martes, marzo 26, 2013

Los colegas de Carromero se lían con la doctrina

La capacidad para la sorpresa que destilan los cachorros del Partido Popular desde que nos cargamos sobre las espaldas en las urnas el gobierno de sus mayores no tiene límite.
Es posible que sea porque, acuciados por el estrés que les produjo el caso Carromero, no les dio tiempo a acudir a clase de semántica o porque, comprometidos con salir dignos, arregladitos y monas en todos los mítines y todas las manifestaciones convocadas, no tuvieron tiempo de perfilar sus conocimientos lingüísticos  ahora se descuelgan con una campaña que pide a los alumnos de los colegios -públicos, se presupone- que denuncien cuando los maestros les quieran adoctrinar.
Sorprende que llegue del PP y sorprende que llegue de Castellón, sera que han tenido tiempo más que de sobra para pensarlo en las zonas de embarque del aeropuerto fantasma que su egregio líder -ahora retirado repentinamente por la puerta de atrás- construyera.
El caso es que les faltan algunos apuntes. Es lo que tiene tanta pegada de carteles y asistencia a mítines rajonianos, que algunas clases se te escapan.
No deben tener muy claro lo que es la doctrina.
1. f. Enseñanza que se da para instrucción de alguien.
O sea, que le piden a los alumnos que denuncien a sus profesores por darles matemáticas  por enseñarle la doctrina del tiempo relativista, por poner ante sus ojos la doctrina del romanticismo literario, de la Revolución Francesa, del modernismo o del cansino naturalismo español. Piden que les denuncien por imponerles la doctrina de que existen tres estados de la materia o de la leyes newtonianas o incluso del universo cuántico de Planck.
Porque eso adoctrinar cachorros populares de un gobierno impopular.
Claro que a lo mejor no es eso.
 2. f. Ciencia o sabiduría.
Quizás los colegas y las colegas de Carromero y Andreita Fabra -también castellonense y del PP, por cierto- lo que están reclamando es que todos los alumnos acudan al Tribunal Constitucional a reclamar su derecho a que sus profesores no inculquen ni ciencia ni sabiduría en sus cerebros, a ser ignorantes y ganarse la vida de forma miserable sin cultura alguna con un sueldo cercano al de hace dos siglos y una reversión a la servidumbre que nos separa apenas unos pasos del derecho de pernada y de la Prima Note.
Puede que sea eso. Porque es seguro que a sus padres, madres, tías y tíos y a todo el entramado de sus socios políticos y empresariales el adoctrinamiento que supone dar ciencia e impartir sabiduría les viene mal, pero que muy mal.
Porque claro, es de suponer que no se referirán a esta.
3. f. Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentadas por una persona o grupo. Doctrina cristiana, tomista, socialista.
Porque entonces por cada niño que denunciara a un profesor que le dice lo mal que lo hace el gobierno con la Educación Pública, habría mil que tendrían que acudir al constitucional a denunciar a los que les dicen que no pueden practicar sexo fuera del matrimonio, que le mundo lo creo dios o que hay que hacer caso a lo que dice el gobierno porque son los que mandan; por cada maestro denunciado que les dijera que tienen derecho a los desdobles, a las clases de apoyo y deben defenderlos, habría cien docentes religiosos denunciados por impartir la doctrina cristiana en su asignatura de valores, por  intentar marcar a fuego en alma de sus alumnos el miedo a la condenación y la resignación cristiana mal entendida y poco reflexionada.
Si fuera esa tendría mucho más sentido que la niña que ilustra la campaña -que debe ser la de Rajoy- levantara la mano derecha que la izquierda o, en el peor de los casos, debería alzar las dos por igual.
Así que es de suponer que esa no será. A lo mejor es esta.
4. f. Plática que se hace al pueblo, explicándole la doctrina cristiana.
Es decir denunciar que se den clase de religión, que se utilicen horas lectivas en sermones en las iglesias aledañas a los colegios católicos, que se confunda la ética con la catequesis o que se empeñen en que hagan redacciones sobre la biografía del Papa Francisco en Lengua Española. 
Así que nos vamos quedando sin opciones a menos que se refieran a esta.
 5. f. Concurso de gente que con los predicadores salía en procesión por las calles hasta el lugar en que se había de hacer la plática.
Pero me temo que tampoco por eso sería decir adiós a las convocatorias dominicales para participar en tal o cual misa por la familia, en convertir en obligatorio o al menos premiar con un punto extra acudir a las manifestaciones en defensa de los presupuestos doctrinales de la Iglesia Católica o a salir en Semana Santa portando en procesión el paso o el pendón del colegio católico de turno.
Parece que los que se han liado un poco han sido ellos. Que no se dejen liar y renuncien a algún que otro mitin para volver a clase y estudiar semántica.
Claro que también pueden mandar a la niña de Rajoy a pedirle que cambie las cinco acepciones castellanas de la palabra doctrina para que encajen en su eslogan 
Y de paso que le pidan también que cambie la definición de Libertad de Cátedra y reinstaure el Tribunal de la Santa Inquisición, el Florido Pensil y los catecismos de Ripalda y Astete.
¡Qué para algo tiene que servir ganar las elecciones!

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