Un día más el misterio teológico de Ratzinger tendrá que esperar. Los demonios tenemos muchas ocupaciones y sólo podemos hacer un post al día -salvo gloriosas excepciones- y el de hoy se lo merece El Mundo.
Este diario demuestra una vez mi teoría de que España no ha crecido, se ha limitado a envejecer. Sigue cometiendo los mismos errores de la prensa política de hace dos siglos -porque ya estamos en el siglo XXI- y antepone su objetivo político a la realidad. Antepone la necesidad de venganza de una sola persona que se encuentra en la sombra y los deseos de poder de otras que se esconden bajo unas siglas a la ética formal y material mas elemental de la prensa.
Las páginas de nacional y las secciones de investigación de este diario -en las cuales trabajé hace ahora casi una década- se han convertido más en las oficinas de Agit-pro del Politburo de un partido, en las secciones de desinformación de la quinta columna de una formación política que una redacción periodistica. Donde hace años se sentaban periodistas hoy se sientan pagadores de cheques y guionistas de suspense y terror que elaboran las más intrincadas historias para luego disfrazarlas de realidad.
Y utilizo los términos Agit-Pro (Agitación y Propaganda) Politburó (Núcleo político en la sombra) y desinformación con todo conocimiento de causa, porque sé que emanan de la teoría comunista más acérrima y que resulta cuando menos chocante que estén puestas al servicio del otro extremo -cada vez más radical- del ideario político.
El PP, los líderes del PP, necesitan un informe que vincule a ETA con el 11-M y El Mundo lo crea. Y no sólo lo crea, sino que acusa al Gobierno de ocultarlo. Es más, le acusa de falsificarlo.
Mi profesor de Teoría de la Comunicación, Miguel Sobrino, me enseñó en la facultad en la que estudiaba cuando El Mundo comenzaba a ver la luz y cuando yo aún era humano que la actividad periodística es el juicio a la actualidad y en ella han de seguirse los mismos pasos.
El primero es, sin duda, la presentación de pruebas:
El Mundo parece tenerlas:
Muestra una copia apenas visible de un documento en apariencia oficial en el que se dice que en la casa de uno de los imputados en el 11-M apareció ácido bórico, lo mismo que en un piso franco de ETA en 2001.
¿Es eso falso? No. El policia ha encontrado la sustancia, el investigador científico la ha reconocido como ácido bórico y alguien ha anotado a pie de página que se encontró la misma sustancia en un piso franco de ETA.
Pero, como eso parece demasiado endeble como prueba, El Mundo abandona la información y empieza con la desinformación. Presenta la sustancia como algo inusual y prácticamente sólo usado por ETA, al parecer el primer grupo internacional conocido de terrorismo científico.
¿Es así? La respuesta, una vez más mal que le pese al Partido Popular, es no.
Existen al menos cinco compañías mineras en España dedicadas exclusivamente a la producción de ácido bórico que producen cerca de 15.000 toneladas al año. Eso no puede considerarse como un producto poco común.
Pese a esta inmensa producción, podría darse el caso de que el dichoso ácido de marras sólo se emplease con fines delctivos o criminales. ¿Es así? Parece que tanpoco. El ácido bórico es el conservante E284 de multitud de productos envasados; es el componente básico de varias medicinas antiinflamación destidas a golpes cuando no hay herida abierta; se utiliza como solución de agua para refrigerar algunos reactores nucleares y se vende en ampollas para una actividad tan peligrosa y criminal como es el cuidado del pelo de los gatos persas. Que yo sepa hasta ahora ser pijo no es un acto terrorista.
Descartado por sentido común, el hecho de que las empresas farmaceúticas, La Junta de Energía Nuclear, La Asociación de Conserveros de España y los propietarios de gatos persas -estó último con ciertos reparos- estén implicados en los atentados del 11-M. Sólo nos quedaría investigar la vinculación del ácido bórico con las actividades delictivas o criminales.
¿Existe una vinculación de esta sustancia con actividades delictivas? La respuesta, para alivio de los desinformadores y su Politburó es que sí.
