decir homilías- que tienden a la eternidad no por misticismo sino por duración.
Y si fuera así no habría que decir ni coma sobre ello. Son representantes de una entidad que tiene derecho a tener sus creencias, sus opiniones y su ideología  aunque esta nos resulte chocante, arcaica y simplemente que no soporta el más mínimo análisis formal ni material a través de la razón y la lógica.
Pero no. Lo ha dicho una profesora universitaria. Una docente de la universidad privada -y religiosa- San Pablo CEU que tiene también todo el derecho del mundo a pensar lo que quiera sobre el aborto, la violación o el maltrato, eso que conste.
Y resulta curioso que el PP valenciano, el mismo que ha lanzado a sus cachorros de la nuevas generaciones del  Castellón arrasado por Fabra contra el adoctrinamiento en las aulas guarde silencio al respecto o incluso hable -por lo bajo, eso sí- defendiendo a la profesora.
De modo que le piden a un estudiante que denuncia a su profesor critica a los militares que intentaron el golpe de estado franquista que desembocó en la Guerra Civil o que los  recortes no sirven para contener el déficit -cuando hasta el ministro de Economía lo reconoce ante Bruselas y pide más margen a los inflexibles hombres de negro merkelianos- pero luego no se indignan ante el adoctrinamiento que supone defender una visión del aborto que ni siquiera tiene Roma.
Así que solicitan a los alumnos que reciban clases sobre el concepto de Genero y el maltrato -desequilibrada e injusta, por otra parte- se conviertan en militantes estalinistas -"todo camarada proletario tiene la obligación para con el padre estatal de ejercer de comisario político, identificando y denunciando la traición, la disensión y la agitación capitalista en su entorno", dijo el bueno de Joseph, Stalin, se entiende, en su discurso de conmemoración de la Revolución de Octubre de 1948-, mientras que ignoran, dejan pasar o incluso aplauden cuando una profesoras católica ultramontana valenciana afirma que soportar con estoicismo clásico los puñetazos en la cara y las violaciones dentro de tu propia casa es un gesto de amor.
Conminan a los estudiantes que escuchen hablar sobre la Ley del aborto o sobre el sexo fuera del matrimonio o los derechos de la familia homosexual a que se transformen en arios policías de Gestapo -"todo ciudadano ario tiene la obligación de mantenerse alerta y poner en conocimiento de los poderes y autoridades cualquier actitud que ponga en peligro los intereses y la visión de la grandeza de la Nación Alemana", sentenció el otro Joseph, Goebbels, por supuesto, en el acto de creación de la primera promoción de la tristemente famosa policía política nazi"-, pero consideran que no hay que denunciar el adoctrinamiento que supone que alguien diga que la consecución de un hijo a través de un acto de violencia es un don de su dios.
Y todo ello después de que la única defensa que esgrime la profesora en cuestión que, por cierto no tendía porque defenderse de nada, es que estaba exponiendo la Doctrina Social de la Iglesia, -católica, se entiende-.
Más allá de que eso es más falso que el beso de Judas -por seguir con el tono pascual de las fechas- porque  ni siquiera los jerarcas doctrinales romanos mantienen esas cosas sobre el maltrato y la violación -aunque los confesores de los Legionarios de Cristo, los directores espirituales del Opus Dei y los responsables de Comunidad de los neocatecumenales sigan intentando vendérselo a sus feligreses-, la frase de la profesora encierra en sí misma todas las acusaciones que pretende rebatir.
Si estás enseñando la Doctrina Social de la iglesia católica estás adoctrinando. Es la mano cerrada convertida en puño de perogrullo. Y las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Castellón deberían haber saltado sobre la situación si de verdad estaban dispuestas a evitar el adoctrinamiento en las aulas.
Ese es el problema del laicismo. No importa que creas o no en un dios invisible que manda a su hijo a morir a manos de aquellos a los que había elegido como pueblos porque lo considera necesario para cambiar las reglas que había impuesto unos cuantos milenios atrás. No es relevante que dios exista o no, que creas o no en su existencia. 
Los ciudadanos laicistas no tienen porque ser ateos o creyentes. Simplemente piensan que la religión es algo que nada tiene que ver con el Estado, que es parte del fuero individual delas personas y que no se pueden utilizar las instituciones públicas para hacer proselitismo ni a favor ni en contra de ello.
La religión para el Estado es -o debe ser- irrelevante.
Y todo esto no tiene nada que ver con El Vaticano , sus jerarcas y sus seguidores que tienen derecho a pensar lo que les de la gana, ni siquiera tiene nada que ver con la profesora y la institución en la que imparte clases, que están tan amparados por la Libertad de cátedra como lo están los profesores a los que pretende denunciar la prole del PP por "adoctrinar" en sentido contrario.
Esto solamente tiene que ver con el Partido Popular.
Pero no con su condición de partido "demócrata" cristiano, lo que le permitiría integrar en su ideario la doctrina cristiana  y ni siquiera  con su condición de laico, que realmente debería mantener si fuera una formación tan "constitucionalistas" como perora y repite constantemente en otros entornos.
Tiene que ver con su condición de totalitario y de fascista.
Porque todo aquel que considera que hay que impedir la difusión de unas ideas que no comparte es un fascista. Y cualquiera que permite y fomenta el adoctrinamiento sobre las ideas que le son propias es un totalitario. Rojo o azul, pero un totalitario.
Y los dos Joseph dan constancia de ello.
Y si alguien cree que hoy no es el día más apropiado para hablar de ello que vaya al oficio de Pasión y en lugar de mostrar su magnifico modelito de marca, su excelso peinado y su estupenda corbata que presten atención a lo que se lee.
Escucharán que un individuo  harto de una polémica baladí entre el poder terrenal y divino sentenció "Al César lo que es del César y a dios lo que es de dios". Y no se llamaba Poncio Pilato, ni Judas Iscariote. Se llamaba Jesús Y si siguen atendiendo escucharan que alguien, harto de que pretendieran incrustar sus palabras en la política, afirmó "mi reino no es de este mundo". Y su nombre no era Herodes Antipas ni Caifás. Era Joshua ben Josef. Y luego, si atienden en lugar de utilizar el móvil para reservar el restaurante en el que el domingo se meterán medio cordero entre pecho y espalda, recibirán el embellecido relato de como al tío le cogieron y le clavaron en una cruz -castigo reservado a los sediciosos, no a los blasfemos- porque el Estado no admitió que le dijera que no tenía derecho a imponer una fe -o la falta de ellas, ya puestos- y el poder religioso no toleró que le enmendara la plana y le dijera que no podía imponer su fe al Estado. 
¡Cojones -sin perdón-, si a su propio mesías le mataron por ser laico! 
Claro que él no tenía ningún privilegio que mantener ni riquezas que proteger como los cachorros "anti adoctrinamiento" del Partido Popular. Y ellos si pretenden reinar en este mundo.

