sábado, septiembre 17, 2016

Sigue así Antonio Cañizares, sigue así.

He conocido a muchos hombres y mujeres religiosas -y eso significa de varias religiones, que religiosos no son solo los católicos-. Entre ellos algunos me enseñaron a pensar por mi cuenta, otras a poner el foco en lo que somos y no en lo que queremos ser, otros que dios, se crea en él o no, no es ni puede ser excusa para nada. 
Como de los no religiosos, de los ateos, de los agnosticos y de los antiteistas que compartieron conmigo lo que sabían y lo que creían saber, estoy orgulloso. Fueran redentoristas, ácratas, mitzvotitas, jesuitas, comunistas, socialistas, franciscanos, sufíes o masotis, estoy orgulloso.
También conocí a Antonio Cañizares, hoy arzobispo de Valencia, ayer mano derecha doctrinal de Benedicto XVI, otrora sacerdote en una parroquia de barrio en Aluche. Y cada declaración que hace, cada noticia que de él aparece en una pulbicación, estoy menos orgulloso de haberle conocido.

Hoy Antonio, La Audiencia ha archivado la denuncia contra ti por tu carta contra los refugiados y los inmigrantes pregúntándote si la inmigración "es todo trigo limpio" y afirmando que la mayoría de los inmigrantes sirios no huyen de nada. Estarás contento.
Mañana es domingo así que te tocará dar un sermón, Antonio. 
Vuelve a escribirlo, aunque sea un esfuerzo supremo para alguien que parece creer que, pese a todo lo que diga Roma, el Vaticano, su iglesia y su mesías, habla exclusivamente con la voz de dios.
Reescribelo y cuando te pongas ante tus feligreses valencianos recuerdales tu pregunta. 
Pero antes diles que en España residián los ibéros y llegaron los romanos; luego residían los hispanoromanos y llegaron los visigodos. Hablales de cómo, cuando los visigodos estaban asentados, llegaron los musulmanes y con ellos los judíos. 
Recuerdadles que no son trigo limpio porque sus antepasados no nacieron en España, porque tienen una posibilidad entre diez mil millones de descender exclusivamente de esa población original que habitaba la Península Ibérica.
Y ya que estarás hablando en el litoral mediterrano, en el antiguo reino de la Dama de Elche, hablalés de Sagunto y esas gentes que llegaron de Cartago y de esos bizantinos que poblaron la tierra que los visigodos no querían ni siquiera mirar y de ese Cid que "al destierro con doce de los suyos" cabalgó huyendo de un rey injusto y de esos almohades que se asentaron para convertir una tierra de mala pesca en un vergel. 
Hablales de todos los que llegaron huyendo de otras tierras, de otras guerras, y diles que no eran trigo limpio, que cualquiera que descienda de ellos no tiene derecho a vivir en Valencia, que debe volverse a su tierra ancestral.
Recuerdales que son descendientes de inmigrantes, de refugiados, de gentes que llegaron a Helike, a la Colonia Valentia, a Segunto o a la Taifa de Denia y que por ello siempre vivirán y moriran bajo sospecha y no pueden pisar la tierra que les acoge desde generaciones.
Luego, cuando llegue el momento litúrgico adecuado, hincaté de rodillas y pide perdón a tu dios por tus mentiras, pide perdón a tu dios por tu odio a los de fuera, por tu miedo cobarde a ser incapaz de imponer a todos lo que piensas si llegan seres humanos de otras tierras que piensan, sienten y creen de modo diferente, 
Suplicale piedad a tu mesias por olvidar que su apostol, ese tal Santiago que le negó como todos mientras moría, llegó a esta peninsula de otras tierras, huyendo de aquellos que le perseguían, para poder ser y decir lo que quería ser y predicar.
Y luego viaja Antonio, coge tu capa carmesí de arzobispo y tu pensamiento cerrado, doctrinal y medieval de inquisidor, y viaja. 
Ve a Alepo, a Damasco, a Jordania, al kurdistan turco, ve a los frentes de guerra, ve a los campos de refugiados. Plántate ante esos que no huyen de nada y gritales que no son trigo limpio entre los bombardeos franceses y rusos, entre las ejecuciones de Al Qaeda y el Falso Califato, entre las limpiezas etnicas del gobierno turco y de los Phesmerga en Rojava. Ve y grítales que no tienen motivo para irse.
Deja tu cobarde odio en Valencia donde permanecerá al abrigo de los aplausos y los asentimientos silenciosos de otros tan absurdamente medievales como tú y ve allá donde están los objetivos de tu odio para poder hablar de frente a tu enemigo. 
A ese enemigo que has elegido tú y no tu dios, que ha elegido tu odio y no tu mesías, que ha escogido tu miedo y no tu fe.
Y ojala exista tu dios, Antonio, ojalá exista aunque sea solamente en ese instante. Ojala se haga de nuevo carne solo para ponerse frente a ti y escupirte en el rostro su desprecio por tu egoísmo, tu odio y tu intransigente cobardía.
Al final, Antonio, sí estoy orgulloso de haberte conocido. Lo he estoy porque otra mucha gente, religiosa o no, logró con su ejemplo y su enseñanza que tu miserable odio, tu fatua arrogancia y tu mezquita cobardía no pudieran entrar en mi cerebro.
Sigue así Antonio y todos y cada uno de los muertos de esta guerra, que desató en Falso Califato de la yihad y la sangre como secular respuesta a nuestros desmanes, caeran sobre esa conciencia cristiana tuya que ha quedado claro que no tienes.
Tú y los que piensan como tú Antonio sí han demostrado ser un caballo de troya en el pensamiento occidental. En ese que habla de justicia, derechos humanos y respeto.
Sigue así Antonio, eres un ejemplo para todos de lo que ni un ateo, ni un agnostico, ni un antiteista, ni una persona religiosa deben ser. Sigue así.
La realidad y la historia necesitan gentes como tú para poder rechazarlas y olvidarlas.

http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2015/10/14/canizares-invasion-emigrantes-refugiados-trigo/1327304.html

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