domingo, agosto 07, 2011

Los diálogos del ex alumno -cuarta entrega- (o la gravitación universal del egoísmo

"el liberalismo nunca ha creído en el control del estado"
Yo digo que sí. También es cierto que quien hace la ley hace la trampa y que en todas partes hay tramposos.
Ojalá todos los liberales fueran como tú, Pero me temo que esa teoría económica es el fouzianismo -suena más a movimiento pictórico que a corriente económica- y no ninguna de las sucesivas evoluciones del liberalismo.
Puede que tú creas en la intervención del Estado. Pero Adam Smith, John Stuart Mill, John Mainard Keynes, Adam Sammuelson y Gregory Northouse, ente otros, demostraron con sus escritos que no creían en ese elemento del equilibrio económico. Y George Bush Senior y Junior, Margaret Thatcher, Conrrad Adenauer, Margaret Trudeau y Ronald Reagan han demostrado con sus actos que tampoco creían en ello.
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¿Que ha habido tres crisis que han obligado a los estados a intervenir y enderezar las cosas ?, ¡coño, para eso les pagamos!
No, mi querido amigo, no.
Les pagamos para que ayuden a los desfavorecidos, les pagamos para que nos defiendan -aunque no soy yo muy del concepto de Seguridad Nacional-, les pagamos para que gestionen y organicen, les pagamos para que busquen fórmulas de aunar intereses y deseos privados y necesidades públicas.
No les pagamos para que cubran las perdidas millonarias de individuos que han arriesgado el dinero de otros y cuando han visto que sus estrategias de consecución de beneficios han fallado estrepitosamente se vuelven a las arcas públicas solicitando apoyos, auxilios y ayudas.
No les pagamos para que compensen la miseria que la actividad especulativa y el capitalismo salvaje han creado, mientras los que han provocado ese paro, esa miseria, siguen llenándose los bolsillos o, cuando menos, con los bolsillos llenos.
Los ciudadanos pagamos al Estado para que nos sirva, no para que arregle los desaguisados que la actividad privada especulativa y corporativa generan y de los que encima no sólo no se responsabilizan, sino que además siguen exigiendo que sus beneficios sean intocables. Si tú estás dispuesto a pagar al Estado para que haga eso, yo no. Y las tres crisis del liberalismo capitalista han sido provocadas por eso. No por ninguna otra cosa.
Lamento profundamente que pienses que tus impuestos deben servir para cubrir la temeridad hipotecaria de las Cajas de Ahorros de este país, la especulación inmobiliaria de los falsos empresarios de la construcción y la resistencia distributiva de la empresa española.
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Tres y tres mil. El mundo evoluciona a hostias , así es la vida.
Estoy completamente de acuerdo. Pero hasta el más sonado de los boxeadores, hasta Tyson después de salir de la cárcel, cuando utiliza una guardia alta y sigue recibiendo directos que le destrozan el hígado y la machacan los riñones, cambia de estrategia.
Es absurdo pretender seguir acercándose al púgil rival con la misma estrategia de defensa cuando esta ya ha fracasado tres veces. Se puede hacer una guardia cruzada, una guardia baja o una guardia cambiada. Pero seguir insistiendo en lo mismo no sólo se demuestra inútil, sino que se antoja estúpido e insustancial.
Y, para mí, eso es insistir en el liberalismo. Acercarte a Mohamad Alí en Kimsasa con la guardia alta cuando te ya te ha bailado y te hecho echar el bazo por la boca en los tres anteriores asaltos.
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Las trampas del liberalismo generan crisis. Las crisis son oportunidades de evolucion.
Serían oportunidades si de verdad se trataran como crisis. Tú diste griego con el mismo ser inteligente pero desidioso que yo -¿o tú no diste griego?-. Así que has de saber que crisis significa cambio.
Si después de cada crisis se insiste en la esencia de lo mismo que la ha provocado, por definición,  no hay cambio, no hay crisis. No hay evolución.
Lo único que hay es una Unidad de Cuidados Paliativos que se convierte en un servicio de embalsamamiento que intenta ocultar el hecho de que el sistema es un cadáver, de que el niño nació muerto otra vez. Así que el liberalismo insistente y recurrente no nos sirve para nada.
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.Las trampas del comunismo/socialismo generan regímenes autoritarios y dictatoriales que destruyen cualquier posibilidad de evolución.
