lunes, diciembre 24, 2012

No, mamá. Hoy no nazco en España

 No voy a ir, mamá. Este año no.
No voy a ir, mamá, porque hay hombres y mujeres extrañas y crueles que, enfundados en ternos siempre grises y trajes de Chanel, arrancan aquello que otros se ganaron con sudor en los días y con sangre de las luchas para repartírselo en un festín perverso de corrupta avaricia.
No voy a ir, mamá, porque hay seres armados que atacan a aquellos que deben escudar, defienden a aquellos que deben detener y maltratan a quienes tienen que proteger.
No iré porque hay nuevos Herodes que, con el fatuo orgullo que les da saberse poderosos, insultan, amenazan y arrancan a los niños un futuro de saber y decencia para intentar hacerles casi siervos y esclavos solo en su beneficio.
No iré porque hay postreras Salomés que bailan su danza con la muerte, negándoles la salud y la cura a los que la precisan, para ofrecer, en bandeja de plata, el dinero ganado con las muertes de pobres, extranjeros y ancianos a su amo usurero.
No vamos a ir, mamá, pues no nos quedan puentes bajo los que morar, establos en los que cobijarnos o bancos en los que pernoctar, poblados todos ellos de ingentes cantidades de personas que perdieron su casa, su vida y su futuro a manos de aquellos que prometieron financiarla sin riesgo a treinta años.
No vamos a ir, mamá, pues las mulas huyeron y los bueyes fueron sacrificados por aquellos que buscan comida en la basura, consumen viandas caducadas y piden en las calles privados de trabajo y salario para que otros repartan beneficios y obtengan dividendos sin moverse de casa.
No iré porque nadie irá a verme, cansados ya los pies de recorrer eternas carreteras por defender su mina, agotadas las piernas de marchar cada día por angostos senderos para dar a sus hijos un futuro de estudio, perdidos los andares de acudir cada día a los mismos lugares para exigir derechos y terminar corriendo delante de los mismos.
 No iré porque ya nadie podrá cantar cuando vea que he ido. Ya con las voces roncas de gritar su desespero a los cielos, con las gargantas rotas de llorar en silencio el mal que les traen aquellos que deberían buscar el bien de todos juntos, hastiadas las palabras de recorrer las calles exigiendo una justicia que siempre ha sido ciega y ahora algunos convirtieron en sorda.
No iré, mamá, porque hoy en España no queda sitio, hambre, miseria ni esperanza para una boca más.

Vas a ir hijo mío, como todos los años.
Irás porque hay gente que arriesga sus batas y sus togas y sus años de esfuerzo por darle a los demás aquello que fue suyo y que quieren quitarles.
Irás porque hay personas que aún tienen sus moradas y se plantan en la puerta de las casa de otros para evitar que sean arrojados de ellas, empleando su tiempo, su esfuerzo y su riesgo en defender aquello que ellos aún no tienen perdido.
Iremos porque hay mujeres que se desnudan, hombres que se encierran y otros que se embozan para seguir luchando para dar a sus hijos un futuro ganado en el que puedan elegir lo que su saber y su estudio les hayan concedido.
Vamos a ir porque hay gentes de ciencia que dan clase en las calles para exigir futuro.
Porque hay gentes comunes que les abren las puertas de sus bares a aquellos que huyen de la fuerza.
Porque hay gentes corrientes que gastan sus gargantas, su menguado pecunio y sus tiempos escasos en buscar la manera de enderezar el rumbo que otros les han torcido a todos.
Porque hay gentes calladas que al fin, como principio, alzaron sus cabezas del refugio egoísta del miedo y la desidia para ayudar a otros, para exigir que lo común sea de nuevo para todos y no solo para unos pocos.
Porque hasta los abogados, sí hijo, los abogados, defienden inocentes y buscan la manera de que se haga justicia.
Vas a ir, hijo mío, porque hoy en España hay lucha, injusticia y esfuerzo necesario para una mano más.

De acuerdo, iré, mamá. Pero esta vez no mientas.
No hagas creer a todos que llevo un dios a mis espaldas para que agachen la cabeza y crean que soy la salvación.
Diles que, sí existí, solo fui uno como ellos que se enfrentó al poder, que luchó como otros contra gentes injustas, avaras y malvadas y que se resisitió a aceptar sin pelear su absurdo cataclismo.
Hoy, no hace falta en España nadie que se resigne y solo crea en mí. Hacen falta millones que alcen la cabeza y crean en sí mismos.
Si haces eso, sí iré. Iré esta misma noche.

1 comentario:

Eva Mª Casas dijo...

La verdad es asi, espero que la gente se alze y empiece a movilizarse para poder ir cintra este gobierno de mierda....
Y como siempre y no me canso de decirtelo eres un FENOMENO.
FELIZ NAVIDAD PARA TI Y LOS TUYOS.

Lo pensado y lo escrito

Real Time Analytics