miércoles, marzo 27, 2013

Las urgencias nocturnas vencen a la santa Cospedal

Últimamente los adalides de la resignación pura y dura, los defensores del sentimiento trágico de nuestra vida y de nuestro gobierno, están recibiendo varapalo tras varapalo a su decisión de seguir apoltronados en su miedo y su egoísmo y no hacer nada.
Veintiuna localidades, unos miles de vecinos, unos cuantos alcaldes, un par de jueces y un puñado de profesionales se enfrentaron a la Santa Patrona del Recorte, a la ínclita musa de la demolición de la sanidad pública.
Y la han ganado. La cruzada de la eterna virgen santísima Dolores de Cospedal ha muerto a las puertas de la Jerusalén que era y es la Sanidad Pública. 
Han derrotado sus argumentos uno por uno. 
Han vencido los supuestos cinco millones de ahorro que iba a suponer cerrar las urgencias nocturnas del entorno rural castellano manchego con apabullantes cifras del coste que suponían otras cosas, del encarecimiento que supondría cerrarlas.
Han derrotado su intento de sustituirlas por ambulancias supuestamente más veloces que la luz y con el don de la ubicuidad, con cálculos y kilometrajes que hacían imposible esa solución, con protestas continuas y contantes, con casos trágicos o casi trágicos que desmontaban la defensa siciliana en la que la santa Cospedal se había enrocado.
Han echado atrás sus intentos de sustituir lo poco por la nada con análisis profesionales de las equipaciones de una UVI móvil y de un centro de urgencias, con detallados informes de profesionales y expertos sanitarios sobre las nada sutiles diferencias entre las posibilidades de supervivencia siendo atendido en uno y en otra.
Han parado el intento de la heroína de la austeridad en aras del rescate bancario y el control del déficit a ultranza de pasar por encima de sus derechos con recursos a los tribunales, autos de paralización judicial y desestimaciones de recursos que pretendían defender que el Poder Judicial no tenía competencias en lo que se refiere a las acciones de ejecutivo que ella comanda.
Y la veintena de centros de urgencia nocturnos siguen abiertos. Cospedal se ha retirado a sus cuarteles de invierno, se ha reunido en su bunker con sus adláteres para encontrar otra manera de meterle mano a la gestión de la Sanidad Pública para poder algo que llevarse a la boca, a la cuenta bancaria en suiza y al reparto de dividendos a su señor esposo al que ya le han fallado tantas colocaciones a dedo, tantas recomendaciones bajo cuerda, tantos negocios corruptos que le van a convertir en la imagen de ilustración junto a la palabra nepotismo en la Enciclopedia Británica.
Cospedal, su concepto absoluto del gobierno y su imagen de madura interesante con mucha mala leche se están lamiendo las heridas y pasando como pueden el trago de haberse visto obligados a emprender la primera acción democrática que se le recuerda desde que está en el poder.
Porque ganar unas elecciones no es ser demócrata  Los que son demócratas son los que votan, los que emiten el sufragio, los que eligen y los que aceptan la decisión de la mayoría aunque no concuerde con su elección.
Ser elegido democráticamente no te transforma en demócrata como nos quiere vender la santa Cospedal. Para ser un gobernante democrático tienes que gobernar escuchando a los ciudadanos, haciendo caso a las instituciones judiciales y anteponiendo los intereses comunes a los beneficios propios -o maritales- y los beneficios sociales a los presupuestos ideológicos.
Y todo eso eso es lo que supone que las urgencias nocturnas rurales de Castilla La Mancha sigan abiertas. El primer acto democrático del gobierno de Cospedal.
Aunque el hecho de que hayan tenido que obligarla veintiuna localidades, unos miles de vecinos, unos cuantos alcaldes, un par de jueces y un puñado de profesionales le resta algo de merito al sentido democrático de la Patrona del Recorte.
SI ellos han conseguido hacer hincar la rodilla para lago que no sea el respetuoso saludo a un paso procesional a María Dolores de Cospedal mientras otros se preocupaban por el resultado del España Francia o por sintonizar la nueva TDT en su televisor de plasma, es fácil imaginarse que se podría hacer si olvidamos las excusas, los miedos y los egoísmos y luchamos todos por lo nuestro.
Aprovechando la cernía de la semana sacra católica: El que tenga oídos para oír que oiga.

