No se me pongan de uñas ni los unos ni los otros pero voy a decir algo.
La dicotomía entre Manuela Carmena y Cristina Cifuentes es una de las pocas cosas buenas que la ha pasado a Madrid en los últimos tiempos.
Me explico para que los ladradores de una y otra jauría dejen de hacerlo antes de empezar.
Más allá de sus ideologías, ambas políticas parecen haber entendido lo que es la política, lo que es la lucha entre administraciones, lo que es pensar en los administrados. Asumen una forma muy anglosajona de enfrentarse políticamente: en beneficio del ciudadano.
El ejemplo perfecto es el Recinto Ferial madrileño. El Ifema.
Carmena se carga al representante municipal, Álvarez del Manzano, un viejo mastodonte del PP, otrora alcalde pasivo de Madrid. Es lo más que puede hacer dentro de su ámbito de gobierno.
Cifuentes recoge el guante y en lugar de protestar, de buscar alguien de Ahora de Madrid o de Podemos a quien cesar o de emitir una nota de prensa en la que se detallen agravios comparativos -o sea, lo que viene siendo el tradicional "Y tú más" de la política española- decide eliminar todos los cargos públicos remunerados del Ifema.
Carmena elimina un dinosaurio. Cifuentes se carga todo el mosozoico de un plumazo. Y esa es la competencia entre administraciones que beneficia al ciudadano.
Y lo siento por todos aquellos que no saben ver su ideología ni definirla más allá del enfrentamiento. Por todos los productos patrios, que son muchos, que solo pueden ver la paja en el ojo ajeno, que intentan tapar los errores de sus formaciones políticas buscando los de otros o que creen que es una justificación a la incapacidad de sus dirigentes una incapacidad similar en los del bando contrario.
Ese ya no es el "Y tú más", es el "Y yo también" o incluso el "Y yo más" que el elector espera. La competencia entre administraciones en beneficio del administrado.
No me esperaba yo esta apertura de la partida política en Madrid por ninguna de ambas. No de Carmena por su supuesta inexperiencia política, no de Cifuentes porque aún la recuerdo en su pose de tuitera difundidora de pruebas contra Alfon y de solicitadora del recorte de las libertades de asociación, reunión y manifestación en beneficio de los horarios comerciales. Y a lo mejor soy muy optimista y esto es algo puntual, una casualidad que parece causal y, por supuesto, eso no hace que vaya a estar de acuerdo con todo lo que haga Carmena ni con todo lo que haga Cifuentes.
Pero es una forma de hacer política que me gusta. La política del "Y yo más".
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