lunes, diciembre 21, 2015

Todo lo que se pueden ahorrar tras las elecciones.

Vayamos por partes
Para empezar que quede claro que 28 de cada cien españoles con derecho a voto han emitido su sufragio en favor del Partido Popular. Lo digo para no tener que repetirlo en semanas venideras cuando alguien diga eso de "la mayoría de los españoles ha votado al PP", "la mayoría de los españoles ha expresado en las urnas que desea un gobierno del Partido Popular".
Ya digo desde ahora que será una mentira como un templo porque 72 de cada cien españoles con derecho a voto han declarado abiertamente con su papeleta que no quieren un gobierno del PP. 
Así que todo pacto, alianza o coalición política, incluya o no incluya al Partido Popular es lícita, democrática y justa. 
Otra cosa será valorar la ética ideológica de cada una de ellas en caso de producirse. Por mi pueden ahorrarse el falaz argumento del "gobierno de la lista más votada", "el hurto en los despachos de la voluntad popular" y demás zarandajas, manipulaciones y mentiras disfrazadas de verdades incontestables. Sé que no lo harán, pero pueden hacerlo.
En segundo lugar a 26 de cada cien españoles con derecho a voto les trae al pairo lo que pase en su país, cómo sean sus políticos y quien les gobierne o les deje de gobernar. Eso significa para mi la abstención. 
Si tenían otra cosa más importante que hacer es su problema pero han perdido el derecho a que el Gobierno -cualquiera de los múltiples gobiernos posibles o imposibles- vele por ellos, les proteja, les ayude o legisle teniendo en cuenta sus necesidades. 
Se pueden ahorrar lo de la "apatía social", "la desafección política" o el "desapego" como excusa. Para expresar eso está el voto en blanco. Y también lo del "son todos iguales" como justificación a su desidia e irresponsabilidad. 
Sé que tampoco se ahorrarán esas excusas y justificaciones pero hasta los próximos comicios a este país no debería importarle un carajo su opinión como a ellos no les importa un carajo su futuro.
Como tercera reflexión se me vienen algunas matemáticas imposibles a la mente:
Una diferencia de aproximadamente 1.700.000 votos -los que hay entre los 7.200.000 del PP y los  5.500.00 del PSOE- supone una diferencia de 33 diputados ¿y una distancia de 300.000 -la que existe entre PSOE y los 5.200.000 sufragios obtenidos por Podemos- supone 21 escaños?
No me salen las cuentas porque si 300.000 votos más le hubieran dado a Podemos 21 escaños más, con 1.200.000 más hubiera tenido 63 diputados más, es decir los mismos que el PP. Hubiera ganado las elecciones con 123 escaños pero con 6.400.000 votos, 800.000 menos que el PP. Y sabemos que eso no hubiera ocurrido.
No es que no sepa que las cuentas electorales no se hacen así es simplemente que para mi estas elecciones son las primeras que demuestran abiertamente que el sistema electoral es injusto, desequilibrado y casi paleolítico. 
Y los que me hablen de la "proporcionalidad territorial" o del "sistema de asignación de restos" también se lo pueden ahorrar. Aunque sé que no lo harán pese a que el 72% de la población española vive en entornos urbanos y el sistema de circunscripciones provinciales y no regionales -o incluso de circunscripción única- no tiene en cuenta esa realidad.
Y para terminar la faena por ahora la mitad de los españoles con derecho a voto que lo han ejercido lo ha usado para votar a un partido que no fuera el Partido Popular o el Partido Socialista Obrero Español. 
Fueran de izquierdas o de derechas, liberales o socialdemócratas, secesionistas o unionistas, han votado más allá de las "Dos Españas" machadianas, de "la memoria histórica" y la "reivindicación del franquismo", del "que vienen los rojos" o el "que vuelven los fachas", del "la tierra para el que se la trabaja" o el "van a quemar las iglesias y quitaros las casas".
Así que se pueden ahorrar lo de  "la herencia del franquismo", o "la represión republicana" como explicación a su enconamiento secular que pretende dividir este país en un eterno partido de fútbol político. 
Sé que no lo harán pero pueden hacerlo porque la Guerra Civil española empezó ha ochenta años y ahora hay otras dos españas: la que quiere seguir dirimiendo la ideología por lo que ocurrió o dejó de ocurrir hace ocho décadas y a la que le importa un bledo en qué bando hicieran la guerra sus abuelos o sus bisabuelos.
Por ahora, eso me dicen a mi estas elecciones.

No hay comentarios:

Lo pensado y lo escrito

Real Time Analytics