Reflexión hipotecaria de un supuesto filoetarra

Hay cosas que por más que se pidan, por más que se exijan, por más que la lógica formal y material las presenten como la solución justa y equilibrada, sabemos que no van a ser concedida, sabemos que no van a entrar en los planes de aquellos que han decidido que tienen que legislar de espaldas a la calle, vueltos exclusivamente hacia las opacas entradas de las cámaras acorazadas de los bancos.
Y la dación en pago es una de esas cosas.
Nadie esperaba que el Partido Popular, preocupado por que los bancos den créditos que ya no dan y con cubrir el tremendo agujero financiero que esas entidades han generado, aceptara la dación en pago, la entrega de la vivienda para cubrir una deuda hipotecaria.
Su respuesta a la iniciativa legislativa popular que la pedía, que la exigía, es una serie de paños calientes que aunque pueden atajar parcialmente el problema, aunque pueden demorar el momento aciago del desahucio, no entran en la raíz del problema, no se acercan ni de lejos.
Debe ser que, muy preocupados por los escarches, muy preocupados porque los filoetarras, los nuevos nazis y los no se sabe cuantas cosas más, les sigamos la pista para recordarles de qué lado se han puesto -del de los bancos- no han tenido tiempo para analizar la situación, no han tenido ocasión de pensar.
La Ley Hipotecaria no cambia en esencia, los paños calientes no se aplican de forma retroactiva, sus enmiendas son un cúmulo de condicionales y porcentajes de pago que no varían nada. Simplemente convierten el asesinato inmediato por desahucio en homicidio demorado por desesperación con atenuantes.
No escuchan, no quieren y no pueden escuchar porque los que susurran al oído no quieren que escuchen.
Aceptan el desahucio y la subasta de la casa pero no imponen la condición de que esa subasta -o venta directa- tenga que hacerse al precio de mercado no por el montante de lo adeudado.
Los subasteros perderían su negocio, las entidades  financieras tendrían que tomarse en serio la venta o subasta de sus inmuebles embargados, pero todos sabemos que cuando una propiedad inmobiliaria es embargada suele costar muchas veces el precio que se pagó por ella hace una década.
Es lo justo, es lo democrático, es lo equilibrado, pero no se hace.
Mantienen los pagos posteriores a la pérdida de la vivienda y los demoran en el tiempo hasta diez años con los intereses incluidos, eso sí. Pero se niegan a contemplar la obligatoriedad para las entidades financieras -lo sé, lo sé, obligación y entidad financiera no pueden figurar en el mismo sintagma en una frase compuesta por un político del Partido Popular- a cobrar tanto porcentaje de intereses como de de capital, o incluso más de capital que de intereses, desde el primer recibo de la hipoteca en lugar de tener a los hipotecados las primeras tres cuartas partes del periodo de amortización del crédito pagando los intereses por anticipado.
Las entidades financieras verían reducirse sus beneficios en intereses, pero todos sabemos que si fuera así, cuando se llega al trance de no poder pagar la hipoteca, la deuda sería mucho menor y se cubriría con una facilidad pasmosa con la subasta de la vivienda -incluso haciéndola en las condiciones actuales-.
Es lo justo, es lo democrático, es lo equilibrado, pero no se hace.
Aceptan la paralización de los desahucios por la aplicación de clausulas abusivas -no les queda otra si no quieren que el Tribunal Europeo de Justicia se desplace en masa a La Moncloa y les de una colleja en el cogote- pero se niegan a modificar la legislación y castigar penalmente esas prácticas considerándolas usura.
Los usureros acabarían en la cárcel, las entidades financieras perderían su absoluta impunidad pero todos sabemos que cuando estás amenazado con pasar una temporada a la sombra tiendes a tener mucho más presente lo que te permite y no te permite hacer la ley.
Es lo justo, es lo democrático, es lo equilibrado, pero no se hace.
Y esta es la única respuesta que se puede y se debe dar a los que quieren arrimar el trágico drama de los desahucios y las hipotecas abusivas a la sardina de los escarches para hacer defenderse a la PAH y a todos los que luchamos contra esa injusticia acusándonos de filoterroristas, nazis y antidemócratas. Es el único argumento que hay que dar a los que pretenden que nos enfanguemos en esa discusión para lograr que dejemos de impedir día tras día que ellos jueguen con el futuro de todos en beneficio de sus amigos banqueros -que ni siquiera son todos los banqueros, por cierto-.
Hacer y mantener una política que mantiene a las familias y a los ciudadanos en el constante terror de que el cambio de circunstancias vitales les aboque a la miseria y la desesperación es la definición misma del terrorismo - Terrorismo: 1. m. Dominación por el terror.-; tomar decisiones de gobierno en favor de un único colectivo casi invisible, anteponiendo sus intereses y sus deseos al bien común y a las necesidades colectivas es el epítome mismo de la forma de gobierno nazi -de igual que sean los financieros amigos o la raza aria- y legislar de espaldas a lo que dictamina como justo y legal el poder judicial y en contra de la voluntad del pueblo en el que reside la soberanía del Estado es profundamente antidemocrático. -Democracia: 2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado-.
Puede que nuestros escarches bordeen el límite de lo legal pero su ley y su forma de gestionar la Ley Hipotecaria ya ha caído de lleno en el terrorismo, la antidemocracia y el fascismo.
Y es todo lo que hay que decir al respecto.

martes, marzo 26, 2013

Los colegas de Carromero se lían con la doctrina

La capacidad para la sorpresa que destilan los cachorros del Partido Popular desde que nos cargamos sobre las espaldas en las urnas el gobierno de sus mayores no tiene límite.
Es posible que sea porque, acuciados por el estrés que les produjo el caso Carromero, no les dio tiempo a acudir a clase de semántica o porque, comprometidos con salir dignos, arregladitos y monas en todos los mítines y todas las manifestaciones convocadas, no tuvieron tiempo de perfilar sus conocimientos lingüísticos  ahora se descuelgan con una campaña que pide a los alumnos de los colegios -públicos, se presupone- que denuncien cuando los maestros les quieran adoctrinar.
Sorprende que llegue del PP y sorprende que llegue de Castellón, sera que han tenido tiempo más que de sobra para pensarlo en las zonas de embarque del aeropuerto fantasma que su egregio líder -ahora retirado repentinamente por la puerta de atrás- construyera.
El caso es que les faltan algunos apuntes. Es lo que tiene tanta pegada de carteles y asistencia a mítines rajonianos, que algunas clases se te escapan.
No deben tener muy claro lo que es la doctrina.
1. f. Enseñanza que se da para instrucción de alguien.
O sea, que le piden a los alumnos que denuncien a sus profesores por darles matemáticas  por enseñarle la doctrina del tiempo relativista, por poner ante sus ojos la doctrina del romanticismo literario, de la Revolución Francesa, del modernismo o del cansino naturalismo español. Piden que les denuncien por imponerles la doctrina de que existen tres estados de la materia o de la leyes newtonianas o incluso del universo cuántico de Planck.
Porque eso adoctrinar cachorros populares de un gobierno impopular.
Claro que a lo mejor no es eso.
 2. f. Ciencia o sabiduría.
Quizás los colegas y las colegas de Carromero y Andreita Fabra -también castellonense y del PP, por cierto- lo que están reclamando es que todos los alumnos acudan al Tribunal Constitucional a reclamar su derecho a que sus profesores no inculquen ni ciencia ni sabiduría en sus cerebros, a ser ignorantes y ganarse la vida de forma miserable sin cultura alguna con un sueldo cercano al de hace dos siglos y una reversión a la servidumbre que nos separa apenas unos pasos del derecho de pernada y de la Prima Note.
Puede que sea eso. Porque es seguro que a sus padres, madres, tías y tíos y a todo el entramado de sus socios políticos y empresariales el adoctrinamiento que supone dar ciencia e impartir sabiduría les viene mal, pero que muy mal.
Porque claro, es de suponer que no se referirán a esta.
3. f. Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentadas por una persona o grupo. Doctrina cristiana, tomista, socialista.
Porque entonces por cada niño que denunciara a un profesor que le dice lo mal que lo hace el gobierno con la Educación Pública, habría mil que tendrían que acudir al constitucional a denunciar a los que les dicen que no pueden practicar sexo fuera del matrimonio, que le mundo lo creo dios o que hay que hacer caso a lo que dice el gobierno porque son los que mandan; por cada maestro denunciado que les dijera que tienen derecho a los desdobles, a las clases de apoyo y deben defenderlos, habría cien docentes religiosos denunciados por impartir la doctrina cristiana en su asignatura de valores, por  intentar marcar a fuego en alma de sus alumnos el miedo a la condenación y la resignación cristiana mal entendida y poco reflexionada.
Si fuera esa tendría mucho más sentido que la niña que ilustra la campaña -que debe ser la de Rajoy- levantara la mano derecha que la izquierda o, en el peor de los casos, debería alzar las dos por igual.
Así que es de suponer que esa no será. A lo mejor es esta.
4. f. Plática que se hace al pueblo, explicándole la doctrina cristiana.
Es decir denunciar que se den clase de religión, que se utilicen horas lectivas en sermones en las iglesias aledañas a los colegios católicos, que se confunda la ética con la catequesis o que se empeñen en que hagan redacciones sobre la biografía del Papa Francisco en Lengua Española. 
Así que nos vamos quedando sin opciones a menos que se refieran a esta.
 5. f. Concurso de gente que con los predicadores salía en procesión por las calles hasta el lugar en que se había de hacer la plática.
Pero me temo que tampoco por eso sería decir adiós a las convocatorias dominicales para participar en tal o cual misa por la familia, en convertir en obligatorio o al menos premiar con un punto extra acudir a las manifestaciones en defensa de los presupuestos doctrinales de la Iglesia Católica o a salir en Semana Santa portando en procesión el paso o el pendón del colegio católico de turno.
Parece que los que se han liado un poco han sido ellos. Que no se dejen liar y renuncien a algún que otro mitin para volver a clase y estudiar semántica.
Claro que también pueden mandar a la niña de Rajoy a pedirle que cambie las cinco acepciones castellanas de la palabra doctrina para que encajen en su eslogan 
Y de paso que le pidan también que cambie la definición de Libertad de Cátedra y reinstaure el Tribunal de la Santa Inquisición, el Florido Pensil y los catecismos de Ripalda y Astete.
¡Qué para algo tiene que servir ganar las elecciones!

