Y de nuevo estamos a vueltas con Israel y los visionarios de Sion. La ofensiva sigue, las muertes siguen, la locura sigue.
El Reino de Sión ya tiene un nuevo Templo en el que cantar salmos en honor a su dios; ya tiene un nuevo Tabernáculo en el que guardar las ordenes sangrientas de su Ado-nay.
Ya tiene un nuevo altar en el que inmolar a corderos inocentes para que su sangre salpique las vestiduras blancas de los que sirven a Yahve y persiguen imponer su voluntad y la de los que gobiernan en su nombre.
El Reino de Sion ya tiene Templo: lo ha erigido en Qana.
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Cincuenta niños muertos para acabar con Hezbollah y la culpa no es de Israel, por supuesto. Ellos equivocan el objetivo, yerran los sistemas de recopilación de información, no berifican sus informes, ignoran el letrero de la puerta que pone Colegio -eso si, en árabe, una lengua pagana y gentil donde las haya- y bombardean un recinto matando a cincuenta niños. Pero la culpa es de otros.
Israel ha desenterrado su Yon Kippur y ha sacado de nuevo a pasear su Angel Exterminador. Es una tradición. Cada vez que están en guerra con alguien parece ser que se acuerdan de aquello de las plagas de Egipto y la emprenden con los primogénitos del pueblo en cuestión. En la era antigua fueron los de Egipto. Hoy son los de Libano. En medio estuvieron Sabra y Shatila. Da igual quien sea el enemigo pero sus niños siempre mueren. Siempre son masacrados y el Estado de Israel nunca tiene la culpa.
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Pero esta vez hay que congratularse porque El Ejercito de Sion ha realizado una investigación sobre lo ocurrido en lugar de limitarse a hincar la rodilla y agradecer a su dios que les librara de una generación de futuros terroristas en la cuna.
Y claro, los pilotos que bombardearon el edificio son inocentes. La investigación demuestra que no sabían que allí había niños Y por eso son inocentes. Los Servicios Secretos son inocentes porque la investigación demuestra que en otras ocasiones Hezbolla había utilizado colegios para guardar material bélico. Los que oprdenaron el ataque son inocentes porque se basaron en las informaciones de los Servicios Secretos... Y así hasta el infinito.
Un ciclo de elusiones y excusas que permiten que nadie sea culpable, que todos vuelvan a sus casas y a sus rezos sintiéndose a salvo de la sangre que riega el nuevo Templo de la Expiación que han erigido en Qana, que todos puedan seguir sintiéndose víctimas de un genocidio pasado en lugar de los verdugos en un genocidio moderno, que es en lo que se han convertido.
Nadie les cree, la realidad diluye sus cortinas de humo, la lógica derriba de un sólo soplido todas las argumentaciones que son capaces de inventar. Pero eso no les importa. Los demás, la realidad y la lógica no suelen ser importantes en el pensamiento colectivo de un grupo de fanáticos.
Tan antiguo como La Lapidación. Tan antiguo como la Matanza de los Primogénitos de Egipto.
Hoy el infierno arde, pero arde de justa cólera.
Arde de indignación porque acoge en su seno cincuenta almas que no deberían estar aquí. Cincuenta niños que no saben ni sabrán nunca nada sobre las necesidades de tierra de Israel. Que desconocen todo sobre las visiones y locuras de los iluminados del Reino de Sion. Que murieron por la incapacidad de aquellos que deberieron parar el primer día una acción militar absurda, fascista e ilegal.
Hoy nos han llegado cincuenta almas desde Qana porque no queremos dejarlas en manos de un dios que permite a su Pueblo Elejido matar niños y además les da la orden de hacerlo.
Hoy, Azazel y Abaddon, cuidan de ellos y los acunan. Al fin y al cabo el Señor de Sion ya les castigó al infierno por negarse a ser sus Angeles Exterminadores. Ya tienen experiencia en proteger a los inocentes de la Ira de Sion.
Lo bueno de ser un demonio es que ni Adonay ni sus lacayos pueden bombardear tu casa.
3 comentarios:
Si quieres acabar con ellos, les puedes mandar la opción de un mes de pizza, y a lo mejor revientan.
http://www.pizzaidf.org/
No quiero acabar con ellos. Quiero que ellos no caben con los que tiene alrededor. La diferencia puede parecer sutil pero es importante.
"Verifican"
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