sábado, noviembre 21, 2015

Y que el miedo nos mate sin sentido antes que ellos

Nada es más fuerte que el miedo decía alguien.
Y eso es precisamente lo que me da miedo, No es que yo sea de los que se dejan llevar por el pánico social ni nada de eso. Pero ahora hay un miedo que me susurra al oído cada vez que oigo a trozos una conversación de bar a bocajarro, que escucho un comentario a una noticia o que leo un tuit sobre esta guerra antigua que ahora descubrimos por las bravas como si antes no existiera.
¿Miedo al Estado Islámico, a sus acciones bélicas, a sus bombas, a que me considere su enemigo? 
No, no es eso. Al menos no del todo. Alguien me enseñó hace mucho tiempo que el final morimos. No nos gusta y no lo deseamos, pero al final morimos y el sentido de esa muerte no lo da que lo hagamos de viejos o nos maten, que suframos o lo hagamos sin dolor. El sentido a la muerte nos lo da como hemos vivido y eso, al menos en mi caso no depende de lo que haga o deje de hacer, un soldado fanático del Estado Islámico o la yihad.
A lo que tengo miedo es a que la gente tenga miedo. Demasiado miedo.
Porque se que ese miedo será inflado manipulado y acrecentado hasta el límite por aquellos que lo usan para asentar sus bases de poder, para justificar todas las acciones, las decisiones y los modos de hacer y de mandar que puedan pergeñar aquellos que gobiernan. 
Y ese miedo engrandecido hará que miremos a otra parte, hará que demos carta blanca a todo aquello que logré convencernos de que nos mantendrá a salvo, logrará que consintamos perder todo aquello que otrora ganamos por perder el miedo a luchar por lograrlo.
Tengo miedo de que el miedo nos recuerde lo que toda sociedad que se siente hegemónica alberga en sus entrañas. El miedo al diferente, al extranjero, a que vengan de fuera a quitarnos y matarnos lo nuestro sin pensar que lo nuestro es lo que antes les robamos y matamos a ellos. Miedo de que el miedo de que nuestro vecino se convierta en sospechoso, nuestro tendero en enemigo, nuestra compañera en sospechosa. Nuestro odio en nuestro único equipaje.
Qué ¿por qué sé que si el miedo nos toma y nos invade será usado hasta que el odio sea lo único que quede? Lo sé porque la historia me lo enseña.
Tengo miedo de que el miedo nos quite lo que somos, lo que quisimos ser aunque nunca llegamos a lograrlo y reste así todo sentido a nuestras muertes.
Tengo miedo de que el miedo nos mate entre nosotros sin que ellos y el correr de la historia se vean obligados a terminar de hacerlo.

No hay comentarios:

Lo pensado y lo escrito

Real Time Analytics