sábado, diciembre 26, 2015

El nuevo baluarte del "digodieguismo" político

Parece que ya empezamos.
Por más que enviemos el mensaje en las urnas, en la calle o donde sea nuestros políticos se empeñan en comportarse como una antigua dama victoriana que era invitada a acudir a un lugar al que no quería ir: fingen no haber recibido el mensaje.
O, para ser más justos. Uno de ellos.
Mientras Mariano Rajoy y el Partido Popular hace todas las cábalas posibles para poder llegar al Gobierno sin contar con Podemos y sin modificar la constitución en los aspectos territoriales, vamos lo que se ha cansado de repetir durante su campaña electoral, hay quien ya está tirando de ese viejo "donde dije digo, digo Diego" tan de nuestros políticos.
Mientras Podemos y Pablo Iglesias no renuncian al referéndum catalán ni al cambio de la ley electoral y los colocan sobre la mesa ante cualquier posible pacta. Vamos, lo que se hartaron de exponer durante toda la fase preelectoral, hay quien ya se saca de la manga cosas que no dijo y oculta lo que antes tremolaba a los cuatro vientos
Mientras Pedro Sánchez y el PSOE buscan un pacto de izquierdas que no les fuerce al referéndum catalán, que les permita presentar una opción de gobierno al Partido Popular, o sea más o menos lo que expusieron en sus mítines, debates y discursos, los hay que han decidido hacer oídos sordos a sus propias palabras.
"Queremos proponer, tanto al Partido Socialista como al Partido Popular un pacto por España". Eso ha dicho Albert Rivera el pasado 23 de diciembre, justo antes de irse a casa a comer el turrón.
Y esa frase, esa sola frase es el mayor ejemplo de "digodieguismo" político español desde el "OTAN, de entrada NO" del PSOE de los albores de la democracia.

"Tener que participar en un Gobierno en el que no crees, con un presidente, me da igual que sea Pedro Sánchez o Rajoy, en el que no confías como presidente y además formar parte de eso sin tener capacidad de decisión, hombre lo más lógico es estar en la oposición".
Y eso lo dijo el 26 de Noviembre. Hace un mes.
"Igual que también descarto apoyar al señor Rajoy y al Señor Sánchez. Si queremos cambios no pueden hacer los cambios los que no creen en ellos. Por tanto Ciudadanos si puede gobernar, gobernará. Si no nos dejan gobernar estaremos en la oposición".
Eso lo dijo el 9 de Diciembre, el mismo día que afirmo lo siguiente.
"Nosotros no vamos a apoyar a Mariano Rajoy ni a Sánchez, lo hemos dicho por activa y por pasiva", "la opción de la abstención no es que esté abierta, es que no les vamos a apoyar" y sobre todo "Lo que yo dejo claro a diferencia de otros es que ni vamos a entrar en un gobierno que no presidamos, ni vamos a firmar un acuerdo de investidura, ni vamos a votar a favor de la investidura de Rajoy ni de Sánchez, ni vamos a firmar un pacto de legislatura, es decir, creemos que no habrá cambios si sigue Rajoy al frente".
Y hace diez días seguía en las mismas
"A todos los que hacen cábalas sobre pactos y no pactos un mensaje claro: no queremos que sigan los mismos (...) Y no creemos que ni el PSOE, ni el PP, ni Sánchez, ni Rajoy representen ese cambio. Son más de lo mismo, quieren que todo siga igual, quieren aferrarse al poder de cualquier manera y desde luego nunca lo van a hacer con nuestro apoyo".
Eso era el 16 de diciembre.
Las alecciones se acercaban y la cosa seguía más o menos igual
"Insisto, no va a haber investidura, ni acuerdo, ni pacto, creemos que tenemos que abrir una nueva etapa política y eso solo llegará con la llegada de un nuevo gobierno".
El 17 de diciembre. A tres días de las elecciones.
Y luego, cuando solamente queda un día -porque la jornada de reflexión no cuenta- Albert Rivera se descuelga con una declaración en la que afirma: "No es lo mismo decir que no investiré que decir que en un momento dado me puedo abstener si es una cuestión de Estado". Y todo eso termina siendo "Ofrezco al PP y al PSOE un pacto por España"
Toda la campaña diciendo, gritando, repitiendo y haciendo gala de que no quiere que Rajoy o Sánchez gobiernen y ahora de repente les ofrece un pacto -no es que lo acepte, es que se lo ofrece él mismo- en el que uno de los dos estará en el gobierno.
Toda la campaña asegurando que no les apoyaría y un día antes de los comicios asegura que podría abstenerse ¿no es eso un apoyo?, ¿no se trata del típico juego verbal al que nos tenían acostumbrados el PP y el PSOE en sus campañas y sus gobiernos?
En serio, lo siento por quienes hayan votado a Ciudadanos creyendo que era un partido que creía en algún tipo de cambio en la política porque de momento son los únicos que han demostrado que son más de lo mismo.
Y no es porque pactar no sea lícito y democrático. Es porque ofrecerlo después de haber prometido no hacerlo no es ético ni coherente.

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