Decía Jim Garrison, el fiscal del único juicio promovido por el asesinato de John Fitzgerald Kennedy que...
No. Hoy no.
Hoy estas endemoniadas lineas destilan demasiada rabia como para tirar de erudición histórica. Hoy dos personas a las que aprecio -y que deben ser de las pocas que leen este espacio- me han pedido concisión y mi rabia, mi furia, me insta a concederles tal requerimiento. Las audiencias mandan.
Así que tiremos de lenguaje legal y directo.
Jomian Leonel, niño con parálisis cerebral de 13 años, ha muerto en Toledo. Ha muerto esperando que le llegaran unas ayudas que el gobierno de María Dolores de Cospedal le había negado. Una ayuda que ascendía a 347 euros y para la que se pedía que se presentaran facturas de todos los gastos por adelantado a la concesión de la ayuda.
Estos son los hechos del caso y son irrefutables.
Alguien inocente y dependiente ha muerto y hay culpables. No hace falta juez, jurado ni tribunal de apelación para saberlo. Quizás hiciera falta un verdugo para castigarles, pero todo lo demás sobra.
Porque hay muchos culpables.
La malnacida que dirige el gobierno de Castilla - La Mancha y que utiliza el dinero de los dependientes para cubrir sus agujeros financieros.
La malnacida que dirige el Ministerio de Sanidad y de Asuntos Sociales y que permite estas situaciones.
El malnacido que gobierna en Moncloa y que impone esa política en toda su administración.
Los malnacidos que se sientan con sus sueldos millonarios en los escaños del Congreso y mantienen esa política con su mayoría absoluta jaleando y susurrando "que se jodan" a cada recorte.
Esos son culpables y son unos cabrones. No tienen otro nombre.
Pero hay más.
Los malnacidos que quisieron hacer de la dependencia un negocio y la dejan en la estacada cuando no llegan las concesiones nepotistas y los beneficios.
Los malnacidos empresarios que han logrado una reforma laboral que hace que la familia de Jomian no tenga recursos para afrontar el pago adelantado de esos servicios.
Los malnacidos que gestionan fundaciones supuestamente sociales para eludir impuestos y no usan ni un céntimo para ayudar a niños como Jomian.
Los malnacidos que hicieron sus negocios bancarios a lo loco y han convencido al Gobierno de que ellos necesitan más el dinero para cubrir sus deudas que los españoles para afrontar situaciones como la de la familia Leonel.
Los malnacidos que robaron miles de millones en impuestos a la Hacienda de todos e hicieron imposible cubrir económicamente esos servicios.
Esos también son culpables y también son una pandilla de cabrones.
Pero hay más.
Los que votaron al PP sin preocuparse de que en su programa pretendían cargarse la Ley de Dependencia.
Los malnacidos que lo sabían y no les importó porque ellos no tenían familiares dependientes, tenían dinero suficiente para atenderlos o le podían endosar esa carga a otro miembro de la familia.
Los malnacidos que lo ignoraron porque les importaba más que sus hijos recibieran clases de religión gratuitas o que las mujeres no abortasen que la supervivencia de la infancia.
Los malnacidos que usaron sus medios de comunicación para dinamitar el concepto de dependencia y hacer así un favor electoral a sus dueños y señores.
Los malnacidos que votaron creyendo que hay mas dignidad para un país en el ondear de las banderas que en que sus niños con parálisis cerebral no mueran sin los cuidados necesarios.
Esos también son culpables o, por asignar el delito adecuado, son colaboradores necesarios de un crimen cometido por una caterva de cabrones.
Pero hay más.
Los malnacidos que no apoyaron las protestas ni movilizaciones contra la destrucción de la atención a la dependencia porque con ellos no iba.
Los malnacidos que creyeron que toda protesta era una herramienta ideológica de sus rivales por el poder y las despreciaron.
Los malnacidos que pedían dinero para sus escuelas confesionales, sus ritos y sus mitos, detrayéndolo de quien verdaderamente lo necesitaba.
Los malnacidos que centraron el foco de su protesta en asuntos ideológicos que bien podían demorarse en lugar de en las necesidades más urgentes y acuciantes.
Esos son cómplices de la muerte de Jomian Leonel a manos de un hatajo de cabrones.
Y faltan los últimos
Los malnacidos que desde sus medios y sus altavoces mediáticos restarán importancia al asunto para justificar a los artífices de la muerte.
Los malnacidos que buscarán acallar la protesta cuando la rabia y la ira lleguen a la calla o las redes sociales.
Los malnacidos que propondrán cortinas de humo y tejerán muros de niebla para intentar ocultar a los responsables.
Los malnacidos que intentarán echarle la culpa a otros, a sus contrarios o a sus rivales para obtener beneficio político de ello.
Los malnacidos que se encojan de hombros y busquen en el periódico el resultado del último partido del mundial.
Los malnacidos que piensen que ellos tienen suerte porque con su dinero a ellos nunca les puede pasar eso.
Esos serán cómplices posteriores al hecho de un asesinato cometido por la asociación criminal de un amplio numero de cabrones.
Y si vuelven a darles el poder... entonces serán tan cabrones como ellos.
No sé si he sido conciso y me he explicado con la suficiente claridad.
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