Las varices y la duda entre hipócrita e hipocrático

Y los golpes siguen llegando.
No nos hemos recuperado aún de que la madrileña clínica de La Milagrosa -tan diligente a la hora de tratar y operar a majestades reales- se ampare en el protocolo para librarse de un paciente infartado en sus propias instalaciones, cuando otro golpe, otro crochet de izquierda al mentón de la atención sanitaria nos llega desde Catalunya.
Porque no lo olvidemos, puede que estén escenificando una disputa eterna por el derecho a decidir, puede que se enfrenten por el catalán, la inmersión lingüística o cualquier otra situación que afecta a la condición nacional de Catalunya y de España, pero cuando hay que ir por el mismo camino para cambiar el modelo social, los que rigen a unos y a otros se aprietan muy fuerte de la mano y hacen el mismo camino.
Pues bien, El Hospital Sant Pau destila una perla de esas que harían morirse de asco al doctor House y estudia la posibilidad de hacer que determinadas personas y pacientes se salten la lista de espera.
Y un piensa en eso del individuo que llega sujetándose las vísceras porque alguien -amigo o enemigo- le ha descerrado dos tiros o en el paciente que sufre un repentino empeoramiento de su dolencia y llega a la puerta del hospital al borde de la muerte. 
Pero entonces uno piensa que en este país todavía hay servicios sanitarios de urgencia y no entiende nada- No entiende nada hasta que lee, escucha y ve que esa aceleración quirúrgica y hospitalaria es para los clientes privados.
O sea que por un módico precio -rectifico, no tan módico- tienes derecho a saltarte las listas de espera, tu tumor es más tumor porque tienes más dinero; tu vertebra te duele más porque tu cartera está más llena.
Tu operación es más urgente porque pagas.
Y los ecos de las declaraciones grandilocuentes sobre que la gestión privada no pone en peligro la atención universal se transforman en carcajadas malintencionadas porque simplemente deja ver a las claras que lo que importa, lo único que puede importar cuando una gestión depende de los beneficios, cuando los que dirigen están presionados para lograr llenar los bolsillos de alguien es el dinero.
Dicen que es solamente para las varices. Y la excusa es baladí.
Da igual que sea cirugía vascular, cardiovascular o cerebral; da igual que sean varices, glaucoma o un tumor cerebral del tamaño de un huevo Faberge. El principio en el que se asienta esa decisión de la dirección del Hospital Sant Pau es que el que resulta demoledor, el criterio que se sigue en la toma de esa decisión es el que conduce a la arcada a todo aquel que se acuerde de vez en cuando del nombre de Hipócrates. 
Las varices de aquellos que las padecen por estar demasiado tiempo de pie en su trabajo dentro o fuera de casa esperan nueve meses; las varices de los que las desarrollan por la falta de ejercicio que permite la vida del rentista o el exceso de tacones que permiten las continuas excursiones a La Milla de Oro se saltan la cola y pasan a quirófano.
El dinero marca la diferencia. Muy liberal capitalista, muy occidental atlántico. Muy injusto. Muy nuestro.
Y por más que los responsables del Hospital intente revestirlo de otra cosa, por más que los políticos que les amparan y les impulsan pretendan explicarlo de otro modo, no tiene justificación posible.
Desde el padre Hipócrates hasta el último premio nobel de Medicina, pasando por Asclepio o Galeno, les miran con la ceja levantada y el gesto torcido de disgusto.
Ahora solo queda por ver, puesto una vez más al descubierto el verdadero objetivo de la reforma involutiva de nuestra sanidad a la que se han lanzado nuestros aciagos y elegidos gobernantes, si los profesionales que llevan tanto tiempo peleando por la sanidad pública consiguen parar también esto esto con nuestra ayuda.
Si en honor a su juramento le dicen a la señora que llega con sus varices en las piernas y su talonario en la mano que espere en la cola como todos.
Si demuestran -que no dudo que encontrarán una vez más una forma de hacerlo- que aunque suenen parecido hipocrático no es sinónimo ni nunca lo puede ser de hipócrita.
Aunque sus directivos y responsables políticas se empeñen en confundirse con el término.

