Pues ya ha pasado. Y parece mentira que haya pasado de esa forma. Pero resulta que los que se enfrentaban a su propia locura, a su propia incapcidad de progresar más allá de su ideología han hecho lo que tenían que hacer mientres los que se supone que tenía que estar en el centro de la cordura seguían debatiendo sobre cosas que no se podían debatir.
ETA, la banda criminal que quiso hacer de Euskadi su mundo, ofrece el desarme. Ofrece entregar las armas. Ofrece no disparar un solo tiro más aunque estén a punto de ser detenidos o lo sean de hecho.
ETA da el paso que muchos no creían que iba a dar en esta danza aciaga que han bailado unos y otros alrededor del filo acerado que amenaza con cortar la garganta del futuro de Euskadi.
Y parece increible que lo haya hecho porque hay otros que se niegan a aceptar la posiblidad de que eso ocurra, que se niegan a aceptar la realidad de lo que ha ocurrido y está ocurriendo en las tierras del norte.
Se suponía que el acercamiento de presos, que el cumplimiento de la ley penitenciaria española también con los miembros de ETA, era el paso previo, era el último moviento que tenía que hacer el Estado Constitucional para negarle a ETA una nueva posible apertura a las armas, un nuevo ataque de ideológia totalitaria que derramara más sangre sobre Euskadi.
Pero no ha sido así.
Las voces disonantes, los debates baldíos, han obrado el milagro. ETA ha vuelto a delantar un paso la linea de defensa y dejar en fuera de juego a aquellos que deberáin haberse movido al únisono para evitar por el bien del futuro de Euskadi esa situación.
Llos perros de presa lanzados desde Bruselas con fatuas amenazas de nuevas estrategias violentas han abierto un debate inexistente seguido por esas ajadas rosas diez de chanel y traición siempre en la boca que han clamado porque se aplique a los presos "el rigor de la ley" ignorando o queriendo ignorar que el rigor de la ley penitenciara es acercarles a sus lugares de origen, como a todos los demas convictos españoles
Y mientras, como ya viene siendo costumbre ultimamente. Aquellos de los que no se esperaba nada, de los que se suponía el silencio culpable que permitiera a los demás especular sobre lo que están pensando, decidiendo y diciendo, no han hecho lo que todos esperaban de ellos y han hablado tan claro que ya ni más alto se puede oír mejor.
Ellos, agotados o no, derrotados o no, creídos o no, creíbles o no -que al parecer lo son, por lo que dicen aquellos de otros lares que ahora los vigilan- han dicho que llos apuestan po la paz incluso en la derrota, incluso en el desarme, incluso en la detención.
De nuevo, aquellos que querían utilizar la violencia, el recuerdo de ella o el miedo a su vuelta, de arma arrojadiza en la campaña electoral vasca que está por llegar si no ha llegado ya, le han hecho la campaña a la izquierda abertzale.
Porque hasta el gobierno, formado por aquellos que no hace mucho hicieron campaña de desgaste contra el gobierno anterior usando los acercamientos, las negociaciones y los beneficios penitenciarios había comprendido que ya no había marcha atrás en la paz en Euskadi -al menos de momento- y que cualquiera que puesiera impedimentos a su desarrollo sería el causante de que no se produjera y eso no es bueno para pasar a la historia.
Pero Mayor Oreja, Rosa Diéz, las voces de algunas de las víctimas y todos aquellos que han querido seguir buscando la victoria, el redito en sufregios o simple y llanamente una justa venganza,ahora han perdio el paso, ya no encuentran el pie con que moverse en esta danza que pretenden eterna hasta que ellos ganen lo que quieren ganar.
Y el mundo los observa y Euskadi los observa y si siguen así la historia contara que ETA ofrecio el desarme y la paz a cambio de diálogo y ellos negaron el diálogo y la paz que con el se buscaba a cambio de victoria y venganza.
Ouede que nunca sepamos quién o qué mató definitivamente a ETA amen del pueblo vasco. Pero lo que hadejado claro este movimiento inesperado por lógico de ETA es quien no ha contribuido en nada a su final.
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