jueves, agosto 25, 2011

La reforma constitucional de la esquela mortuoria

Vaya pues nos cambian La Constitución.
O no, que todo depende de lo dispuestos que nuestros ínclitos partidos mayoritarios estén a abandonar sus férreas e inamovibles naturalezas ideológicas para lograrlo.
No ha sido para garantizar el acceso de la mujer a algo a lo que no debería tener acceso ni siquiera el hombre, la Corona monárquica; no ha sido para cambiar las normas del referendo u permitir algo que todos deberían tener: el derecho a elegir donde y con quien quieren tener su historia como pueblo.
Nos cambian La Constitución para algo mucho más prosaico, mucho más necesario -dicen ellos-. Nos cambian La Constitución para comunicarnos oficialmente que estamos muertos y que vamos a seguir estándolo. Nos cambian la carta magna para fijar el último clavo en nuestro ataúd e impedirnos resucitar. Será por aquello del laicismo, supongo.
El PSOE y el PP se están poniendo de acuerdo para introducir en nuestra Constitución el principio de la estabilidad presupuestaria del Estado, es decir, para asegurarse el déficit cero.
No voy a ser yo quien diga que el déficit público no es perjudicial para un Estado, pero obligar al déficit cero es darle una carta de naturaleza al mismo liberalismo neocon que está matando económicamente la sociedad, que ya la ha matado y está a punto de rematarla.
El impedir el gasto a el Estado supone la excusa perfecta para no gastar en lo que no va a dar beneficios, para convertir a la sociedad en la única que reciba los varapalos que un sistema económico basado en el egoísmo más absoluto. Es la excusa perfecta para que ni mercados, ni finanzas los pasen mal. Para que sólo lo pasen mal las personas.
Y no es sólo por el principio, no es solamente porque se ignora el hecho de que el Estado gasta -o debe gastar- en aquello que no reporta beneficios económicos. No es solo por la consecuencia de dejar a la intemperie a todos aquellos que no han sabido o no han podido sobrevivir sin ayuda.
No es solo por el fondo, es por la forma.
Porque se ha elegido o se elegirá la forma alemana. La manera teutona que fija el límite de endeudamiento -si es que lo hay- en un porcentaje irrisorio del PIB del País -un 0,35 por ciento en el caso alemán, creo-.
Eso, que parece normal, que parece una tontería es lo que hace que pretenda convertir nuestra carta magna en la carta de presentación de una empresa de pompas fúnebres, en una esquela mortuoria.
Porque significa que cuando el PIB desciende, el presupuesto del Estado desciende. Sin posibilidad de que ocurra otra cosa., Y el PIB desciende cuando la riqueza del país desciende, cuando los vicios del sistema que protege esta reforma han vuelto a conseguir que la situación se haga insostenible. Por resumir, en las ya tristemente y cada vez más galopantes crisis económicas neo liberales.
O sea que, cuando más necesario es que el Estado gaste en protección y en muchas otras cosas, los gobiernos tendrán las manos atadas -o la excusa perfecta- no solamente para no hacerlo, sino que se verá obligada a gastar mucho menos.
Se verá obligado a dejar en la calle a muchos, a no prestar asistencia a muchos, a recortar en todos sus gastos para ajustarse a la pérdida de riqueza que, curiosamente, él no habrá generado, habrá generado de nuevo la especulación, el capital corporativo y el sistema económico que exige y seguirá exigiendo no ser controlado por el Estado.
De manera que ahora que esa forma de ver, hacer y sentir las cosas nos ha llevado al desastre nuestros dos principales partidos se ponen de acuerdo para que no haya ningún gobierno capaz de sacarnos de él sin recurrir a hacérselo pagar a la sociedad, a la ciudadanía, a las personas.
Porque lo que no dicen, en lo que no nos hacen caer es que si un gobierno no puede gastar más de lo que ingresa, pero su sociedad necesita que lo hagas, la única salida es ingresar más.
Y todo lo demás es basura banal y sin sentido. Y la principal fuente de ingresos de un Estados todos sabemos o deberíamos saber cual es: los siempre criticados impuestos.
¿quieren déficit cero? De acuerdo, tengamos déficit cero, pero tengamos el déficit cero que nos merecemos, no el que nos quieren imponer.
La principal crítica de aquellos que denostan a los Indignados es que no aportan ideas -como si la población indignada fuera la que tuviera que enseñar a los políticos a hacer su trabajo ¡Que grande es Telemadrid!-, pero a mí la indignación no me impide pensar.
Así que allá va mi reforma de la Constitución.
Déficit cero, puro y duro, pero en estas condiciones.
