Hay que cosas que aunque parecen
inexplicables tienen una explicación que se antoja sencilla, que se puede resumir
casi en una sola palabra.
Seguramente en pocas horas alguien
dirá, probablemente del gobierno, que el rescate -veremos que palabreja o
concepto se inventa para no decir rescate- ha sido positivo porque la bolsa
evoluciona favorablemente -dentro de la gravedad, siempre dentro de la
gravedad- y la prima de riesgo, la tristemente famosa prima de riesgo de la
deuda soberana española, ha descendido a los 470 puntos -o incluso menos-.
Él o ella -depende a quién le toque
repartir los parabienes- dirán que eso muestra que las medidas emprendidas por
el Gobierno han sido por fin entendidas por los mercados, que el conjunto de
"las tres patas" -que dijera ayer Rajoy ¿No podía decir bases,
pilares, soportes...?, ¿tenía que decir patas?- de control de déficit, reformas
estructurales y reforma financiera están cumpliendo su objetivo.
Y claro él o ella mentirán como un
bellaco o bellaca.
Porque Rajoy modernizó nuestro sistema
laboral hasta pasarse de siglo pretérito y revertirlo casi al feudalismo y la
prima siguió subiendo; porque Guindos, Rajoy, Santamaría, Montoro y toda la
corte moncloita recortaron y recortaron para controlar el déficit hasta casi
dejarnos en los mínimos servicios estatales y la prima de riesgo siguió en las
alturas del cuadrante, porque tras ellos llegaron los Fabra, Aguirre, Más y
demás baluartes autonómicos con más subidas de impuestos, tasas y demás medidas
que cuadraran las cuentas y la prima de riesgo se salió de límites, porque el
Gobierno español salvó Bankia, Caixanova, Catalunya Caixa y no se sabe cuántas
entidades financieras más y la prima de riesgo se inventó una nueva capa
atmosférica en la que residir y pasó de los 570 puntos en algunos momentos.
Y ahora, precisamente ahora -que diría
el eterno adolescente cantautor-, cuando llegan los 100.000 millones de Europa
y sus bancos para España y los suyos -los bancos, claro- es cuando esta
desciende. No demasiado pero desciende.
Diríase que es esto y sólo esto lo que
ha hecho reaccionar positivamente a la prima de riesgo. Y va a ser cierto.
Porque todos sabemos que hay alguien
especulando con la Deuda Soberana, que esos movimientos se deben a estrategias
especulativas basadas en las agencias de calificación de riesgos pero hasta
ahora puede que no nos hayamos hecho la pregunta adecuada.
¿Quién compra y vende Deuda Soberana?
Y la respuesta es demencial, es absurda, es atronadora. Es casi criminal.
Los bancos, señoras y señores, niños y
niñas, desempleados y futuros desempleados, los bancos.
Las entidades financieras españolas en
total tenían 229.600 millones de euros en este tipo de títulos gubernamentales
antes de que Mariano Rajoy asumiera el control del Gobierno en diciembre
pasado. Los bancos españoles se han hecho con el 70 por ciento de la deuda
soberana de los casi 50.000 millones que el ejecutivo de Rajoy ha sacado a
subasta desde que ocupa La Moncloa.
Así que son los bancos los que están
especulando con la prima de riesgo, con la deuda soberana y haciendo saltar los
límites hasta que el rescate financiero ha sido inevitable.
Ellos, que pedían dinero con una mano
hacían imposible la recuperación con la otra porque solamente tenían un
objetivo: cubrir sus agujeros financieros, que alguien les diera el dinero que
sus gestores habían malgastado, arriesgado en negocios cuyo riesgo bordeaba el
absurdo o perdido en un mercado inmobiliario inflado desde la base hasta la
hidropesía.
Y cuando el Gobierno español no ha
tenido dinero suficiente para eso, han forzado la máquina de la deuda,
amenazando con hacer la economía del estado inviable sin alguien no les pagaba
el rescate.
Así que el término es del todo
correcto. Europa ha pagado el rescate de España a sus secuestradores.
Puede que este post parezca corto y
simplista. Pero para mí, pese a todos los matices que se puedan incluir -que
serán muchos, sin duda-, esta situación es algo tan simple y corto como lo es
una sola palabra.
Chantaje.
1 comentario:
Espectacular.
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