jueves, mayo 31, 2007
Ciudadanía y punto (y4)
lunes, mayo 28, 2007
Ciudadanía, no feligresía (3)
Vamos con el sexto motivo que justifica la oposición ética a la Educación para la Ciudadanía -según los que se opnen, que poco o nada tienen de éticos-.
Resulta paradógico que, precisamente en esta asignatura, se critique ese concepto. Cierto es que la matemática, la física, la Lengua Española o la Historia son lo que son -aunque se resecriban continuamente por conocimiento o por interés político por unos y otros-. Cierto es que hay ámbitos en los que la democracia debe destilarse de una forma peculiar para evitar errores como los que afirman que se producen en nuestras escuelas.Pero, para educar a un ciudadano hay que enseñarle como funciona la democracia.
Porque la democracia es uno de los valores éticos de nuestro Estado. De hecho puede decirse que es el principal valor ético de nuestro Estado. España no se edifica sobre la decisión unilateral y autoritaria de que Dios es uno y trino; no se construye sobre la imposición de unos ritos y unos mitos, ni sobre la regresión al universo mágico; no se levanta sobre una tradición de clavos y de espinas. España no se eleva sobre la bondad y la misericordia; no se proyecta sobre el proselitismo y la apologética. España se construye sobre la democracia y ese principio sólo se puede enseñar democráticamente. Las cosas sólo se demuestran cuando funcionan ¿Donde quedó aquello de predicar con el ejemplo?
viernes, mayo 25, 2007
Cual bajito pretérito
El amo de la paranoía, el líder biblico del "él que no está conmigo está contra mi", vuelve a la palestra, a la primera línea -como si alguien le quisiera allí- para avisarnos de que el Gobierno socialista está llevándonos a la misma situación que nos condujo a lo peor de nuestra historia hace 70 años.
jueves, mayo 24, 2007
Ciudadanía versus feligresía (2)
La ideología de género, como ellos la llaman, no es algo cuestionable. Esa ideología, que emana de varías declaraciones universales de derechos y de otras tantas de la Unión Europea, supone básicamente dos cosas: que cada uno vive su sexualidad como quiere y que nadie puede ser discriminado por esa elección.
Supone el mismo problema ético que aceptar que cada persona puede elegir donde vive, o cual es su trabajo, o cual es su forma de relación de pareja, o cual es su compromiso político. Es decir, ninguno.
Si no se puede imponer la “ideología de género” tampoco se podrá imponer la “ideología de sexo” o la ideología de religión”, con lo que será intolerable para el ciudadano que el Estado le impida golpear hasta la muerte a su pareja o que le impida perseguir con una espada en la mano a todos aquellos que no creen en el mismo dios que él. Y sobre todo que le impida transmitir esos conocimientos a sus vástagos.
El programa de la asignatura Educación para la Ciudadanía impone –como toda asignatura, no olvidemos que las matemáticas nos imponen estudiar las sumas- el conocimiento y el rechazo de las actitudes que impiden la convivencia. Textualmente: xenofobia, sexismo, racismo y homofobia.
Y estos filósofos de la revelación divina, mantienen que el Estado no puede considerar la homofobia como un comportamiento reprochable. “Tengo derecho, según la Declaración de Derechos Humanos, a enseñar lo que quiera a mis hijos y ello incluye el reproche ético a la homofobia”, claman estos falsos éticos.
El primer error consiste en no tener en cuenta que esa misma declaración de Derechos que tremolan se fundamenta en la obligatoriedad –si, la obligatoriedad- de no discriminar a nadie por ningún motivo.
La homofobia es reprochable porque no supone una crítica o una incomprensión. La homofobia es reprochable porque, para que las mentes obtusas que se sienten atacadas por la asignatura lo comprendan, supone coger tres piedras del suelo y arrojárselas a un individuo por ser homosexual. Eso es la homofobia.
Y ningún padre tiene derecho a enseñar eso a su hijo; como ningún padre tiene derecho a enseñar que se debe pegar a la pareja para mantenerla “ a raya” o que se debe perseguir a todos aquellos que consideren que existe un ser trascendente e inmortal.
Y no lo tiene porque el Estado –que no el Gobierno- tiene la obligación de garantizar la convivencia entre todos aquellos que forman parte de su sociedad. Por eso tiene derecho a definir, por consenso, los valores de convivencia que rigen en el territorio sobre el cual se asienta ese Estado. Eso es el Contrato Social. Y vale para la religión, para la ideología y para la inclinación sexual. Les guste o no a todos aquellos que siguen creyendo de forma encubierta en las teocracias.
