viernes, agosto 21, 2015

El Supremo israeli o el sacrificio de no ser como ellos

El abogado Mohamed Alan, de 31 años, es militante de la Yihad Islámica en Nablús (Cisjordania). Todos sabemos que la Yihad Islámica es un grupo de terrorismo yihadista sangriento que hace atentados, todos sabemos que si militas en un grupo así es que eres como ellos, todos sabemos que lo más probable es que haya participado en la comisión, organización o proyección de algún atentado.
Todo eso es lo que sabemos. Y nada de eso es importante.
No es importante porque no lo hemos probado. No es importante porque Mohamed Alan estaba detenido administrativamente en un arresto que "podía prolongarse indefinidamente sin intervención judicial"o lo que es lo mismo nadie le había comunicado cargo alguno, nadie le había facilitado un abogado, nadie había fijado fecha para su juicio ni había aportado prueba alguna de todo eso que todos sabemos pero que se nos pasó por alto demostrar.
Así que Mohamed Alan saldrá libre tras su huelga de hambre porque el Tribunal Supremo de Israel, primer órgano judicial israelí que se pronuncia sobre su detención así lo ha decidido.
Y los hay que estarán de acuerdo con el ala más dura del gobierno y la sociedad israelí que piensa que eso es "una claudicación ante el terrorismo". Pero no porque nadie a sentenciado que Alan es un terrorista. O que la decisión del Supremo israelí "da un arma a los terroristas para extorsionar al Estado". Pero tampoco. Lo que ha dado un arma a los terroristas para extorsionar al Estado es el decreto que autorizó la prisión administrativa indefinida porque si se retiene a alguien sin juicio -más allá de un límite razonable, que se cuenta en horas no en años- se deja de ser un estado y se actúa como un grupo terrorista yihadista. Se deja de ser Israel y te trasformas en la Yihad islámica.
Y los hay que van más lejos y que dicen "la Yihad islámica no respeta los derechos humanos ni la ley así que sus militantes no tienen derecho a reclamarlos". Y se confundirán en ese falso silogismo porque si la Yihad Islámica es perseguida por atentar contra los derechos humanos, por definición, el Estado de Israel deberá ser perseguido por idéntico motivo y la única manera de escapar de ello es que no los incumpla.
Y los hay que mantienen que "es la única manera de vencer al terrorismo". Pero también se equivocan porque hacer mártires refuerza el terrorismo, sobre todo el yihadista, así que en realidad seguir así es la única manera de asegurarnos que ya hemos perdido.
E incluso los habrá que digan que todo esto es una defensa del terrorismo, el yihadismo o la violencia. Y por supuesto estarán radicalmente equivocados.
Porque lo único que se defiende es que no podrán la Yihad Islámica no podrá vencer. que por más que nos intimiden no nos harán actuar como ellos, por más que nos ataquen no nos harán pensar como ellos. Por más sangre que nos cueste no somos como ellos.
Tal como yo lo veo cualquiera que defienda por el motivo que sea la detención administrativa indefinida en Israel y critique la decisión del Tribunal Supremo de excarcelar a Mohamed Alan es amigo o por lo menos aliado inconsciente de la Yihad Islámica. Ya se ha rendido. Ya ha perdido la guerra contra el terrorismo.
Porque el comienzo del fin para el terrorismo, el yihadismo y toda locura fanática y sangrienta consiste en darse y lograr que el mundo se de cuenta de que, por más que lo intenten o que nos hagan sufrir, como diría el califa de otros tiempos, nosotros "nada tenemos que ver con esa gente".

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