Después de todo lo dicho y lo escrito sobre la asignatura de religión, me doy por vencido. Arrojo la toalla y aquí, con impulsos eléctricos y teclado de testigos, afirmo sin reparos que es bueno equitativo y saludable que los infantes de este país desperdicien dos horas semanales de su calendario lectivo en acercarse a ese hecho ideológico y social llamado religión católica.
Tanto me rindo a la evidencia, me pliego ante la irrefutable argumentación de que es "arcaico" oponerse a esos estudios, que hasta propongo un temario de religión para hacer a sus episcopales eminencias más sencillo su trabajo adoctriador hacia el ideario vaticano.
Tema Primero: Los Orígenes.
Es sano que los alumnos españoles estudien como un individuo de los albores de la historia documentada llamado Jesús y supuestamente nacido en la polvorienta Galilea, circunscrita en la provincia de Siria, bajo el dominio romano, cargó contra sus estructuras religiosas, denunció la hipocresía de los más altos jerarcas religiosos de su tiempo, afirmó a voz en grito que la religión era algo entre la persona y su dios y acabó muerto, entregado a manos de un poder político solamente preocupado por el control, por esos jerarcas religiosos que lo celebraron con vino y banquetes mientras decían actuar en nombre de su dios.
Tema segundo: La Expansión
Es justo que los estudiantes de secundaria y bachillerato estudien como los fanatizados seguidores de ese individuo olvidaron por completo lo que él decía y decidieron pasar a cuchillo a todos los sabios de Alejandría, quemar su biblioteca, el mayor compendio de saber de la historia, y dirigidos por unos obispos deseosos de medrar y que convertían en mártires a asesinos y fanáticos que mataban en la noche a todo aquel que no estaba de acuerdo con ellos y lo que ellos decían que quería su invisible e inaudible dios, convertir en un erial una de las maravillas de la antigüedad.
Tema tercero: La Consolidación.
Es saludable que los alumnos añadan a sus conocimientos cómo los descendientes de esos jerarcas se aliaron con un emperador que tenía el mismo sentimiento religioso que un dragaminas de combate para reunirse en la ciudad de Nicea e inventar, bajo el impulso más que apreciable de las puntas de los pilum de la tercera cohorte de la segunda legio constaniniana pinchando sus traseros, todos los dogmas necesarios para que el emperador pudiera declarar una religión, que ya nada tenía que ver con el profeta nazareno, como culto oficial del Imperio.
Tema cuarto: El Primer Milenio
Es apropiado que nuestros vástagos se empapen del modo en que, allá por el primer milenio, monjes, anacoretas, santones y jerarcas se arrojaron a una furia de expiación a cualquier precio que llevó a la hoguera a miles de mujeres por saber cocer las hierbas que crecían en los bosques, a miles de hombres por conocer el tradicional secreto de la aleación de metales o de la construcción de espejos. El modo en el que, desde Roma, los que decían ser herederos intelectuales de aquel que nada había dicho sobre eso, convirtieron la vida de los de aquellos tiempos en un sangriento juego de espada y brujería que indefectiblemente acaba con cuellos cercenados y cuerpos calcinados.
Tema quinto: Las Primeras Disensiones.
Resultará provechoso para nuestros bachilleres conocer que toda la población de Albi fue masacrada por creer que el sexo nada tenía que ver con dios y que no era pecado o como Dulcino y sus seguidores fueron perseguidos hasta su erradicación por defender que dios no perdonaba sin penitencia y que no había salvación posible para aquellos que habían usado su nombre para alcanzar poder y gloria.
Tema sexto: La Unificación
Será revelador que los alumnos entiendan cómo la única manera que encontraron de unirse los reinos cristianos fue atacar en las cruzadas a una religión, que no solo no los había agredido sino que además los respetaba, y bañarse en su sangre y de paso también en la de los judíos. Que se utilizó el nombre de dios para provocar trece guerras que arrasaron Bizancio, un reino cristiano, en beneficio de Venecia, que repartieron rutas comerciales entre los reinos cristianos en detrimento de los turcos o que mandaron a la muerte o el pillaje a la hez del mundo occidental con la que ya no podía lidiar monarca alguno.
