Hace algunas horas habíamos dejado a
Rajoy y sus pretorianos de Génova, Moncloa y todo el resto de los palacios
presidenciales y de gobierno autonómicos arrojando airados al fuego que consume
la educación, la sanidad y la cultura de este país todas las normas tácticas del viejo teutón Von Clausewitz.
Incapaces de asumir la estrategia del
asedio, se han arrojado ahora en manos de otra mucho menos llamativa que
también les sienta como un guante, que también les parece infalible para hacer
pasar sus recortes por el tamiz de la opinión, para lograr imponer su visión en
la sociedad.
No es lo que tengo, es lo que soy.
Pero, como todo últimamente, la entiende
al revés, la enuncian con el paso cambiado y la transforman en lo contrario. No
es lo que soy, es lo que tengo.
Y así, intentan pasar por culpables de
sus actos a otros, por motivaciones de sus decisiones a factores externos.
Rajoy y los suyos venden los recortes
como una necesidad. No es que yo sea un gobierno insolidario, pegado al más
trasnochado de los liberalismos económicos y completamente insensible a las
repercusiones sociales de mis actos, es que no tengo dinero suficiente. No es
lo que soy, es lo que tengo.
Y así a la educación pública se le quitan
los recursos porque el dinero se ha empleado en pagar deudas de obligado
cumplimiento con otros centros educativos, a los parados se les recortan las
prestaciones porque hay que utilizar el dinero en crear empleo a través de las
empresas, a los funcionarios interinos o laborales se les despide porque
ha sido necesario ganar el dinero de sus salarios en mantener las
administraciones, a la sanidad se la carga de modelos privados porque no hay
dinero para mantener la gestión pública.
De ese modo, cada vez que alguien
reclama las partidas, los presupuestos o la financiación que por derecho merece
y que le ha sido arrebatada a golpe de decreto, el eslogan propagandístico se
activa de forma inmediata: "no es lo que soy, es lo que tengo".
De manera que siempre hay alguien que
se ha llevado ese dinero un día, una hora, un minuto antes que tú. Siempre hay
alguien que ha sido más rápido, más fuerte, más depredador que tú y ha
conseguido arrancar su financiación de las manos de Moncloa.
En esta nueva vía publicitaria Rajoy
cambia el enemigo, crea contramedidas que dispara al aire para que el fuego
cruzado de la protesta social y del descontento ciudadano estalle contra
aquello que ha puesto en su punto de mira. Explota contra sí mismo.
Porque así el Gobierno, que es bueno y
responsable, no puede ser el enemigo. Lo es el otro, el que se ha adelantado
para obtener su financiación. El enemigo de las ONGs del desarrollo que no
reciben dinero lo ha de ser Caritas diocesana, que sí lo obtiene; el
antagonista del colegio sin transporte escolar debe serlo el que sí lo ha
obtenido, los rivales de los sanitarios despedidos son aquellos que permanecen
en sus puestos; el del colegio que ha sido cerrado, aquel que permanece
abierto; el del paciente que ha de pagar el euro por receta, el farmacéutico
que se sufraga parcialmente con esa medida.
Siguiendo la enunciación inversa del
slogan de Banderas y Shakira el Gobierno nunca está en entredicho por lo que
es, sino por lo que tiene, por lo poco que le hja dejado la herencia recibida,
por la escasez continuada de presupuesto.
Estamos sin recursos, sin futuro y sin
esperanza no por lo que sea nuestro gobierno, sino por lo poco que tiene. Lo
cual no es culpa suya. Es culpa de todos los que han conseguido pírricos apoyos
económicos, miserables asignaciones presupuestarias y migajas financieras de
las exiguas y depauperadas arcas estatales.
Pero, claro, como siempre que se
cambia algo a toda prisa -algo en lo que nuestro gobierno tropieza una y otra
vez- algo sale mal, algo no se ajusta lo suficiente.
Dicen los publicitas que el slogan
tiene que ser reflejo del origen y objetivo de la campaña porque de otro modo no
funciona, no puede funcionar. Viceroy y su "no
es lo que tengo, es lo que soy", partían del elitismo y buscaban
generalización. Por eso fue una buena campaña.