¿Significa esto que el ácido bórico es imprescindible para la fabricación de determinados ingenios explosivos y que esos ingenios explosivos son del mismo tipo que los que fabrica ETA? ¿Significa que la distribución de la sustancia está tan controlada que los integristas no podían haber accedido a ella sin la colaboración de alguien que conociera los canales criminales por los que hacerse con la sustancia en España, como podría ser ETA? Desgraciadamente para ellos no.
El ácido bórico esta relacionado con la comisión de delitos. De unos delitos muy específicos. No es imprescindible para la elaboración de explosivos, es casi fundamental para el tráfico de drogas. El Mundo expone como una verdad manifiesta que es una sustancia muy extraña usada por ETA y que la aparición en la casa de los imputados en el 11-M sugiere la relación. Y esa es la desinformación.
El seis de julio de este año la Guardia Civil desarticuló en Alzira (Valencia) una red de narcotrafico. Entre otras muchas cosas y sustancias se incautó de tres kilos de ácido bórico. Es de suponer que El Mundo pretenderá que se investigue la vinculación de esta red de traficantes de droga con los atentados del 11-M. Pero curiosamente no lo hace.
El pasado mes de agosto detienen en Salamanca y Navarra a once personas que formaban una red de traficantes de cocaína y ¿qué tienen en su poder? 444 gramos de ácido bórico. Hace quince días desarticulan una red internacional de tráfico de drogas de diseño en Bégica, ¿podeís imaginaros que se halla en uno de los laboratorios descubierto en la ciudad de Gante?. ¡En efecto! Ácido bórico en la desproporcionada cantidad de 25o kilos. La única vinculación entre el delito y el ácido bórico es el tráfico de drogas, puesto que se utiliza para cortar la cocaína y la heroína. Ese es el hecho. Un hecho que conocía el investigador policial y que por supuesto estaba en la obligación de conocer o investigar El Mundo.
La presencia de ácido bórico en un piso franco de ETA y en el apartamento de los imputados del 11-M sólo es indicio de una cosa, algo que, por otra parte es casi conocido por todos: Tanto ETA como muchas organizaciones terroristas internacionales financian las actividades de sus comandos independientes -liberados según la terminología etarra, células según la terminología integrista- a través de la venta de drogas. De eso sí es indicio, pero no de la relación entre ambos.
Pero El Mundo obvia la investigación más elemental. Obvia el trabajo periodístico más básico y se apunta al carro de una anotación a pie de página de uan idea que, en un momento dado, tiene un investigador.
El jefe de ese investigador lee ese borrador y probablemente le explica algo parecido a lo que yo acabo de decir y, obviamente no se incluye en el informe oficial. Y El Mundo -que nadie sabe cómo, tiene acceso a ese borrador- convierte una praxis de investigación acertada en una manipulación; transforma un borrador en un documento oficial y muda una correción en una falsificación. Transforma la realidad para que el juicio de la misma se ajuste a su sentencia ya emitida previamente: Que ETA está implicada en el 11-M y el Gobierno está ocultándolo.
Y toda esta desinformación, que sería cuestionable y eticamente reprochable si estuviera solamente destinada a vender periódicos, se transforma en criminal cuando se descubre que es el paso previo a la Agitación y Propaganda con un único objetivo: Impedir las negociaciones entre ETA y el Gobierno. Negarle a los españoles la posibilidad de una esperanza de paz para que un partido político, incapaz de acceder al poder ofreciendo esperanza, pueda recuperar el control utilizando el terror.
Soy un demonio y por ello no tengo noción de lo políticamente correcto. Así que, para mi, terroristas son los que usan el terror para sus fines. Hoy por hoy, con ETA en dique seco y con los integristas autores del 11-M en la cárcel en espera de juicio, los únicos terroristas que hay en España son el Politburó del PP y El Mundo. Son los únicos que intentan beneficiarse del terror.
1 comentario:
El periodismo corporativo siempre ha sido muy efectivo a la hora de enlazar casualidades y convertilar en causalidades. En esta ocasión en la que hay que cobrar favores no iba a ser distinta.
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