Día del Padre.
¿Significa eso que los padres estamos discriminados?
No puede ser eso, Es imposible. Los padres somos hombres -al menos de momento-, ergo y por difinición no podemos estar discriminados.
No puede ser importante que nuestra condición de paternidad se premie con tres días -que pueden llegar a ser una semana-, mientras que la de maternidad se remunere con una baja de cuatro meses -que pueden llegar a ser seis-.
No puede ser importante que a los padres se nos obligue a estar alejados de nuestros vástagos en los meses en los que se generan los lazos afectivos más fuertes. Y que. se queremos remediarlo, tengamos que pedir permiso a las madres para disfrutar una parte de ese periodo de teiempo que nos permitiría generar. desde el primer día, vínculos que van a marcar la relación con nuestros hijos durante gran parte de sus vidas.
No puede ser importante que varias comunidades autónomas concedan ayudas de entre 100 y 300 euros por el nacimiento de un hijo, pero que la que las tenga que cobrar sea la madre, exculsivamente la madre. Si eres padre, por muy monoparental que seas, no hay ayuda.
No puede ser importante que dentro del concepto de familia monoparental no se contemple a los hombres viudos ni a los padres solteros -que aunque pocos, por razones biológicas obvias, también los hay-.
No puede ser importante que no se considere delito ni falta ni nada por el estilo engañar a un hombre, quedándote embarazada de él sin comunicarselo, y manteniéndole en la ignorancia, negándole con ello el derecho a decidir sobre su paternidad.
No puede ser importante que una mujer sola pueda adoptar niños -con problemas, pero pueda hacerlo-, pero ni siquiera se plantee la posibilidad de que lo haga un hombre. Y ya de las parejas de hombres ni hablamos.
No puede ser importante que en el 85 por ceinto de los divorcios en los que ambos progenitores desean la custodia, esta sea concedida a modo cautelar -y posteriormente definitivo- a la madre, sin un estudio previo de la situación y sin escuchar a los menores.
No puede ser importante que en casos de divorcio se produzca un incumplimiento sistemático del régimen de visitas por parte de la madre en más del 60 por ciento de los casos y eso no suponga que pierdan la custodia ni acaben en la cárcel, como ocurre si se inclumple el pago de pensiones alimenticias.
No puede ser importante que los hombres no puedan disfrutar de las horas de lactancia en sus empleos cuando el 75 por ciento de los niños son alimentados mediante biberon y no con el pecho a partir del primer mes de existencia.
No puede ser importante que en la nueva ley que pretende ajustar vida laboral y vida familiar, tres de cada cuatro beneficios puedan ser sólo reclamados por las madres y no por los padres.
No puede ser importante que las promociones de vivienda pública consideren a los padres divorciados hombres sin cargas familiares y no se les permita acceder a un piso de más de una habitación para poder acomodar a sus hijos de una forma digna los más de 100 días al año que están con él.
No puede ser importante que a la madre custodia no se le exija participar económicamente en el mantenimiento de los hijos y aún se considere que esa aportacón económica -que debería ser del la mitad, según la ley- recae sobre el padre porque ella lo cubre con "el cuidado de los menores".
Y como todas esas cosas no pueden ser importantes, supongo que el Día del Padre tiene que ser una fecha meramente lúdica y no revindicativa. Porque un hombre no puede estar discriminado con respecto a una mujer. Es imposible.
Y, como supongo que a un padre lo que más le debe divertir en al vida es trabajar hasta la extenuación para mantener a sus hijos en lugar de estar con ellos, por eso ni siquiera es fiesta laboral. Los padres hacemos lo que tenemos que hacer, trabajar, aportar dinero y no protestar. Que para fiestas ya está el Día de La Madre, que siempre cae en domingo.
3 comentarios:
Joder, Gerard¡¡ Ya no quiero ni ser padre , ni divorciarme¡¡ Féliz día del puto pringao a tí también¡¡ Por el día del padre, a mi progenitor le he comprado el elogio del error...secuela del imbécil...felicidades de todas formas¡¡
Lecé
Estoy seguro de que tienes razón. Viví algo similar durante los años del Gamo. Es objetivamente injusto pero, si contextualizas, si lo sitúas en este entorno de discriminación agresiva no necesariamente sexual: esto es: por edad, clase social, credo (Sí, credo), procedencia... Si colocas esta injusticia en el barreño de las injusticias cotidianas no destaca demasiado. Salvo que pongas el foco, como intuyo que es tu caso, por alguna vivencia personal.
Perdona si me meto donde no me llaman pero hacía tiempo que no te contestaba y este ha sido uno de los post más amenos que te he leído últimamente. Ahí lo dejo.
Insisto, te leo habitualmente y sé que mis respuestas no son ni tan ingeniosas ni tan fundamentadas como tus artículos, pero son anticipo de esa charleta con cerveza que nos debemos.
Abrazo
Podrías tener razón salvo por un motivo.
No es que ponga el foco por una vivencia personal, que no es el caso. Es que me llama la atención porque las demás que citas, en las que coincido en todas -incluida la del credo-, nadie dice que sean buenas, "postivas" ni nada por el estilo y mucho menos se estila opinar que es políticamente correcto, justo y "progresista" que así sea.
Eso es lo que fija mi foco en ella, no ninguna otra cosa.
No es una cuestión de defensa personal, es una cuestión de reivindicación universal.
¡Que quieres que te diga, yo soy así!
Un abrazo
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