Y Rajoy, Génova, Moncloa y su versión
invertida, fracasan porque ignoran que aquellos a los que va dirigida su
campaña conocen el origen de la misma.
Porque el Gobierno español tiene
dinero pero prefiere pagar a plazos carros de combate, cazas interceptores y
fragatas, que usarlo en terminar colegios que ahora son una colección de
barracones o en cimentar hospitales públicos.
Así que, No es lo que tengo, es lo que
soy.
Porque el Gobierno tiene capacidad de
elección y elige conservar soldados, espías y policías mientras despide
médicas, enfermeros, maestros, profesoras, psicólogos y asistentes sociales.
No es lo que tengo es lo que soy.
Porque los acólitos de Moncloa tienen
financiación para la ciencia la cultura y prefieren dársela a los festejos
taurinos, a las sociedades decimonónicas de la buena sociedad y a la caza
medieval del jabalí que al cine, la literatura o la investigación científica.
No es lo que tengo, es lo que soy.
Porque Rajoy y sus pretores económicos
tienen capacidad de emisión de deuda y prefieren emplearla en pagar conciertos
educativos, profesores de religión, donaciones de suelo público para colegios
privados y gastos corrientes de colegios concertados que en mantener los
profesores de apoyo en la educación pública, dotar a los centros públicos de
buenas instalaciones, pagar su calefacción o afrontar sus becas de comedor y
transporte.
No es lo que tengo, es lo que soy.
Porque el bueno de Don Mariano tiene
el arma del perdón institucional y la emplea medio millar de veces en un año
para evitar la cárcel a torturadores, estafadores, empresarios fraudulentos,
contrabandistas y algún que otro violador pero la esconde para que no llegue a ex
drogadictos reinsertados, padres y madres de familia que roban por
desesperación o simplemente a desahuciados que no pueden hacer frente a sus
deudas porque la crisis y el paro devoraron su futuro.
No es lo que tengo, es lo que
soy.
Porque el Consejo de Ministros
Genovés, tiene capacidad normativa y legal y la emplea en perdonar las deudas
fraudulentas, imponer el español a sangre y fuego, fomentar el asentamiento de
casinos poco recomendables, legalizar edificaciones irregulares o blindar las
acciones discutibles de sus fuerzas del orden en lugar de emplearla en
imponerse transparencia ante el ciudadano y penalizar la corrupción política,
modificar legislaciones de hace dos centurias que ahogan y desahucian a
familias, mantener la asistencia y ayuda a discapacitados y dependientes o
garantizarla educación y la sanidad para todos.
No es lo que tengo, es lo que soy.
Por todo eso su estrategia de hacer
colar los medidas al modo Viceroy se vuelve contra ellos y les desarzona del brioso
corcel del recorte necesario sobre el que pretendían cabalgar.
Porque todos sabemos que esto parte no
de que Rajoy y su Gobierno tengan un déficit heredado, unos problemas financieros
y unas erario público vacío por gastar hasta el último euro en servicios
públicos y gasto social, sino que viene de su decisión de ser un gobierno que
emplea el dinero para desmontar lo logrado y rehacer España a imagen y semejanza
de sus sueños neocon de mano de obra barata y sin derechos y capitalistas enriquecidos
y poderosos.
No es que tengan solo los 50.000
millones de euros llegados desde Europa, es que son el gobierno que han decidido
gastarlos en salvar a los bancos y no a los ciudadanos y en dar negocio a sus
amigos y socios y no futuro a sus votantes.
Así que sí. El problema no es lo que
tienen, es lo que son.
2 comentarios:
Todos sabemos que lo que tienen son puestos de directivos en Bancos, Grandes empresas....., por eso tienen otras prioridades, lo que tienen es un egoísmo inmenso y un quererlo todo y no dejar nada para los débiles que no pueden defenderse.
Hola, lo que yo creo es que deberiamos de echarnos a la calle todo el mundo y manifestarnos todos.
Pero como dicen por ahi somos un pais de pandereta y nos faltan huevos.
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