Tampoco reconocen el error de no darse cuenta de que hay cosas que no tienen derecho a criticar ni a cuestionar porque no les incumben. Y para completar el absurdo, estos intransigentes, que exigen su derecho a la intransigencia, apelan a la cláusula de conciencia para reclamar el derecho a enseñar el odio a la homosexualidad. Es un argumento tan absurdo como cambiar de tumbona en el Titanic. Es una falacia circular.
“Mi conciencia me impide permitir que mi hijo aprenda que no se pueden coger tres piedras y arrojarlas contra un homosexual, señor juez”. Es de suponer que ese más o menos será el enunciado de su protesta. La cláusula de conciencia implica conciencia –como su propio nombre indica- y no hay conciencia que pueda sentirse inquieta por no odiar. Eso es lo que pretende enseñar la nueva asignatura.
Los homosexuales llevan generaciones enteras discutiendo con aquellos que les niegan el derecho a la existencia; que les consideran perversiones éticas o desviaciones genéticas y no han acosado a nadie por negarse a aceptarles ¿Será que los acosadores tienen miedo a recibir una moneda con la que sólo ellos han comerciado?
Ellos, acosadores y perseguidores seculares, mantienen que la homofobia es una cuestión ética, que tienen derecho a plantearla y a enseñarla. Pero no lo tienen.
La homosexualidad, la heterosexualidad y la transexualidad son conceptos que, en el caso de ser discutidos éticamente, no van más allá de la ética –que no la moral- sexual.
Y en la ética sexual hay muchas cosas que discutir: ¿Nuestro cuerpo es un objeto? , ¿Podemos utilizar a los demás como objetos? ¿Son éticos los comportamientos sexuales que incluyen obligación, imposición, tasación, arbitrariedad o falta de consentimiento de alguna de las partes?
Esas son las preguntas de la ética sexual. El cómo, donde, cuando y con quien no se incluye en la discusión. Es mero cotilleo intransigente y morboso.
No puede haber crítica ética a la homosexualidad porque la homosexualidad no tiene nada que ver con la ética. Con la ética tienen que ver la homofobia y la heterofobia, porque son actitudes reprochables que impiden la convivencia. Pero la homosexualidad y la heterosexualidad no tienen ningún elemento ético que discutir.
En realidad, no pueden disimular que el único argumento que tienen es que su dios –porque dios es sólo suyo- les dijo en un libro, escrito por rabinos judíos miles de años después de la supuesta creación, que sólo pueden copular hombre y mujer.
Eso y la “quiebra” de un concepto de familia que no reconocen como una evolución cultural sino como una imposición divina y trascendental de como tienen que funcionar las cosas.
La tolerancia, la solidaridad, la justicia, la igualdad, la responsabilidad y el compromiso social e ideológico no sirven para articular la sociedad. Sólo sirve el hecho de que una mujer y un hombre tengan un par de críos. Esa es su sociedad, esa es su cultura.
Es posible que ellos tengan derecho a vivir así pero, ¿les han preguntado a sus hijos si quieren hacerlo?
Se podría estar de acuerdo con la necesidad de una ética del esfuerzo y de la voluntad como material necesario para la supervivencia ética en la sociedad, pero nunca en contraposición a los aspectos afectivos y emocionales. Las emociones configuran una parte esencial de ese "concepto de ser humano" que ellos se niegan a aceptar y no se entiende a un ser humano sin sus relaciones afectivas. Por mucho que te esfuerces, por mucha voluntad que le pongas, resulta imposible entenderse sin comprender tus emociones y tus afectos.
Pero, una vez más, topamos con lo que topamos siempre. Para todos estos éticos de sacristía y filósofos de presbiterio, las emociones deben controlarse, los afectos deben apartarse. La ascética del acercamiento a su dios lo impone y eso tiene que valer para todos, incluso para los que quieren mantener a su dios a una distancia prudencial y para los que simplemente cuando ellos señalan a su ser divino ven un conjunto de neuronsl mal organizadas. Si quieren enseñar ascetismo a sus hijos que lo hagan, pero el Estado sólo les enseña a reconocerse como seres humanos. Ser humano es una condición indispensable para ser ciudadano. Ser eremita, no.
miércoles, mayo 23, 2007
¿Ciudadanía o Feligresía?