La concertada llega tarde cual falso Bertolt Brecht

Existen frases que no aceptan bien el anonimato. Sentencias que resumen tan bien las situaciones que piden, casi exigen que les sea atribuido un autor que este a la altura de su relevancia. Y eso es lo que ocurre desde siempre con esa archiconocida gradación de elusiones e irresponsabilidades que la mitología popular atribuye a un moribundo Bertolt Brecht y que concluye con la demoledora conclusión de  "... y ahora vienen a por mi y es demasiado tarde".
Pues bien eso es lo que les está ocurriendo a los docentes de la enseñanza pública concertada.
Nuestro Gobierno, ajeno desde el primer día de su acceso al poder a todo lo que suponga algo parecido a la lealtad ideológica, sigue en su búsqueda de dinero y recursos que quemar en lo único que le preocupa, en el único objetivo que mueve sus acciones: cambiar la sociedad de manera que sirva a los intereses de sus socios y amigos.
Y ahora le toca el turno a la enseñanza concertada.
Porque muchos de esos docentes cometieron el error de creerse al resguardo y se quedaron en sus casas mientras sus compañeros -sus compañeros, sí, no sus rivales, ni sus antagonistas, sus compañeros- de la enseñanza pública intentaban e intentan combatir para mantener las expectativas de educación y futuro para todos.
Porque muchos creyeron que la ideología social de Génova y Moncloa, que primaba lo concertado sobre lo público, que asignaba cuantiosas exenciones de impuestos y donaciones de suelo a los colegios concertados mientras se negaba a pagar incluso la luz de los públicos haría que ellos no se vieran afectados por esos brutales recortes; imaginaron que con ellos no iba aquello de las interinidades despedidas, de las pagas extras recortadas; creyeron que a ellos no les afectaría nunca el hecho de primar las notas de los exámenes sobre la experiencia docente porque al fin y al cabo ellos no eran contratados por oposiciones.
Creyeron que si se quedaban quietos la bestia no les vería, que si permanecían callados -o incluso les decían a sus alumnos que no secundarán las huelgas de estudiantes porque a ellos esas cosas a ellos no les afectaban en sus colegios católicos concertados- el animal salvaje del recorte no les atacaría, que si se hacían invisibles la hidra furiosa de mil cabezas de la austeridad mal entendida no les devoraría
Y claro, como suele ocurrir en estas ocasiones, se equivocaron. Porque los animales salvajes -y no hay nada más salvaje que la política de recortes que ahora padecemos- no necesitan que te muevas para verte, no necesitan que hables para oírte. Huelen el miedo y se ceban en él.
Porque la ideología del Partido Popular y del inquilinato moncloita sustentado por el no se basa en primar la educación concertada sobre la pública -aunque pueda parecerlo-. Eso es secundario. Se basa en primar la educación como negocio sobre la educación como derecho  del ciudadano y obligación del Estado.
Así que nunca les apoyó a ellos. Apoyó a los propietarios de sus empresas.
Y ahora, cuando están a punto de quedarse sin convenio, cuando el Gobierno no mueve un dedo al respecto, cuando en su quietud, en su silencio y en su aquiescencia medrosa han contribuido a hacer posible la situación, se dan cuenta de su error.
Los dueños de sus centros de enseñanza empezaron a sesgar la admisión de alumnos dejando fuera a los que tenían más problemas de aprendizaje, a los que tenían menos recursos económicos, a los que, en definitiva, eran menos rentables y ellos no se movieron; las juntas directivas de sus centros docentes empezaron a eliminar de forma disimulada desdobles y profesores de apoyo en lugar de eliminar sus clases de valores cristianos o de reducir sus horarios de religión -por ejemplo- y ellos siguieron sin decir nada sin darse cuenta que es precisamente ese solamente quejarse por lo propio y protestar por lo nuestro lo que nos ha llevado a los occidentales atlánticos al abismo en el cual nos encontramos..
Y ahora les toca a ellos.
El Gobierno impondrá recortes en los conciertos y sus empresarios tiraran de reforma laboral, de recorte social y de todo lo que tengan a mano para mantener sus beneficios. les bajarán el sueldo, les quitarán la paga extra o simplemente les despedirán para que otro se haga cargo de su puesto por menos dinero.
Cada año, en Estados Unidos se repite una situación curiosa. Sobre el mes de julio los poderosos sindicatos de la enseñanza -del que forman parte todos los profesores, no los públicos, no los privados, no los pocos concertados que hay en ese país, todos- y el no menos poderoso lobby de la enseñanza tiene que firmar su renovación de convenio.
Cada año se llega a una situación de bloqueo y cada año el Secretario de Educación hace lo mismo. Se sienta en una mesa con todos ellos y les amenaza a unos con perder su condición de empresa esencial -exenciones de impuestos incluidas- y a otros con perder su categoría de asimilados a funcionarios federales.
¿Resultado? En setenta y dos horas llegan a un acuerdo y firman la renovación en las condiciones que el Gobierno Federal ha propuesto.
Nuestro gobierno podría hacer lo mismo pero todos sabemos que José Ignacio Wert está más preocupado por encontrar a alguien con quien polemizar, con localizar a alguien a quien insultar que con preocuparse de la educación y el futuro de los españoles, así que no ocurrirá.
Y los profesores de la concertada que hicieron de la invisibilidad su arma -por lo menos mayoritariamente y sobre todo en los colegios religiosos-, apoyados por algunos sindicatos que se empeñan en dividir en lugar de en unificar, que pretenden seguir utilizando la vieja fórmula de que cada uno defienda lo suyo aunque sea en detrimento de los demás, ahora se encuentran al descubierto, atacados igual que todos los demás, en riesgo igual que todos los demás.
Como el autor de la frase atribuida al dramaturgo alemán, dándose cuenta de que están solos porque no buscaron aliados cuando eso suponía luchar por los problemas de otros, claman contra la injusticia, se giran a un lado y a otro para buscar aliados. Y no encuentran a nadie.
Y amenazan con una huelga. Una huelga que llega dos años tarde, que llega miles de recortes tarde, que llega una guerra por la subsistencia de la Enseñanza Pública tarde.
Pero bienvenida sea, bienvenido sea el movimiento aunque se haya demorado, bienvenido sea la salida de la ceguera aunque sea tardía.
Los docentes de la concertada amenazan con una huelga que condena a mucha gente a la grandeza.
A las comunidades educativas de la enseñanza pública, que llevan meses peleando, les arroja a la grandeza de la necesidad a apoyar la lucha de aquellos que no apoyaron la suya, que permanecieron en silencio mientras ellos gritaban, que se quedaron quietos mientras ellos se movían.
A los que ahora le ven por fin las orejas al lobo desde sus puestos de trabajo en la educación concertada les llama a la grandeza de quitar una sola palabra de la pancarta de la fotografía que ilustra este post.
concertada. Basta de "no a los recortes en la concertada". "No a los recortes y punto".
No defendáis lo vuestro. Defended lo de todos.
Esto solo podemos pararlo entre todos si no queremos que la frase falsamente atribuida a Brecht sea irremisible cierta y sea demasiado tarde.



