De nuevo la inmigración, de nuevo los naufragios, de nuevo la muerte.
Setecientos inmigrantes ilegales se hunden en el Mediterráneo, más de 10.000 han arribado a las costas europeas en un solo trimestre.
Y llegan las elecciones y hay que hablar de inmigración y esa doctrina Monroe de pacotilla de "España para los españoles" que defiende el conservadurismo más rancio, tanto del gobierno del Partido Popular como la alternativa emergente de Ciudadanos vuelve a sonar en los oídos de los parados, los sin recursos y la ahogada clase media española.
De nuevo se habla de cerrar las fronteras, de nuevo se dice que no podemos asumir esa inmigración, que no tenemos nosotros los bolsillos y las economías para ruidos como para que nos caiga encima otra marea de macilentos inmigrantes que llegan desde África.
Pues bien, antes de tirar de tan manidos argumentos y de como la inmigración desangra nuestra economía, a lo mejor hay que ver algunos datos.
La facturación de la pesca española en Mauritania, Marruecos, Senegal, Gabón y toda la costa occidental de África asciende a 11.000 millones de euros; la industria turística española asentada en África tiene unos beneficios de 6.600 millones de euros al año; Repsol obtiene beneficios petrolíferos en África cercanos a los 2.500 millones de euros anuales; las empresas españolas agrícolas presentes en Namibia y Senegal facturan cerca de 6.000 millones de euros al año.
Ninguna de ellas paga impuestos en esos países, ninguna de ellas reinvierte en esos países, ninguna de ellas gasta un solo céntimo en obra social dentro de las fronteras de los países africanos.
Y, para que conste, el salario medio en los países africanos de es de 58 dólares al mes.
Para completar el cuadro, el 85% del petroleo africano, desde Sudán hasta Nigeria, está gestionado por empresas estadounidenses y europeas que no dejan un solo beneficio en los países de origen más allá de los exiguos salarios que pagan; todos los diamantes extraídos de África terminan en cámaras acorazadas de Londres o Amberes sin haber reportado un solo dolar a los estados ni los pueblos bajo cuyos suelos se encuentran; el coltán, fundamental para las últimas generaciones de tecnología de comunicaciones, es extraído y comercializado por empresas europeas con sede en Luxemburgo que no dejan ni un solo euro de impuestos o tasas en los países africanos de origen como Uganda, Congo, Namibia o Angola.
Y por si fuera poco, en África hay 58 estados soberanos y 30 de ellos están en guerra, divididos en facciones o bajo el gobierno de regímenes totalitarios o que, como mucho, tienen la apariencia de democráticos pero que en realidad se basan en el poder militar.
El entramado corporativo europeo tiene negocios e intereses en todos y cada uno de esa treintena de países.
Así que la próxima vez que alguien piense que los inmigrantes africanos vienen a nuestras costas huyendo de sus problemas políticos, sus guerras y su miseria que no llegue a la conclusión de que "vienen a quitarnos lo nuestro" porque quizás tenga que pensar que vienen a compensar todo lo suyo que nosotros les quitamos.
A lo mejor hay que tener todo eso en cuenta a la hora de incluir la inmigración como factor en la ecuación de nuestro sufragio en las próximas elecciones.
O lo arreglamos pronto y establecemos una forma de relación con África justa y equilibrada o dentro de un par de generaciones, dejarán de venir en patera a vivir de las migajas de nuestra sociedad y comenzarán a llegar en lanchas de desembarco con el machete entre los dientes.
Y tendrán toda la razón del mundo para hacerlo. Nosotros mismos.
4 comentarios:
Excelente. Claro y conciso.
Basura proinmigracionista.
Usted sabe de sobra que ningún gobierno, sea del signo que sea, va a cerrar las fronteras o va a deportar masivamente a los ilegales, que es lo que habría que hacer.
Los problemas que tenga África no son los problemas de Europa ni el europeo de a pie es responsable de los negocios que haga Repsol y otras grandes corporaciones multinacionales, ni tampoco merece sufrir las consecuencias de la inmigración.
Nosotros no tenemos que arreglar una mierda. Que se arreglen ellos o que lo arreglen los chinos, si les apetece, que son los que se lo están llevando crudo ahora. Ya está bien de echarle siempre la culpa a Europa.
