Parece ser que no hay manera de que los medios dejen de caer en el mismo error una y otra vez. Quizás haya que pensar que no es un error.
Mueren dos mujeres y automaticamente se saca el concepto de violencia machista a la palestra.
No importa que de una de ellas no se sepa siquiera quién la mató; no importa que la otra haya muerto por un disparo de su marido que padecía una depresión crónica grave e irreversible; no importa que no haya denuncias de malos tratos; no importa que la presunción de culpabilidad de un asesino se base en las declaraciones de un familiar de la víctima.No importa nada. Dos mujeres han muerto, presuntamente a manos de sus parejas, y es violencia machista.
El marido de la víctima de Almeria ¿tenía problemas psiquiátricos porque era machista? ¿Tenía depresión crónica porque era hombre?. No entiendo porqué el crimen de una persona desequilibrada se convierte por arte de la magia de la manipulación en un crimen machista. Para que un asesinato sea machista, ¿no debe ser cometido por motivos machistas? Para que un asesinato sea machista ¿no debe conocerse primero al autor y las causas que le llevaron a cometer ese crimen?
Y no se trata de justificarlos. Se trata de conocer lo que motivó el suceso -ese viejo concepto antes llamado mobil del delito-. Si un marido mata a su mujer para heredarla ¿es violencia de género?; si un novio mata a su novia en una discursión por drogas, ¿es violencia mchista?; si un hombre mata a su mujer porque tiene un desequilibrio psiquiátrico, ¿es un machista incontenible y agresivo?
Nadie responde a esas perguntas porque no interesa y porque muchos medios de comunicación parecen hacer oídos sordos a su responsabilidad ética de contar la verdad que sucede. No la verdad que es políticamente correcto oír.
Quizás, siguiendo el mismo criterio que parece especificar la Ley de Violencia de Género, habrá que concluir que toda mujer que tiene un ataque psicótico en un hospital, coge un arma blanca y apuñala sin control a doce personas matando a varias de ellas lo hace porque es una sexista; o que toda madre que mata a su hijo en pleno proceso depresivo o envenena a toda su familia para poder escapar con un novio de Internet lo hace porque es una agresora sexita feminista.
Quizás haya que informar que las 44 mujeres que el año pasado mataron a sus parejas -sí 44, según los datos oficiales, al alcance, por cierto, de todos los medios de comunicación- son monstruos sexistas que mataron a hombres sólo por el hecho de ser hombres y porque se creen superiores a ellos.
Informar como se está informando en esta materia no ayuda a nadie. Ni a la sociedad, ni a las mujeres maltradas, ni a erradicar el machismo ni a nadie. Sólo ayuda a las muchas asociaciones supuestamente de defensa de las mujeres que siguen pudiendo engrandecer un problema y con ello medrar económica y políticamente.
Investiguen, usen el sentido común y luego informen. Y si no tienen claros los motivos de un crimen esperen a que se diluciden en un juicio que, en mi opinión, para eso es para lo que se inventaron la justicia y los tribunales.
Pero claro, lo que yo diga no importa. Todo lo que diga, toda crítica que haga a una mujer o a la forma en la que las organizaciones femenistas se aprovechan para medrar -en muchos casos con la aquiescencia de los medios de comunicación y del Gobierno- del dolor que sufren unas pocas tiene que ser descartada porque soy hombre y por tanto toda crítica que haga a una mujer y a lo que afecta a las mujeres se debe a mi machismo agresivo y peligroso. Eso si es políticamente correcto.
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