sábado, marzo 23, 2013

De escarches, nazis, conciencia y González Pons

Los nazis, esos locos furiosos que pusieron el mundo patas arriba y ocasionaron la muerte de 40 millones de personas, son un ejemplo muy socorrido. Siempre que hay una polémica, siempre que se da una controversia sobre los derechos de unos y de otros, sobre el choque de esos derechos, más concretamente, salen los nazis a relucir como ejemplo de unos y de otros.
Lo que no se esperaba uno es que, en mitad del ataque más brutal a los derechos básicos por parte de un gobierno que se recuerda en España desde que las botas y los bigotes dejaran de poblar las salas de gobierno de este país, los que mentaran a los nazis, los que se los llevaran a la boca, fueran precisamente aquellos que se encuentran dentro de los bastiones de la corte de Génova, 13.
"Dicen que me van a señalar, pero señalar es lo que hacían los nazis con los judíos”, así se descuelga Esteban González Pons, vicesecretario de estudios y programas del Partido Popular -¿donde va el chico sin cargo?- refiriéndose ni mas ni menos que a los Activistas del la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
¿Por qué?, porque han decidido que todo el mundo sepa que González Pons está contra la dación en pago para saldar las hipotecas que están sangrando y desahuciando a miles de familias; porque han decidido que no pase un minuto sin que el mismo tenga que recordar que ha decidido ponerse del lado de los bancos y no de los ciudadanos, que ha decidido utilizar su escaño y su puesto político para proteger a sus socios y sus amigos y no a aquellos de los que se supone que emana su representación.
El hombre, que debe ser que sabe mucho de totalitarismos porque no olvidemos que para él limitar la velocidad era algo estalinista  tira de nazis para afirmar que nadie tiene derecho a señalarle, a hacerle sentir mal, a recordarle que la mayoría de aquellos a los que se llena la boca de decir que representa están en contra de lo que el defiende.
Pues bien, yo tengo otro ejemplo
En la década de los años 30 un país promulgó una ley. Una ley secundaria, que no era de las más importantes ni de las que copan los sesudos análisis de la historia. Se llamo Ley de Deudas, Empréstitos y Arrendamientos.
La ley de marras permitía a las entidades bancarias alemanas hacerse con el control de viviendas y negocios ante la falta o demora en el pago de un solo plazo en los créditos, aunque en el momento del desahucio tuviera posibilidades de abonar la deuda ¿nos suena a algo?
Obligaba además a los que no habían cumplido con el crédito  a pagar el resto del mismo y forzaba la expropiación de sus bienes para cubrir esa deuda dineraria ¿nos sigue sonando a algo?
Posibilitaba que los propietarios de un local o una vivienda desahuciaran en tiempo récord a sus inquilinos con una cascada tal de excusas que prácticamente podían hacerlo cuando quisieran, obligando ademas, so pena de embargos de propiedades y bienes a abonar el coste total del contrato a modo de indemnización por daños al propietario ¿nos recuerda alguna cosa?
¿El país?,  Alemania; ¿el Ministerio?, el de Interior; ¿el ministro?, Wilhelm Flick; ¿el año?, 1933, ¿el régimen?,  el Nacional Socialismo.
Si es que parece que los nazis sirven para todo y no resulta ni siquiera de recibo que González Pons tire de los nazis cuando se siente molesto mientras está defendiendo una situación bancaria e hipotecaria tan parecida a la de la Alemania de ese régimen.
Claro que él no lo hace por criterios racistas, no quiere quitarle sus propiedades a los judíos, simplemente quiere condenar a la pobreza a toda la población para salvar a sus amigos y socios de las entidades bancarias intervenidas.
Así que la población tiene derecho a saber que él está defendiendo eso, que está defendiendo una ley arcaica, desequilibrada e injusta que se parece más a cualquier normativa nazi que a los principios de la Constitución que dice defender.
Y si hay que escarcharle -que seguirle allá donde vaya- para recordárselo no es porque los activistas de la PAH se hayan vuelto repentinamente camisas pardas con deseos de incendiar el Reichstag, es porque él lo ha olvidado. 
Ha olvidado que su obligación es para con los ciudadanos, no con un sistema financiero corrupto y negligente; es con la sociedad, no con una ideología económica que se ha demostrado imposible de mantener y que ha ocasionado el colapso de un sistema con crisis cíclicas, cada vez más frecuentes y demoledoras.
Si le molesta que llamen 45 minutos a su puerta, que les abra y hable con ellos, como es la obligación de todo representante público; si le molesta que le sigan, que se detenga, les escuche, dialogue con ellos y discuta sus propuestas en lugar de parapetarse tras su escaño de mayoría absoluta para limitarse a pulsar el botón del sí o el no, según le indique su jefa en el Congreso.
Y lo mismo vale con todos los demás.
Si Soraya Sáenz de Santamaría quiere respeto a su intimidad que demuestre tenerla por la intimidad, el futuro y la dignidad de los tres millones de españoles que se encuentran ya en la frontera de la miseria. Porque resulta muy difícil tener intimidad cuando se vive en un banco de un parque o debajo de un puente.
González Pons se queja de que acosan a un "representante de la soberanía", pero lo que olvida es que quien,según él, le acosa, es esa soberanía que le recuerda que trabaja para ella, que recibe el sueldo de ella y que está obligado a pensar en ella antes que en cualquier otra cosa.
"Asustar a mi familia es un método mafioso. Hoy lo hacen para que los políticos cambiemos el voto. Mañana lo harán con los jueces y pasado con los periodistas. Es muy peligroso", dice el miembro de la corte genovita.
Y tiene razón. Pero que no sufra por los jueces o los periodistas. Los primeros saben que son el tercer poder del Estado y que se deben a la justicia y a la ciudadanía y lo están demostrando y los segundos informan, solamente eso. 
No  tienen nada que ver con su Gobierno, no puede arrimarles al ascua de su sardina para que le apoyen en esta causa.
Pero el miedo de su familia no se corresponde con la realidad. 
Si su familia se asusta de la protesta de la PAH es porque alguien les ha enseñado a entender a la ciudadanía como su enemiga, a pensar que los que no apoyan sin rechistar o por lo menos se resignan cristianamente a lo que el PP dicta para España son violentos "radicales", "rojos" y "revolucionarios" peligrosos.
Y eso es algo que no ha hecho la PAH, ni ciudadanía  sino la ideología que González Pons ha inculcado a su entorno.
Pero el miedo de otras familias si se corresponde con la realidad. El miedo que su política impone. El miedo a no saber que comer mañana, de donde sacar ingresos, si al día siguiente tendrá un techo bajo el que cobijarse. Y ese miedo también es peligroso, también es producto de tácticas mafiosas. Las de su partido, la de sus grupos de presión, la de sus centros de poder.
Claro que los métodos mafiosos son muy peligrosos. 
Por eso es peligroso que se intente utilizar el gobierno para beneficiar económicamente a un grupo -método mafioso por antonomasia-, que se intente controlar bajo cuerda los poderes públicos para lograr sentencias judiciales benévolas o favorables, que se intenten utilizar las fuerzas policiales y de seguridad para defender y proteger los intereses de un solo colectivo, que se acepten sobornos, pagos oscuros, sobresueldos sobrecogidos de pasillo, donaciones anónimas, chantajes intuidos...
Todo ello en nada está relacionado con los activistas de la PAH. Todo ello muy de Génova, muy de la peor tradición genovesa, muy de Al Capone y Charlie "Lucky" Lucciano.
Según parece lo mafioso y lo nazi está más cerca de González Pons de lo que el mismo cree o reconoce.
Así que quizás González Pons no tendría que sentirse molesto por los gritos y los recordatorios escarchados de la PAH si, cuando tuvo la ocasión de hacerlo, hubiera escuchado otros gritos que seguramente acalló, que se empeñó por no escuchar y que ahora ha olvidado como si nunca se hubieran producido.
Los gritos de su conciencia sobre sus actos, decisiones e intereses personales. 
Pero claro, es más que probable que hace años que su conciencia se alejajara de él, seguramente a más de ciento veinte kilómetros por hora para evitar caer en el estalinismo comunista.
Por ello la PAH se ha visto obligada a actuar así con los políticos. Para sustituir a sus conciencias.
Eso es el escarche. Los gritos que oyen y tanto les molestan no son de la PAH. Son de sus primero adormecidas y luego enterradas conciencias que el escarche resucita a golpe de megáfono y seguimiento.
Por eso escuecen tanto.

