Lo malo de sacar a colación determinados ejemplos, determinadas formas de comparación, es que estas tienden a extenderse en el tiempo y el espacio como una mancha de aceite, como un sello que termina pegado a la piel de quien las puso en escena y que ya no puede quitárselo de encima ni con agua caliente.
Y si hay una comparación histórica que produce un efecto oleaginoso de ese tipo en una sociedad que aún es incapaz de comprender como la locura, el totalitarismo y el arribismo mezquino puede generar tanta tragedia es llevarte a la boca al Nacional Socialismo Alemán, o sea los nazis.
Y eso es lo que le está pasando a Nuestra Señora de los Dolores de Cospedal desde que el pasado fin de semana se trajera a los labios y los medios de comunicación a los camisas pardas de brazalete rojo, blanco y negro para compararlos, ni más ni menos que los "escarchadores", los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que han decidido ejercer de sonora conciencia de todos aquellos que acallan la propia con los beneficios que obtienen de proteger a la banca en contra del ciudadano.
Pues bien, a la buena de Mari Loli ahora todo se le vuelve nazi. Todo acto, toda decisión, toda iniciativa que emprende, anuncia o se descubre de ella se pasa por el tamiz de la comparación con aquellos a los que ella ha querido comparar -y valga la redundancia- con los ciudadanos españoles que protestan.
Cuando se despierta al monstruo, el monstruo acaba por devorarte. Sobre todo cuando tu olor es más reconocible para él que el de cualquier otra persona.
Apenas cuarenta y ocho horas después de que sus palabras la transformaran en la Santa Patrona del nazismo moderno, llega a los medios, a la opinión y a la sociedad otro de esos actos que el aparato del gobierno que Cospedal se ha inventado para Castilla La Mancha.
La televisión publica de la autonomía -que, en la más pura tradición del Partido Popular actúa como si fuera la televisión de María Dolores no la televisión de todos los castellano manchegos- saca a relucir un reportaje en el que carga contra el alcalde socialista de Toledo con el muy bíblico nombre de "Las 10 Plagas de Emilio García Page".
Un supuesto reportaje en el que se presentan toda suerte de desmanes y problemas que supuestamente acucian a la capital toledana por culpa del socialista -que, antes de que nadie abra la boca en esa linea, hay que decir que lo importante no es que sea socialista, es que no es del Partido Popular-. Se manipulan imágenes, se presentan visiones subliminales de peces muertos y basuras esparcidas de otras épocas y se clama por la crucifixión política del regidor. Indignados políticos del PP lo consideran inadmisible y se presentan como molestos ciudadanos preocupados... Vamos, un clásico.
Ya se han cargado Canal 9 en Valencia y Telemadrid haciendo eso pero los gobernantes del PP se ven impelidos a repetir una y otra vez esos productos audiovisuales ¿por qué será? ¿quizás porque forma parte de su constructo ideológico?
Y claro, tan cerca nos ha dejado de la memoria Cospedal los escarches que solamente se nos ocurre bautizar tal producto audiovisual de propaganda como un escarche mediático. Tan cerca nos han colocado las palabras de fin de semana de la presidenta castellano manchega a los locos furiosos de la pureza aria que estos son la única comparación que nos surge.
Miramos a Nacho Villa, director de la cadena pública y perjeñador de esa campaña contra el alcalde toledano, con su corbata su traje y su mirada seria y se nos viene al recuerdo otro señor vestido de impoluto y elegante terno aunque fotografiado en blanco y negro, otro caballero también experto en propaganda. Un individuo llamado Joseph Goebbels.
De modo que de nuevo las preguntas persiguen a Cospedal, su autoritarismo y su uso del aparato de gobierno para lograr sus fines personales -porque la reelección y la eliminación de los enemigos políticos es un fin personal, no un objetivo de gobierno-.
¿Es totalitario y nazi perseguir a un político para recordarle su compromiso olvidado con la sociedad pero no lo es poner en marcha una campaña de propaganda cargada de mentira y manipulación de la que se sentiría orgulloso el propagandista alemán?, ¿se puede acusar de nazis a los que protegen a las víctimas y no a los que solamente pretenden crearlas y mantenerse en el poder?, ¿ no está mucho más cerca de las formas de propaganda nazi -que inventaron ellos y luego elevó a su máxima potencia la agitpro soviética- Nacho Villa y sus descontextualizadas imágenes, sus totales tendenciosos y sus narraciones manipuladoras, que Ada Colau y unos carteles circulares verdes y rojos?
Cualquiera que haya estudiado Teoría de la Comunicación sabe la respuesta, cualquiera que haya visto el reportaje de los falsos informativos de la Televisión de Castilla La Mancha lo intuye, cualquiera que sepa el significado histórico e ideológico de la palabras nazi, fascista o totalitario lo sospecha.
Pero ella y todo lo que significa su forma de entender el gobierno y la autoridad darán la callada por respuesta. No porque no tengan ninguna, sino porque no quieren que nadie lo sepa, que nadie lo comprenderá. Porque desprecia a aquellos a los que gobierna.
El que fuera ministro de propaganda en el régimen más perverso de la Europa contemporánea también fue nombrado por un gobernante que usó el juego democrático para acceder al poder, también ocupaba un cargo público supuestamente en beneficio de todos y también cobraba por ello. No ciento veinte mil euros, pero también cobraba por ello.
Si Santa Dolores de Cospedal hiciera tiempo en su apretada agenda, entre procesiones de mantilla y mentiras tartamudeadas en los atriles de Génova, 13 sobre la honorabilidad de su partido, para informarse un poco sobre quiénes eran los nazis, lo que hicieron y las herramientas que utilizaron para elevar su locura a rango de tragedia universal quizás, solo quizás, no se los llevaría con tanta facilidad a la boca.
Porque, hoy por hoy, haciendo lo que hace y gobernando como gobierna, cuando cualquier castellano manchego mire en dirección a los nazis, su manipulación, su propaganda y su delirio autoritario, tan solo la verán a ella.
PD
Lo siento Mari Loli, tú lo empezaste.
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