Tema séptimo: La Purificación de la Fe
No estará de más que los alumnos se acerquen a los conocimientos que les revelen cómo se estableció una institución que expulsó de sus casas y de sus tierras, torturó, persiguió y asesinó a miles de personas de otras religiones con el único objetivo de sumar sus posesiones y riquezas a los feudos obispales y reales. Como La Inquisición inventó acusaciones para sus autos de fe, pervirtió su doctrina para quemar, expulsar o embargar a mozárabes, judíos, musulmanes y algún que otro hereje despistado. Como utilizó su poder para masacrar a los "paganos" de las nuevas tierras si no se convertían, como expandió, a golpe de auto de fe masivo y pilas crematorias comunales, su doctrina de poder omnímodo entre los indígenas de esas tierras.
Tema octavo: La Escisión
Y también sera saludable que los estudiantes conozcan que, cuando algunos denunciaron la podredumbre de las estructuras jerárquicas -las mismas contra las que su fundador había luchado-, fueron perseguidos y acuchillados en sus camas en la noche de San Bartolomé, encerrados en las incendiadas torres de La Rochelle, sepultados por los cascotes de sus propias casas derribadas a cañonazos en la ciudad alemana de Kassel. Y como los seguidores de una y otra tendencia se arrojaron a una guerra fanática y sin cuartel que se llevó por delante media Europa.
Tema noveno: Los Tiempos Modernos
Será más que beneficioso que en nuestras aulas se explique como, ya en la Edad Moderna, se persiguió, declaró hereje, impuso silencio y se hizo morir de pena y aislamiento a todo científico que expusiera un descubrimiento que atentara contra la visión vaticana del mundo. Desde Galileo hasta Newton. Que Roma impuso la ignorancia como forma de control, que los papas conminaron a los monarcas a mantener a sus poblaciones en la ignorancia para "evitar la convulsión de la fe". Que santificaron a déspotas, declararon voluntad de dios la servidumbre y la esclavitud y pusieron la cruz al servicio de la riqueza y el poder.
Tema décimo: La Edad Contemporánea.
Será bueno que los niños y jóvenes sepan que hubo un papa que declaró sin pudor que "el fascismo es la única solución para salvar las almas de Europa del demonio comunista". Que las jerarquías episcopales conspiraron para mantener en el poder al dictador Batista en Cuba, facilitaron información para que los escuadrones de la muerte mandados por otro dictador salvadoreño tirotearan a Monseñor Romero en plena misa, se pusieron del lado y dieron la comunión a un loco furioso llamado Pinochet que se hizo con el poder después de bombardear a los gobernantes emanados de la voluntad popular en Chile, usaron sus confesionarios y sus iglesias para recabar información para las patrullas nocturnas de los dictadores militares argentinos, que hacían desaparecer para siempre a los opositores, condujeron bajo palio al dictador español y usaron a sus clérigos de policía política para facilitar las purgas de Franco en la posguerra española.
Y como tienen que sacar buena nota, que ahora cuenta para la media, hasta propongo un tema para la Matricula de Honor.
Tema undécimo (solo para Matrícula de Honor): Evolución histórica de la relación entre cambio y poder en la sede vaticana.
Será bueno que los alumnos indaguen e investiguen para desarrollar un tema en el que se incluya por qué murió repentinamente San Gregorio Magno cuando intentó llevar de nuevo a la fe a la estructura romana; por qué renunció Celestino V y volvió a su vida de ermitaño para acabar muerto con un clavo en el cráneo; por qué vivió aislado hasta su muerte Juan XXII, después de haber intentado acabar con el poder del colegio cardenalicio y de paso con el infierno; por qué su homónimo de numero XXIII acabó sus días hastiado, sin poder poner en marcha la reforma que había querido impulsar en el Concilio Vaticano II; por qué murió Juan Pablo I cuando su corazón dejo de latir justo después de haber renunciado a la tiara de tres coronas de oro y el palanquín y de anunciar que su primera reforma serían las finanzas vaticanas y la composición del cuerpo elector del Vaticano.
Entonces nuestros alumnos de secundaria y bachillerato podrán obtener el diploma de aprovechamiento en sus estudios de religión.
Y es más, si no demuestran en una revalida especial que conocen todo eso, que no pasen de curso ni de ciclo hasta que lo tengan claro.
Porque eso es estudiar religión católica, ¿no? Y sería "arcaico", como dicen los episcopales españoles, oponerse a eso.
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