El Gobierno de Mariano Rajoy ya tiene lo que quería para lucir en la solapa durante los mítines de las próximas elecciones generales: la palmadita en el hombro del FMI para el cachorro que aprendido la lección de sentarse cuando su dueño se lo dice. Pero curiosamente las huestes de Lagarde le dicen que todavía tiene que mejorar su adiestramiento:
"Existe margen a nivel regional para ahorros fiscales y eficiencias adicionales, como por ejemplo reduciendo los costes de prestar los servicios públicos de educación y sanidad", dicen los doctos expertos, gurús y analistas del FMI. Y como siempre estas recomendaciones, aparte de desatarme una apenas contenida repugnancia ideológica, me hacen hacerme una pregunta.
Se supone que el FMI piensa solamente en criterios económicos dentro del liberal capitalismo, ¿por qué incide una y otra vez en que el ahorro tiene que ser en esos sectores?, ¿por qué no se limitan a recomendar el gasto público y que el Gobierno Español decida en donde y cómo hace ese recorte?
Los defensores de los recortes dirán que es porque son la parte del león del gasto público y no les faltará razón pero entonces me surge otra pregunta.
¿Por qué si España, que gasta el 13% del total de su gasto público en Sanidad, tiene que recortar, Alemania que emplea el 19%, Estados Unidos que emplea el 20% o el Reino Unido que utiliza el 16% no reciben idéntica recomendación?
Y lo mismo pasa con la educación. España es el país, salvo Italia, que menos porcentaje del gasto público destina a la Educación entre la antigua Europa de los quince pero se insiste una y otra vez en que sea ese sector en el que se ejecuten los recortes.
La respuesta llega cuando lees la otra recomendación. La absoluta necesidad, según el FMI claro está, de instaurar el copago sanitario e incluso el educativo.
Y es cuando queda claro que lo que está exigiendo el FMI es recortar el gasto público -cosa que podría hacerse en defensa, en cultura, en administraciones públicas o en cualquier otro ministerio o consejería autonómica- Lo que está exigiendo es que se privaticen esos servicios. que se de acceso a las empresas privadas al negocio que supone algo básico y necesario para todos.
Por eso no se lo exigen a países que gastan mucho más que recorten sus gastos. Porque ellos ya han hecho ese camino. Aunque algunos, como el Reino Unido o Francia, lo estén deshaciendo porque se han dado cuenta de las disfunciones que genera.
O sea, que en realidad están obligando a asumir un sistema en el que las empresas recojan beneficios económicos incluso de la vida, la muerte y el futuro de los ciudadanos y que sean ellas lasque decidan como se distribuyen esos beneficios.
No piensan en gasto ni en macro economía. Solamente piensan a dar acceso a aquellos de los que dependen y a los que defienden a nuevas fuentes de riqueza a costa de lo que sea. Incluso de las necesidades más básicas de los ciudadanos.
No quieren salvar la economía. Solamente quieren seguir exprimiéndola en su provecho.
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