Hace falta carne, chaval.
En los tersos pómulos de la señora ministra,
en las heréticas hamburguesas de tres pisos.
Alrededor de los visibles huesos de modelos de Cibeles,
en torno a los hundidos ojos de una jueza ex fumadora.
Hace falta carne en la olla cotidiana del pobre;
carne entre los dientes macilentos del hambriento,
en los carrillos de Africa y en los mofletes de Asía.
Hace falta carne entre las manos y entre las piernas
de aquellos que sólo la tienen entre las cejas.
Hace falta carne entre los dedos y entre los muslos
de aquellos que sólo la tienen entre los sueños;
Hace falta carne, chaval.
entre las sábanas de los que la imponen en las pantallas;
entre las mantas de las que la niegan en las iglesias;
más carne puesta ante los libros y no ante los cañones;
carne colocada de nuevo en el asador de la inteligencia.
Carnes rojas de justicia y rebelión,
carnes blancas de paz y transigencia,
carnes abiertas por la rabia ante el idiota
carnes de mis carnes, carnes de las carnes de todos.
Hace falta carne, chaval.
Hace falta Carnaval.
1 comentario:
Yo estoy contento con la carne de Asia, tu bien lo sabes, pero sí que hace falta carne...aderezada con leche¡¡ Ya sabes quién soy, amigo del bukkake.
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