jueves, enero 24, 2013

Si me llamara María y hubiera muerto hoy

Si yo creyera en Dios, me llamara María y hubiera muerto hoy. Tendría mucho miedo
Sería un miedo infinito, acongojante. Un miedo que me haría aferrarme a mí misma y a mis falsas verdades.
Un miedo a que, después de tantos años destruyendo en la cuna los vínculos fraternos, apartando a hermanos de su sangre y a hermanas de sus pobres linajes, ya nadie considerara ni justo ni oportuno el título perdido y hasta casi insultante de "hermana" que me otorgan algunos.
Si yo creyera en Dios, me llamara María y hubiera muerto hoy, dejaría la vida con un pánico atroz. Un pánico desmedido, eterno e infinito, que me haría retrasar la partida, demorarme en el limbo, convertirme en fantasma.
Un pánico cerval a que, tras décadas de separar  a vientres de sus frutos, a niños de sus vidas, a madres y vástagos naturales de su futuro juntos, alguien considerara que no merezco, ni me he ganado nunca ese nombre de "madre" que llevo antes del mío.
Si yo creyera en dios, me llamara María y hubiera muerto hoy, pasaría la línea con un rezo en los labios. Y Rezaría a los hados, a los dioses paganos, a deidades y mitos, a ídolos y tótems, porque Dios fuera ciego o al menos no me viera.
Porque, después de tantos lustros de interpretar en falso su muda voluntad para hacer solamente la mía, de buscar en secretas confesiones y falsas absoluciones el ocultar de mi propia cabeza, de mi alma y mi vida todo el mal que siempre supe que había hecho a muchos y que seguía haciendo, no sabría si mis ojos, que fueron ciegos al dolor de las madres, a la desazón de los padres, a la indefensión de los hijos y de las hijas, podrían soportarle la mirada si se fijara en mí.
Si yo creyera en Dios, me llamara María y hubiera muerto hoy, lo habría hecho con los labios firmemente apretados, implorando a quien fuera que, por mi propio bien, dios se hubiera vuelto mudo a al menos no me hablara.
Porque, después de toda una vida destruyendo la de otros, negando las respuestas, mintiendo las verdades, cambiando los futuros, generando dolores, ignorando plegarias de madres y de hijos, de padres de hijas, no sabría qué hacer si Dios me hiciera a mi solamente una simple pregunta: ¿por qué?
Si yo creyera en Dios, me llamara María y hubiera muerto hoy, entraría en la muerte con la cabeza gacha y los labios cerrados en una plegaria muda y desesperada que clamaría al cielo para que dios hubiera abandonado la existencia u otros como yo ya le hubieran matado.
Con los labios cerrados y apretados porque, después de una existencia entera escudando mis odios en palabras nunca dichas por él, mis mezquindades en sus falsos deseos inventados por mí, y mis crueles delitos en el recurso a su inflexible y revelada voluntad, no podría responder ni una sola palabra cuando él me dijera que él nunca me pidió que apartara a niños de sus madres, a nacidos de sus historias, a las personas de sus linajes y de sus futuros.
Y con la cabeza gacha, eternamente gacha. Con la cara escondida y oculta para siempre para evitar que, si alzaba la vista y miraba de frente, Dios me escupiera en el rostro su eterna repugnancia.
Aunque no creo en él, sé que ese no es ni ha sido nunca el dios de los cristianos. 
Pero ojala existiera, solamente por hoy.
Ojala existiera y fuera a quien encontrara nuestra "hermana" María, la ladrona de niños.

5 comentarios:

Manu dijo...

¿Pero tu no crees que esta mujer, al igual que otros, no pensaban que estaban haciendo "lo correcto"? ¿No pensaban que era eso lo que de verdad tenían que hacer para solucionar las cosas? Creían ayudar a todos, a las madres solteras a borrar su vergüenza, y a madres que no podían serlo a cumplir sus deseos. Esta mujer me temo se ha ido a la tumba con la conciencia bien tranquila. No nos queda ni ese consuelo.

devilwritter dijo...

Eso es lo que se han repetido una y otra vez. Eso lo que se han dicho en sus confesiones, pero no.
Alguien que tiene la conciencia tranquila, que está convencido de lo que ha hecho no se niega a declarar, no se esconde.
Se exhibe con orgullo (un orgullo loco y furioso, como el de los nazis en los juicios de Nuremberg, como el de los dictadores militares argentinos, como el de Pinochet, como el de los inquisidores ahorcados en La Revolución Francesa)
Esta mujer siempre ha sabido que no hacía lo que debía estar haciendo. Su actitud siempre la ha delatado.

Tu economista de cabecera dijo...

Se ha escondido por miedo a la "injusticia" de la condena por hechos "honrosos". Por no ser "martir" por la Fé, que es mas de lo que se le puede exigir.

Coincido con Manu. Otra cosa es que en los últimos años haya tenido otra visión y la sombra de la duda le pueda atormentar.

De todas formas muchos curas y monjas son ateos en su corazon y les da igual 4 que 40...

Carmen Luque dijo...

MENSAJE A LOS RESPONSABLES DEL BLOG

Buenas tardes.

Soy Carmen Luque, secretaria de la asociación TODOS LOS NIÑOS ROBADOS SON TAMBIÉN MIS NIÑOS. La imagen de los dos niños que han situado al comienzo del artículo es el logo de nuestra asociación y, además una fotografía familiar.

Aunque compartimos el contenido del artículo, preferimos que nuestro logo no sea publicitado fuera del contexto de nuestra asociación. Y, además, no están ustedes autorizados a utilizarlo. Por ello, le agradeceremos que quiten la fotografía de este blog con mayor premura posible.

Reciban un cordial saludo.

Carmen Luque

devilwritter dijo...

Ya está retirada.
Por supuesto fue error nuestro no preguntar.
Lo sentimos.
Un saludo y toda la solidaridad y apoyo que se merecen.

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