viernes, septiembre 18, 2015

Venezuela o dudar entre Tyler Durden y Maquiavelo

Venezuela se ha convertido en el espejo de nuestra propia incoherencia política, en ese agua turbulenta en el que si nos miramos terminamos viendo todos nuestros reflejos distorsionados e irreconocibles.
Con la irrupción de la tercera y la cuarta vía políticas en nuestro bipartidismo de caciques y cesantías, de repente a todo el mundo se le subió Venezuela a los labios como ejemplo de no se sabe muy bien qué para quién porque motivo. 
Y a medida que avanza la cosa todas nuestras formaciones políticas se vuelven incoherentes al extremo.
Monedero, que fundó Podemos y ahora es una especie de voz en la sombra, se descuelga diciendo que el opositor Leopoldo López era el instigador de una suerte de kale borroka y está bien condenado a 13 años de cárcel. Le llama terrorista por alentar a los venezolanos contrarios al chavismo a tomar las calles. Y la derecha española, sus medios, políticos y voceros, contraataca hablando de la dictadura izquierdista de Maduro, de la represión, de la limitación de la libertad de expresión. Y Felipe González se suma a esas voces.
Y todos cometen, una tras otra, incoherencias dignas de internamiento psiquiátrico por personalidad múltiple
Por Podemos
No sé que pinta un partido que pretende basarse en la voluntad de la sociedad y la democracia directa apoyando un régimen que surge de un golpe militar de Hugo Chávez. Solo por eso ya tendría que ser rechazable para ellos.
Por la Derecha
No se que hacen desde Esperanza Aguirre hasta el ABC, pasando por Maluenda y su Razón, calificando de izquierdista y estalinista a un régimen cuyos gobernantes empiezan todos los días sus alocuciones rezando a una virgen, pidiendo ayuda a Dios y considerando el bolivarianismo como la "revolución cristiana de América". ¿estatalismo?, sí ¿fascismo?, muy parecido. Pero no tienen nada de izquierdistas.
Por Felipe González
No se cómo se atreve a hablar de represión y de farsas cuando fue en su partido quién más promovió la Ley de Partidos española que no era otra cosa mas que una justificación legal ad hoc para criminalizar no el terrorismo, sino el independentismo vasco .
Pero hay mas. Muchas más hasta rozar casi el infinito.
Por Podemos
- No es lógico acusar de terrorismo a aquellos que incitan en Venezuela a hacer lo mismo que Podemos y toda la corriente de indignados hizo en España desde el 15-M: alentar que la presión social en manifestaciones continuas obligara a un gobierno electo a girar el rumbo de su gobierno. Si es legítimo en España -que lo es o a mi me lo parece- lo es en Venezuela.
- Es incoherente estar a favor de que Bildu y las corrientes abertzales puedan expresarse con manifestaciones en la calle, pedir que se derogue La ley de Partidos y luego defender que leyes semejantes permitan encerar a opositores allende de los mares.
- No es de recibo culpar de las muertes y los disturbios a los manifestantes en Venezuela y a la policía en España.
Por La Derecha
- No es lógico acusar a Maduro y el chavismo de ser tiránicos por castigar y tratar de impedir la expresión de la opinión popular en las calles y promulgar en España leyes contra la libertad de manifestación o dar palmas con las orejas cuando se aprueba la nueva Ley de Seguridad que supone, según el Tribunal de Estrasburgo, "una seria limitación a derechos fundamentales". Si no se puede limitar en Venezuela, tampoco aquí.
- Es incoherente pedir en editoriales, discursos y portadas que se encierre a miles de manifestantes por enaltecimiento del terrorismo por pedir en las calles de Bilbao o Donosti la independencia o militar en Bildu o Sortu y luego quejarse de que alguien lo haga en Caracas o Maracaibo inventándose leyes prácticamente calcadas de las que redactaron ellos mismos para Euskadi y el independentismo abertzale.
- No es de recibo culpar a los radicales de los estallidos de violencia en manifestaciones en Madrid o Barcelona y tratar a los antidisturbios como héroes y culpar exclusivamente al gobierno represivo de Maduro al que, por cierto, se le vende una buena cantidad de material antidisturbios, de las mismas situaciones en Venezuela.
Y lo de Felipe González ya es de traca.
No te puedes sentar en una mesa para hablar de Venezuela sin recordarle a la audiencia que como gobernante español desarrollaste contactos que luego utilizaste en negocios privados muy lucrativos de la mano de Carlos Andrés Pérez, sempiterno presidente venezolano por entonces, apoyado por las oligarquías del país que ahora se enfrentan a Maduro o que eres consejero de dos empresas energéticas a las que la nacionalización del petroleo y el gas que está llevando a cabo el chavismo les descuadran las cuentas.
En fin, que no sé si es que los partidos y políticos españoles han desarrollado personalidad múltiple y están en plena crisis disociativa de la realidad o que simplemente aflora algo mucho más peligroso como sería el hecho de que solamente les importan que sus principios ideológicos se mantengan sin tener en cuenta si la democracia sufre con ello.
Ya no sé si son Tyler Durden o Nicolás de Maquiavelo.

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