viernes, marzo 22, 2013

El oxímoron wertiano de la revalida externa

Lo del ministro de Educación -o de Agitación y Propaganda (agitpro), que ya no se sabe qué definición es más acertada- siempre ha sido de traca, de pirotecnia general y explosiva. Pero quizás sea porque el calendario aún se encuentra en los alrededores de Jan José y las fallas valencianas en estos días se ha transformado en algo que ya no es de traca, es de obús de 60 milímetros lanzado directamente contra la linea de flotación de la Educación Pública.
Al buen hombre -es un decir- le pregunta un diputado de Convergencia y Unio por qué las revalidas, bueno las calificaciones de las revalidas, las harán elementos externos a los centros, y el tipo tira de esa sonrisa semi perversa que el debe creer que le hace interesante y contesta: "Tengo confianza máxima en los docentes y en su trabajo como evaluadores, pero las evaluaciones externas evaluarán a alumnos, profesores y centros".
¡Ole sus gónadas externas de ministro torero de opereta decimonónica!
El individuo en cuestión tira de oxímoron, y antítesis en la misma frase y se queda tan ancho, como si el oscuro futuro que esta haciendo cernirse sobre la educación pública y las expectativas vitales de aquellos que no tienen dinero para pagarse una educación privada no tuviera nada que ver con él, con lo que está haciendo y con su acoso ideológico a la enseñanza pública.
Su afirmación es un oxímoron porque no se puede decir que confía en los actuales docentes mientras permite que sus brazos armados en las distintas comunidades intenten deshacerse de ellos a cualquier precio, primando la nota en unos exámenes de oposición de neófitos sobre años de ejercicio de profesores interinos que ya tienen práctica y experiencia profesional sobre el terreno .
Porque no se puede decir que confía en los docentes y pretender limpiar los colegios públicos en Valencia, Castilla La Mancha y Madrid -y donde se tercie- de profesores interinos para sustituirlos por becarios en prácticas solamente porque se pretende hacerles trabajar sin cobrar para que las cuentas del eterno y sacrosanto recorte cuadren en sus balances.
Pero sobre todo es una antítesis imposible de aceptar porque no se puede dinamitar la educación pública, desgastarla como un zapador galés ante las murallas de Azincourt, desarbolarla desde babor y estribor como la armada inglesa al San Juan Nepomuceno en Trafalgar y luego enviar a examinadores externos a evaluarla.
¿ Tendrán en cuenta los nuevos hombres de negro de la revalidad que en un instituto de Burjassot no tienen luz porque su gobierno autonómico no se la paga cuando evalúen a los alumnos, los profesores y el centro? ¿existirá un baremo para dirimir la diferencia de rendimiento en el aprendizaje y en la enseñanza entre dar clases en un colegio o un instituto en perfectas condiciones y hacerlo en uno en le que se da clase en barracones embarrados y con goteras como el 107 o el Evaristo Calatayud de Valencia? ¿se establecerá una ponderación en la que se tenga en cuenta que no es lo mismo llegar descansado en un autobús a dar clase que hacerlo después de recorre varios kilómetros a pie, o que la concentración es mucho más fácil cuando los huesos y las carnés de alumnos y profesores están a la temperatura adecuada que cuando hay que atrincherarse en el plumas y apretar los dientes porque la calefacción no se puede encender en pleno invierno por falta de presupuesto para gasóleo?
Es de suponer que también esos evaluadores de la revalida decimonónica de Wert establecerán tablas de ponderación que incluyan en la valoración de los alumnos en las que se tenga en cuenta que tienen que comer frío todos los días porque se les ha quitado la beca de comedor, que se les ha cortado el acceso a las becas de libros o que se les ha privado con esa austeridad ideológica que busca hacer obligatoria la elección de centro concertado todos los instrumentos de refuerzo por falta de fondos o de personal docente para llevarlos a cabo.
Y claro, es de suponer que a la hora de evaluar a los docentes esos examinadores externos de revalida tendrán en cuenta que, por pura decisión ideológica, se les ha duplicado el ratio de alumnos por el artículo catorce, se les han hecho imposibles los desdobles de refuerzo, se les han masificado las aulas de adaptación curricular, se les han negado laboratorios y aulas audiovisuales,se les ha rebajado el salario y se les han eliminado los cursos de reciclaje y mejora.
Es de suponer que todo eso se reflejará en las revalidas evaluadas externamente para que quede claro que los suspensos de docentes, de centros públicos y en algunos casos de alumnos son responsabilidad directa de un ministerio que ha suspendido claramente al dedicarse a potenciar los intereses privados e ideológicos por encima de los públicos y los sociales -que son los únicos que deberían interesarle- y de un ministro que sacado uno de esos antiguos Muy Deficiente de la E.G.B como gestor y defensor de lo púbico y como persona que individuo que defienda la justicia y la igualdad de oportunidades.
Es decir que ha suspendido y suspende cada vez que abre la boca como ministro y como persona.
Pero es de suponer que la evaluación de la revalida no sera tan externa como para que incluya esas calificaciones. Wert no es de los que gusta ser evaluado por los demás. Su soberbia y su incapacidad tienden a que no pueda soportarlo.