Llegamos a uno de esos puntos que duelen. La verdad no es permanente. Teológicamente, eso supone un problema, puesto que hace que Dios no sea inmutable, pero lamento comunicarles que la teología no es una materia que se incluya dentro de las necesarias para ser ciudadano. Y de eso va la asignatura, de ser ciudadanos. No de ser buenos católicos.
lunes, mayo 14, 2007
El Esfuerzo Impío
jueves, mayo 10, 2007
Elogio de la excomunión
domingo, mayo 06, 2007
El Sueño Invertido
Y soñó que su vida se le daba la vuelta, se le volvía toda de un revés imposible. Dibujada al completo en falsas emulsiones, en tiras negativas de instantaneas perdidas.
jueves, mayo 03, 2007
Desayuno dominical en Split -Ah, la guerra!-
Lo pensado y lo escrito
-
►
2018
(12)
- ► noviembre 2018 (2)
- ► octubre 2018 (2)
- ► junio 2018 (1)
- ► abril 2018 (1)
- ► marzo 2018 (2)
- ► enero 2018 (4)
-
►
2017
(41)
- ► diciembre 2017 (3)
- ► noviembre 2017 (2)
- ► octubre 2017 (1)
- ► agosto 2017 (2)
- ► julio 2017 (7)
- ► junio 2017 (19)
- ► abril 2017 (1)
- ► marzo 2017 (2)
- ► febrero 2017 (2)
- ► enero 2017 (1)
-
►
2016
(33)
- ► diciembre 2016 (3)
- ► noviembre 2016 (6)
- ► octubre 2016 (3)
- ► septiembre 2016 (7)
- ► agosto 2016 (9)
- ► julio 2016 (3)
- ► junio 2016 (1)
- ► enero 2016 (1)
-
►
2015
(180)
- ► diciembre 2015 (13)
- ► noviembre 2015 (8)
- ► octubre 2015 (5)
- ► septiembre 2015 (9)
- ► agosto 2015 (31)
- ► julio 2015 (11)
- ► junio 2015 (28)
- ► abril 2015 (24)
- ► marzo 2015 (10)
- ► febrero 2015 (18)
- ► enero 2015 (10)
-
►
2014
(146)
- ► diciembre 2014 (16)
- ► noviembre 2014 (16)
- ► octubre 2014 (2)
- ► septiembre 2014 (12)
- ► julio 2014 (14)
- ► junio 2014 (17)
- ► abril 2014 (5)
- ► marzo 2014 (9)
- ► febrero 2014 (11)
- ► enero 2014 (30)
-
►
2013
(262)
- ► diciembre 2013 (30)
- ► noviembre 2013 (15)
- ► octubre 2013 (21)
- ► septiembre 2013 (13)
- ► agosto 2013 (13)
- ► julio 2013 (28)
- ► junio 2013 (27)
- ► abril 2013 (16)
- ► marzo 2013 (21)
- ► febrero 2013 (33)
- ► enero 2013 (35)
-
►
2012
(376)
- ► diciembre 2012 (26)
- ► noviembre 2012 (44)
- ► octubre 2012 (28)
- ► septiembre 2012 (32)
- ► agosto 2012 (10)
- ► julio 2012 (29)
- ► junio 2012 (32)
- ► abril 2012 (36)
- ► marzo 2012 (54)
- ► febrero 2012 (17)
- ► enero 2012 (38)
-
►
2011
(142)
- ► diciembre 2011 (12)
- ► noviembre 2011 (10)
- ► octubre 2011 (1)
- ► septiembre 2011 (18)
- ► agosto 2011 (5)
- ► julio 2011 (5)
- ► junio 2011 (14)
- ► abril 2011 (12)
- ► marzo 2011 (27)
- ► febrero 2011 (10)
- ► enero 2011 (23)
-
►
2010
(99)
- ► diciembre 2010 (28)
- ► noviembre 2010 (16)
- ► octubre 2010 (11)
- ► septiembre 2010 (27)
- ► agosto 2010 (11)
- ► julio 2010 (6)
-
►
2009
(142)
- ► diciembre 2009 (2)
- ► noviembre 2009 (6)
- ► octubre 2009 (2)
- ► septiembre 2009 (2)
- ► agosto 2009 (1)
- ► julio 2009 (10)
- ► junio 2009 (15)
- ► abril 2009 (9)
- ► marzo 2009 (20)
- ► febrero 2009 (36)
- ► enero 2009 (32)
-
►
2008
(26)
- ► diciembre 2008 (5)
- ► junio 2008 (1)
- ► abril 2008 (3)
- ► marzo 2008 (14)
- ► febrero 2008 (1)
-
▼
2007
(81)
- ► diciembre 2007 (1)
- ► noviembre 2007 (2)
- ► octubre 2007 (1)
- ► septiembre 2007 (5)
- ► agosto 2007 (1)
- ► julio 2007 (2)
- ► junio 2007 (2)
- ► abril 2007 (11)
- ► marzo 2007 (19)
- ► febrero 2007 (19)
- ► enero 2007 (9)
-
►
2006
(47)
- ► noviembre 2006 (8)
- ► octubre 2006 (1)
- ► septiembre 2006 (13)
- ► agosto 2006 (9)
- ► julio 2006 (7)
- ► junio 2006 (9)