¡Y, claro, las trampas del capitalismo no generan eso!
Pinochet, Stroessner,  los generales argentinos, Franco, Hitler y Mussolini no se apoyaron en el gran capital que les hinchó de fondos  a cambio de la absoluta libertad financiera, lo hicieron en los partidos comunistas. 
Los reyes absolutos, Fujimori, Carlos Andrés Pérez y otra larga lista de dictadores sudamericanos, no se apoyaron en los grandes oligarcas a los que defendían en sus iniciativas de ganancias privadas en contra de los intereses de la población a cambio de que los mantuvieran en el poder.
Amín Dada en Uganda, Lubumba en Zaire, Papá Doc en Haití, Haile Selassie en Etiopía, el falso presidente de Somalia -lo reconozco, no me acuerdo de su nombre-,  y otro sinfín de dictadores africanos y caribeños no se basan o se han basado en el apoyo de las grandes transnacionales - o sea de la esencia del capitalismo liberal- a las que otrogaban el control de los recursos y las materias primas a cambio de que les matuvieran en el poder. La subsistencia de todos ellos es y ha sido mantenida por los militantes socialistas de sus países.
Mubarak en Egipto, Ben Alí en Túnez, Al Ashad en Siria, Faisal en Arabia Saudí, el sultán de Yemen, el emir de Qatar se han apoyado en el anarquismo radical para mantenerse en el poder e impedir que sus países salgan del medievalismo más recalcitrante. Estoy seguro de ello. No se han amparado en el apoyo que el sistema liberal capitalista y los gobiernos que le defienden les han dado en la esperanza de abrir nuevos mercados que les permitan generar más beneficios y en la certeza de que ellos mantendrían controlados los precios de materias primas esenciales para que el sistema siguiera y siga funcionando en su beneficio.
No tengo nada a favor de Fidel Castro, de Hugo Chávez, de Hu Jintao, de Chaucescu, de Tito o de cualquiera de los dieciséis líderes que tuvo el politbuiró soviético -excepción hecha de Mihail Gorbachov -que no sólo me parece grandísimo, sino que además me hizo ganar una matrícula de honor-, pero decir que las trampas del comunismo generan totalitarismo y las del capitalismo evolución es tan pueril como no saber hacer sumas con los dedos.
A lo largo de la historia 28 países han caído víctimas de la trampa comunista -Hungría, Rumanía, Checoslovaquia, Bulgaria, Polonia, Yugoslavia, si se quiere incluir, la URSS (doce repúblicas, incluyendo Rusia), Cuba, Angola, Venezuela, Korea del Norte, Vietnam, Libia, Camboya, Eritrea y China - y puede que se me escape alguno como Albania y la extinta RDA, que elevarían la lista a treinta-.
¿Puedes hacer una lista tan reducida de los que se han visto sometidos a dictaduras por mor de los intereses del liberalismo capitalista?
Veamos. Aunque exceptuemos a todas las monarquías absolutas europeas, precursoras del concepto de que el bien individual de unos se imponía a la necesidad del bien general -y eso incluye a todos los países de la Europa actual y algunos más-, tenemos:
Argentina, Chile, Colombia, Perú, Venezuela, El Salvador, México, Guatemala, Haiti, Sudáfrica, Mozambique, Costa de Marfil, Uganda, las tres Guineas, Nigeria, Egipto, Jordania, Katar, Yemen, Emiratos Árabes, Irán -con el Sha, no con los malditos Ayatolahs-, Irak -con el pérfido Sadam Huseim-, Siria, Etiopía, Somalia, Korea del Sur, Vietnam del Sur -mientras existió-, España, Chipre, Tailandia, Afganistán -con su rey derrocado, no con los intransigentes talibanes-, Turquía, Paquistán, Sri Lanka, Sierra Leona, Senegal...
No pienso borrar de la lista a los países que sufrieron en Europa la dictadura más brutal de la historia del Viejo Continente por parte de un régimen y un individuo que fue apoyado por el capital alemán, siguiendo el principio liberal de entonces de que nada era criticable si lo que se buscaban eran beneficios.
Y eso incluye: Rusia, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Noruega, Dinamarca, Austria, Checoslovaquía, Hungría, Rumanía, Polonia, Bulgaria y Grecia. Y por afectación Gran Bretaña, Irlanda y Portugal.