jueves, marzo 21, 2013

Chipre o lo que no somos y lo que no podemos ser

Muchas son las cosas y casos que en nuestras fronteras se han sucedido dentro de nuestras fronteras en los últimos días. Pero, aunque seguimos acuciados por lo nuestro, no conviene dejar de mirar -aunque sea por el rabillo del ojo- a lo que acontece fuera.
El mundo de lejos, ese del Oriente Próximo -que no es ni próximo ni oriente- sigue en su guerra permanente moviéndose de campo de batalla en campo de batalla entre Siria y Palestina entre Bagdad y Teherán, entre Ramala y Tel Aviv.
Pero no hace falta que nos disloquemos el iris para mirar tan lejos. Nos basta con echar un ojo a la Isla del Cobre, a la hasta hace unos meses eterna Chipre para que se nos abran las carnes.
Chipre está en bancarrota. Los bancos de la isla han llevado a sus ciudadanos a la ruina. Y nosotros los miramos con una cierta reticencia, con un insano morbo, con una temerosa ansiedad. Porque lo que es hoy Chipre podríamos ser mañana nosotros.
Porque sus bancos hicieron lo mismo que los nuestros. 
Buscaron inversiones arriesgadas. En su caso en la deuda griega, en el nuestro en las deudas internas de las autonomías. Ninguna de las dos era solida, ninguna de las dos les dio beneficios. Ninguna de las dos tenía nada que ver con nosotros ni nuestros ahorros.
Porque sus gobernantes hicieron lo mismo que los nuestros.
Recurrieron a Europa. Tiraron de la UE y sus rescates que ya no son rescates sino limpias salvajes, desbrozos brutales de malas hierbas que se llevan por delante incluso los famosos brotes verdes o las plantas cultivadas con el esfuerzo y el ahorro de los ciudadanos.
Porque se afanaron en las mismas políticas tras las que se refugia la teoría merkeliana de la austeridad y la praxis gubernamental de Moncloa, imponiendo recortes, subidas de impuestos y todo tipo de acciones que buscaban cumplir las condiciones impuestas desde Berlín disfrazado de Bruselas, desde Alemania, disfrazada de Europa.
Porque sus números y sus estadísticas hicieron lo mismo que los nuestros.
Se negaron a reaccionar positivamente. Contumaces, se empeñaron en no obedecer las órdenes de Ángela y el BCE. Se contuvo la prima de la deuda pero no el desempleo, se frenó la especulación pero no el déficit, se destruyó el bienestar pero no se activó el consumo. Se perdió todo para no ganar nada.
Y ahora están donde podríamos llegar nosotros.
Sus cajeros les dan dinero limitado. Europa, es decir Alemania, es decir, Ángela Merkel, intenta imponer tasas sobre los ahorros, corralitos bancarios. Intenta robarle el dinero a los ahorradores chipriotas -que no invirtieron en deuda griega, que no arriesgaron sus ingresos de forma temeraria-, para darle ese dinero a los especuladores a los que les salieron mal las previsiones, a los que sus juegos de parqué y deuda pública con dinero ajeno les estallaron entre las manos.
Y eso nos da miedo. 
Nos encoge por dentro porque sabemos que nosotros estamos muy cerca aunque todo el mundo lo niegue. Sabemos que Rajoy y su triada económica no serán capaces de cumplir las previsiones de déficit. Sabemos que hay comunidades autónomas como Catalunya, Valencia o Baleares en bancarrotas apenas disimuladas por unas aportaciones financieras de un Estado que no tiene dinero para seguir ayudándolas.
Pero lo que más nos aterra, lo que nos produce un pánico atroz no es lo que ha hecho hasta ahora Chipre, sino lo que no ha hecho.
Su gobierno, su parlamento, sus representantes, han votado en contra de un rescate -intervención, robo, o como quiera llamarse- que imponga esas condiciones a sus ahorradores. o ha pasado por el aro.
Y eso supone la guerra. Una guerra de despachos, de transacciones, de transferencias financieras pero una guerra al fin y al cabo.
Sus bancos serán sus primeras víctimas y estarán muertos el primer día que abran sus puertas si no se firma un armisticio en los pasillos de Bruselas, de Nicosia o de Berlín.
Pero Nicosia, la isla del cobre ha decidido pelear. Ha decidido - mal y tarde, muy tarde, eso sí- que Europa no tiene derecho a meter la mano en los dineros de sus ciudadanos, que sus bancos no son más importantes sus gentes
Y nosotros sabemos que si llega el caso, que si todo nos conduce a esa disyuntiva  nuestros gobernantes no harán lo mismo, no nos antepondrán a sus números, sus ideologías y sus intereses.
Lo sabemos porque De Guindos ya ha dicho que nuestros ahorros son sagrados, lo que es sinónimo de que no lo son, como no lo han sido las pensiones, ni los impuestos ni nada de lo que supuestamente era intocable cuando el Partido Popular hacía campaña electoral.
Lo sabemos porque ya hemos visto lo que ha ocurrido con la preferentes -que no es lo mismo pero se le parece un poco-.
Lo sabemos porque ya hemos visto a donde ha ido a parar el dinero detraído de Sanidad, Educación, Servicios Sociales y Cultura.
Lo sabemos porque nuestra imaginación no puede imaginarse a Rajoy viajando a Moscú a Brasilia o a Ankara para firmar acuerdos de explotación energética y minera con las potencias emergentes como Rusia y Brasil o a vecinos poco queridos como Turquía y encontrar así los ingresos y los dineros necesarios para salvar su sociedad y su economía sin tener que plegarse al robo institucional que propone el Banco Central Europeo.
Todo eso nos da miedo porque sabemos que al contrario que Chipre, aunque de forma tardía, nuestros absolutamente mayoritarios gobernantes no aceptarán nunca que, como diría el actor,"Uno no lucha por la justicia solo porque crea que tiene opciones de triunfar, sino porque cree en ella".
Nuestro gobierno no luchará por nosotros contra Europa cuando sea necesario porque sabe que será muy difícil triunfar y porque realmente no cree -ni por ideología, ni por interés personal y partidista- que defendernos sea lo justo.
Así que cuando miramos a Chipre lo hacemos con el miedo de lo que podemos llegar a ser y con el pánico de lo que sabemos que nuestro gobierno nunca sera.
Quizás, solo quizás, deberíamos aparcar nuestro egoísmo y nuestro miedo, tan típicamente occidentales  atlánticos, y empezar a demostrarle que nosotros sí luchamos porque creemos que algo es justo, aunque ellos se empeñen en dificultarnos al máximo las posibilidades de triunfar.
Pero claro, ¿cómo era eso?... Todo gobierno tiende a ser reflejo de sus gobernados.

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