Con esto de nuestro gobierno o desgobierno y sus riesgos y beneficios -yo veo muchos más beneficios que riesgos- nos hemos olvidado de otro asunto que mantuvieron en nuestra mente los medios y los políticos todo el verano: Catalunya, su secesión, su gobierno o desgobierno -que también están en esas- y su futuro. Ahora nos vuelve el asunto con la asamblea de la CUP que debe decidir si sus representantes votan o no la investidura de Artur Mas.
Y los medios convencionales, que cada vez son más la voz de su amo y cada vez hacen menos por ocultarlo, cargan contra ellos por un solo motivo: son anticapitalistas. Algunos medios incluso, en el ejercicio de manipulación informativa más artero y torticero que se recuerda desde la quema del Reischtag, llegan a compararlos con los soviets.
No son revolucionarios, no son violentos, no están armados, no claman por la dictadura del proletariado ni por la reeducación burguesa, pero los comparan con los soviets. Luego se desdicen dos párrafos más abajo pero el titular ya está leído, el miedo ya está sembrado, la manipulación ya está hecha.
¿Por qué lo hacen? porque les tienen terror; ¿por qué les tienen terror? porque son anticapitalistas.
Y ahí es donde está la raíz del problema. La estrechez de miras y la incultura que hace que les teman es culpa del que les observa, no de la CUP.
Porque en este Occidente Atlántico nuestro en cuanto alguien dice que es anticapitalista su interlocutor, sobre todo si es liberal conservador, le coloca la vitola de comunista, de estalista, de estalinista incluso.
Tratamos las teorías económicas como verdades evangélicas reveladas, como si hubiera solamente dos posibles y fuera imprescindible elegir entre ellas. Como el clásico Madrid -Barça, en definitiva.
Olvidamos que el capitalismo es un invento humano y que el comunismo también los es. Que el mundo no viene de fábrica con solamente esas dos opciones de sistema económico.
Antes de que Adam Smith o John Stuart Mill hablaran y teorizaran sobre el liberalismo se vivía en un sistema económico de Control Monopolístico Real -por el rey, claro-, pero antes de que Nicolas de Maquiavelo, entre otros, abogara por ese sistema se vivía en un sistema económico feudal basado en la servidumbre y el vasallaje y antes de que los teóricos de ese sistema -que también los hubo, como San Gelasio, por ejemplo- lo consideraran provechoso se vivía en el sistema económico imperial romano basado en la conquista, y antes en otro, y antes en otro hasta llegar a la economía de subsistencia y el trueque del albor de los tiempos.
Baste todo esto para decir que aquellos que ven en el anticapitalismo el sinónimo del estatalismo marxista leninista son, como mínimo, estrechos de miras y como regla general incapaces de aprender de la historia.
Cuando el capitalismo hizo aguas por primera vez, allá por la Revolución Industrial, ¿alguien pensó en volver al Feudalismo?, ¿pedían los obreros o los dueños de las fábricas el retorno a la servidumbre, la restauración de la prima note o de la vinculación a la tierra?, Obviamente no.
Buscaron soluciones nuevas. Unos crearon la teoría política y social del marxismo / socialismo / comunismo y otros la del colonialismo. Miraron adelante, no hacia atrás. Como se ha hecho siempre cuando un sistema económico ha fracasado.
Pero ahora los defensores del capitalismo liberal han comprado la manipulación de los que siempre se beneficiaran con este sistema económico de una dicotomía inexistente: Todo es capitalismo o comunismo. Todo anticapitalista quiere volver a un sistema muerto y asesinado por la incapacidad de los que lo pusieron en marcha y por la negativa a aceptarlo y el bloqueo de quienes se sentían amenazados por él.
Así que lamento tener que decir que a mi modo de ver ese miedo a los soviets cuando se escucha la palabra anticapitalismo no es otra cosa que incultura política, incultura histórica e incultura social.
Economía de Recursos, Economía de Distribución Global, Comercio Justo, Economía de Rentas Activas, Economía de Regulación Estable...
Que ¿qué es todo eso? Es el anticapitalismo. Desde Paul Krugman hasta los ecologistas, desde Joseph Stiglitz hasta los movimientos antiglobalización, desde Angus Deaton hasta el Congreso de Economistas Africanos.
Y ninguno tiene nada que ver con los Soviets por más os empeñéis en intentarlo.
Quizás en lugar de gritar ¡Comunismo estalinista! cada vez que alguien se muestra en contra del sistema liberal capitalista deberían pararse y preguntarse ¿Por qué no hemos oído hablar de la inmensa mayoría de estas cosas?
Y ninguno tiene nada que ver con los Soviets por más os empeñéis en intentarlo.
Quizás en lugar de gritar ¡Comunismo estalinista! cada vez que alguien se muestra en contra del sistema liberal capitalista deberían pararse y preguntarse ¿Por qué no hemos oído hablar de la inmensa mayoría de estas cosas?
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