Por la caridad entra la peste y esta inmigración descontrolada va a ser una fuente de problemas muy gordos en el futuro, problemas que sufrirá la clase obrera, como siempre, ya que ustedes los burguesitos ni huelen al inmigrante, a no ser que sea la chacha.
Si vienen con machetes entre los dientes, nos defenderemos, como hicimos contra el moro. Que cada perro se lama su pijo, Europa no es responsable de una África independiente.
De verdad, da lástima.
Ni un solo argumento, ni una sola realidad.
Viscera en estado puro.
Los que de verdad somos "obreros estamos más que hartos de los que se consideran "obreros" solamente porque no se paran a pensar antes de hablar.
Pero bueno usted siga con los cliches, del moro, el español y el africano.
Cualquier cosas es buena para sentirse superior.
Viscera y complejo. Mala combinación.
Ustedes sí que dan lástima, vendiendo su patria al multiculturalismo y al marxismo cultural inmigracionista y jugando el papel del lastimero que cree que tiene la superioridad moral.
¿Quiere argumentos?
Argumento número 1: España es un país con un paro muy alto históricamente, así que meter inmigrantes y, además, ilegales, es una locura que lo que hace es hacerle el juego al gran capital, que aprovecha para mantener unos salarios de miseria y que el obrero español tenga que renunciar a derechos fundamentales y no pueda prosperar.
Argumento número 2: la inmigración masiva de razas y culturas no compatibles con la occidental hace que se produzcan guetos y que la integración sea imposible, por más que se intente. Los gitanos son una muestra palpable de esto, de 500 años de no integración.
Argumento número 3: Europa ya hace medio siglo que se fue de África y aunque no dejara aquello bien por la mezcolanza de tribus diferentes bajo una sola bandera, los africanos han tenido tiempo para arreglar sus cosas. No es problema de Europa, y menos aún de España, que apenas tuvo progagonismo y presencia en África; sin embargo, se nos quiere hacer tragar con el inmigracionismo. Ellos tienen sus países. Que se queden en ellos.
Argumento número 4: Europa ya ayuda con ONGs, con ayuda al desarrollo, humanitaria, etcétera. ¿Qué hacen los países receptores de esta ayuda? Quedársela los dirigentes y guerrilleros, sin ningún control, y la población reproducirse irresponsablemente hasta el punto de que no caben en sus países y tienen que invadir otros.
Argumento número 5: los inmigrantes que vienen no son precisamente los más pobres. A las mafias hay que pagarles entre unos 6.000 y 9.000 euros, y eso no lo tiene cualquiera en África.
Argumento número 6: usted no es obrero, no me haga reír. Si no, no defendería la degradación de los puestos de trabajo que produce la inmigración masiva.
Argumento número 7: no me siento superior a nadie. Las razas son diferentes, tienen sus fortalezas y sus debilidades, y todas ellas tienen derecho a existir y a un pedazo de tierra en el que desarrollarse y vivir. El hecho de inundar Europa con negros, moros, panchitos y demás gentes no blancas es un genocidio racial europeo premeditado que pretende acabar con la raza blanca. Esas gentes tienen sus países con sus culturas; que se queden en ellos y los desarrollen. Que no vengan a parasitarnos.
Argumento número 8: si ustedes quieren ser solidarios con el inmigrante, séanlo con su dinero y con sus casas. No nos impliquen a los que no queremos serlo y que queremos nuestros recursos para nuestra gente. El inmigrante no forma parte de nuestra familia y no tenemos la obligación de sostenerlos ni ustedes tienen el derecho a usar nuestros recursos para ello. A tirar con la pólvora del rey a otro sitio. Créense su propio país chupiguay de la piruleta y dedíquense a ser solidarios y progreguays allí, que los demás no queremos.
Argumento 9: yo, al menos, tendré vísceras. Y sangre. Cosa que ustedes los progres no tienen. Y así les pasará cuando les toque defender lo suyo, que los arrollarán, como ya están haciendo, por pusilánimes y falta de combatividad. Ustedes sigan haciéndole el juego al marxismo cultural y al Nuevo Orden Mundial, que ya queda poco para que vivamos todos en una sociedad orwelliana.
Publicar un comentario