Así que comprenderás que, después de hacer números, me parezca como mínimo pueril que afirmes que si el liberalismo capitalista falla es porque hay gente mala que lo pervierte y que si el comunismo falla lo es porque es perverso en su esencia.
Los dos sistemas hacen agua por todas partes y no se puede volver a ellos ni insistir en ellos porque ambos han demostrado con creces que no sirven. No depende de las personas, depende de su esencia como sistemas.
Cualquier otra cosa me sonaría a eso que decía San Gelasio de que el crisitianismo no es malo, solamente hay malos cristianos, pero el Islam no es bueno, solamente hay musulmanes con sentido común.
Y ya no estoy para eso. Hace mucho tiempo que superé el espíritu de Las Cruzadas.
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"No puedo ser neo liberal porque ellos mantienen la subsidiaridad del Estado. Su supeditación a los intereses privados:"
Pues claro que el Estado debe estar supeditado a los intereses privados!!! Porque los intereses privados son los intereses individuales, son mis intereses , tus intereses , los de mi vecino , lo de mis hijas (cada una individualmente claro )
Mi querido Pedro, escolta reserva del glorioso equipo baloncestístico del Gamo Diana -como yo- que ganó muy poco pero se divirtió como si lo hubiera ganado todo, ¿de verdad crees que tus intereses, los de tus hijas, los de las mías, los míos, son los intereses privados? Me temo que de nuevo te aqueja ese virus del indivilualismo impenintente que, según creo, nos está llevando al fiasco social irreversible.
Tus intereses y los míos son los intereses colectivos porque la inmensa mayoría de la gente quiere lo mismo. Quiere, autonomía, quiere educación, quiere oportunidades y eso no lo va a defender la iniciativa privada que sólo piensa en "su" autonomía, "su" educación y "sus" oportunidades a costa de quien sea, al precio que sea, aunque eso signifique que el resto no tenga ni autonomía, ni educación, ni oportunidades.
Los intereses privados no son los intereses individuales, son, hoy por hoy, los intereses corporativos. Cuando los intereses individuales coinciden -como es en la mayoría de las sociedades- los intereses privados no tienen nada que ver con ellos. Son los intereses colectivos los que los reflejan. O sea los públicos.

Si ya no sabemos sumar, si ya no sabemos ser parte de un todo y reconocernos como parte de ello, hemos acabado con la civilización. Hemos vuelto a la caverna en la que peleábamos por ser los que durmiésemos en lo más profundo sin importarnos que la fiera devorara a aquel al que le tocaba dormir justo en la entrada.
Tú mismo.
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¿Qué otros intereses existen ?, ¿ los de la masa?, ¿ los públicos?
Es verdad ¿qué otros intereses existen?
Si yo detecto ue hay una demanda de pornografía infantil  -y créeme, solamente hay que echar un vistazo a la memoria del Fiscalía General de Estado para darse cuenta de que ese interés existe-, ¿quién es el Estado para decirme que no puedo hacer negocio con ello? Cubro una necesidad y genero riqueza que luego hasta, a lo mejor, distribuyo entre los empleados que se dedican a ello.
Si yo detecto que hay un interés por las piedras preciosas o por las zapatillas con cámara doble de aire, como no existe otro modo de satisfacer la demanda con los beneficios que son mi interés principal, ¿quién es el Estado para impedirme que contrate por cuatro libras malinesas a un grupo de mercenarios que exploten a los aldeanos en un régimen de esclavitud para que yo pueda conseguir esas piedras y cubrir mi interés por lucrarme y el interés de las algunas mujeres occidentales, que temen más a la vejez que a la muerte, de lucir radiantes?, ¿quién es el Estado de aquí o de cualquier otro país de La Tierra para impedirme pagarle cuatro yuanes o tres rupias a macilentos niños de India o de China para que yo pueda llevar a cabo mis intereses y los de los que quieren fardar llevando las mismas zapatillas que Kobe Bryant?
¿Son esos intereses depravados o perversos?, ¿por qué?, ¿solamente porque la masa está en contra de ellos?, ¿por qué el Estado debe impedir que esos intereses prosperen y no que prosperen los míos o los tuyos?
¿Quién ha definido que la pedofilia, la explotación infantil, la esclavitud, el comercio sexual o el tráfico de drogas son actividades perversas?