  1. - Los presupuestos del Estado nunca recortaran en el gasto necesario en Educación Empleo y Sanidad, manteniendo o incrementando sus partidas lo necesario paramanener el servicio prestado en el ciclo presupuestario anterior, teniendo en cuenta el incremento de la población.
  2. - Se establecerán los ámbitos en los que se llevará a cabo el recorte presupuestario:
  • Defensa -en el caso de que no nos hallemos inmersos en un conflicto armado. Y eso no incluye la reconquista de Perejil ni las misiones de paz en el extranjero- se congelarán o reducirán -sin afectar a los sueldos del personal militar- los gastos de  defensa. Se paralizarán las inversiones en material militar.
  • Administraciones públicas: Se eliminarán por completo los cargos de confianza. Cargos políticos y funcionarios son más que suficientes para administrar un país. Los cargos políticos no cobrarán en ningún caso más de un 20 por ciento más que el funcionario de esa administración que más cobre -sin tener en cuenta los pluses que el funcionario recibe por antigüedad y otros conceptos que el cargo político no posee-. Las personas que reciban más de una asignación o sueldo por su actividad pública tendrán que elegir con cual de ellas quieren continuar y renunciar a las restantes. Se limitarán los gastos de representación. En ese periodo se suspenderán las subvenciones, ayudas y colaboraciones en fiestas, patrocinios y demás gastos de imagen que realizan las administraciones públicas en época de bonanza. Esta norma se aplicará no solamente en la administración del estado sino en todas las administraciones autonómicas, provinciales y locales.
  • Partidos políticos y organizaciones: Se eliminarán las asignaciones dinerarias a los partidos políticos, siendo sustituidas, en todo caso, por ayudas en especie. Desaparecerán las ayudas a sindicatos, asociaciones políticas y fundaciones de pensamiento político o social, siendo ellas y sus miembros, los únicos responsables de su mantenimiento. Lo mismo sucederá con todas las organizaciones festivas, deportivas o lúdicas que reciban ayudas económicas de las distintas administraciones y que no realicen función de apoyo social alguno.
  • Casa Real: Se reducirá la asignación a la Casa Real exclusivamente a los miembros nucleares de la misma, se limitarán los gastos derivados de sus desplazamientos particulares a cero y se minimizarán los gastos de su función como representación a estatal a viajes individuales y de menor duración.
Como parece lógico pensar que con estas medidas no se conseguirá el equilibrio presupuestario -anda, que si se consigue, vaya palo para algunos- habrá que recurrir a la subida de impuestos:
  1. Se eliminarán las exenciones fiscales a toda entidad que obtenga beneficios de sus actividades y tenga unas cuentas positivas ya sea deportiva, religiosa, cultural o de cualquier otro tipo.
  2. Se suspenderán durante un periodo de tiempo las rebajas fiscales a las fundaciones corporativas, que pagaran tributos en función de su actividad económica.
  3. Se incrementarán en primer lugar los impuestos a las rentas derivadas de la actividad especulativa de inversión y de la actividad de especulación financiera (bolsa).
  4. Se establecerá un impuesto especial que grabe los beneficios de las empresas que han obtenido un beneficio de más de un límite de millones de euros en los ejercicios afectados, que variará dependiendo del presupuesto que se quiere equilibrar y de la situación económica de cada momento,
  5. Se aumentará el grabamen impositivo sobre el aumento del patrimonio, salvo en el caso de que se trate de una primera vivienda o de un primer bien de los considerados necesarios.
  6. El total de los impuestos recaudados por las administraciones se destinarán a equilibrar sus presupuestos, siendo suspendida la adjudicación solidaria durante ese periodo o cualquier otra adjudicacíón prefijada u ofrecida en el IRPF,
Si quieren intentar el equilibrio presupuestario como principio constitucional podrían incluir todo eso. Podrían demostrar que realmente quieren cambiar algo y no solamente asegurarse de que tienen la excusa perfecta para dejarnos a nuestro albedrío cuando pintan bastos.
Puedo aceptar la contención del gasto como un valor necesario pero no voy a admitirla si eso supone cerrar el ataúd de los desfavorecidos de la sociedad para que no se escuchen sus lamentos.
En eso no creo que nadie quiera ayudarles. Quizás por eso ni siquiera se han planteado hacer un referéndum y sólo se lo han gestionado en comandita. Pocos son los que han de estar dispuestos a ratificar el texto de su propia esquela mortuoria.

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