Anda, me estoy dando cuenta de que no he sido yo. De que no has sido tú, de que no ha sido el pedófilo confeso ni el proxeneta encarcelado.
Me estoy empezando a preocupar porque me estoy dando cuenta de que tampoco ha sido el Señor de La Guerra de Sierra Leona o Somalia, El Violador del Ensanche o el dueño del servidor de Internet que alojaba el foro de intercambio de fotos de niños pequeños desnudos.
Y eso es malo porque:
¿Quién define esos intereses? ¡por favor no quiero que me cuenten lo que me interesa y lo que no!
Me parece una falacia circular decir que no quieres que te cuenten lo que te interesa y lo que no, cuando seguro que -como todos nosotros- exiges que a otros, que tienen otros criterios radicalmente diferentes de los nuestros, El Estado les controle, les impida llevar a cabo esos intereses porque se enfrentan a los nuestros.
Lo mismo que dices tú lo podría decir todo criminal, todo perturbado y todo egoísta de La Tierra y tú tendrías que callarte si eso fuera cierto porque acababas de decir que el Estado no es nadie para decirte a tí -ni a nadie, por extensión- lo que le Interesa. Porque si tú no quieres que el Estado -que eres tú y todo el resto de la sociedad, no lo olvidemos-, te diga lo que te interesa o no, ellos tampoco tienen porque aceptarlo.
No estás defendiendo la libertad. Estas defendiendo el retorno a la jungla, No es que me preocupe ser un depredador, pero estoy algo viejo y cansado para eso. Creo que todos valemos más que eso.
No podemos defender que el Estado ha de existir cuando alguien atenta contra nuestros intereses y que debe dejar de interferir cuando son nuestros intereses los que están juego y pueden estar atentando contra alguien. No somos el Emilio de Rousseau, no somos buenos por naturaleza, ni cooperativos por naturaleza, ni justos por naturaleza.
Así que, al final, te va a tocar decidirte: o El Estado, como reflejo normativo, punitivo, regulador y coeercitivo de la sociedad, tiene la potestad de imponerse a los intereses privados o no lo tiene.
Pero si no la tiene, no la tiene en cualquier caso, aunque te venga mal. Eso se llama coherencia, mi querido Pedro. Es el noble y denostado arte de pensar en contra propia.
Así que si alguien, haciendo ejercicio de su libertad de intereses te perjudica, te crea problemas o te impide los tuyos, el Estado no deberá intervenir ¿qué otros intereses hay aparte de los privados?
Y para terminar este, espero como mínimo, penúltimo capítulo de nuestros diálogos, te diré algo. Si lo que tú quieres y necesitas, tus intereses, lo quieren y lo necesitan otros treinta y dos millones de personas ¿eso te convierte en masa?
Quizás sea porque no participo de esa desviación filosófica tan española hacia el elitismo de Ortega -que, por cierto, sirvió para justificar una o varias dictaduras- o quizás sea porque escribo desde una tierra en la que la conciencia colectiva es tan grande que les ha permitido rehacer el Estado y superar los intereses personales cuando sólo tenían piedras y kurdos en su territorio -cosa que viene a ser más o menos lo mismo- pero, para mí, la masa y sus intereses son los intereses de la sociedad y por ende los del Estado.
Si queremos que sean otros habrá que cambiar la sociedad no clamar porque el Estado desaparezca o, en el mejor de los casos, no intervenga.
Cuando un mundo habitado por siete mil millones de personas está clamando y agonizando por la necesidad de una solución coordinada y global, empeñarnos en ser siete mil millones de mundos girando en la inercia y la gravitación universal de nuestro individualismo, nuestros intereses personales y nuestro egoísmo es un lujo que no podemos permitirnos.
Y reinventar de nuevo el liberalismo es reinventar de nuevo la esencia misma del egoismo social que nos ha llevado al lugar en el que estamos.
Y por acabar con una Boutade, si el liberalismo puede generar regímenes dictatoriales, pervesiones peligrosas y  fracasar tres veces y tenemos que permitirle volver a intentarlo, aún le debemos dos portunidades al comunismo ¿no? -sólo aplico tu criterio-. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joer Boneque. No has dado ni chapa estas vacaciones. Y seguro que no has parado de comer. Al final voy a parecer un delgado de los cojones.
Ta pronto n.... de m..... ;)

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