La diferencia entre la tristeza y
la rabia viene marcada por una sola cosa. Los hechos no deseados pero
inevitables, que no pueden preverse, que llegan a nosotros sin posibilidad
alguna de influir en ellos pueden llenarnos de tristeza, pero aquellos que se
producen por actos fácilmente evitables, por acciones voluntarias y
planificadas que nos resultan penosos, que se nos antojan injustos, esos nos
producen rabia. Así que la diferencia entre la tristeza y la rabia no está en
la injusticia de los hechos, está en la alevosía de los actos que provocan esas
injusticias, en la voluntariedad de las acciones que han llevado a esa
injusticia.
Y eso es, al menos para el que
escribe estas endemoniadas líneas, lo que ocurre con Telemadrid.
Desde que el gobierno de la
Comunidad de Madrid decidiera destruir esa televisión pública, se han dicho y
se han hecho muchas cosas.
Se ha forzado uno de los eres más
masivos que se recuerda en la historia de los medios, echando de sus puestos de
trabajo a 890 profesionales que, puede que no fueran todos ellos, como se dice
en estos casos, grandes profesionales, pero para cuyos despidos no ha contado
en absoluto ni su capacidad, ni su trabajo ni sus dotes profesionales, sino una
decisión política que nada tiene que ver ellos.
Pero sin duda lo que más se ha
dicho, lo que se ha repetido hasta la saciedad, lo que se ha pretendido vender
desde los sillones políticos del gobierno madrileño es que Telemadrid se
encuentra en una situación insostenible porque es un modelo de televisión
pública que no funciona.
Y ahí es donde entra la rabia, ahí
es donde, al ver los burofax de despido y los esbozos de planes de
externalización del medio, la rabia por las acciones premeditadas supera a la
tristeza por los hechos inevitables.
Porque los que excusan el
desmantelamiento de Telemadrid en el fracaso del modelo de televisión que
representa tienen razón. Tienen razón porque son ellos los que la han hecho
inviable.
Y cuando descubres que los críticos
son los principales actores del drama, que han hecho de ese drama una tragedia,
la rabia tiende a hacerte arder la sangre.
Porque son ellos los que han
decidido gastar lo que no está escrito en derechos televisivos de series que
luego no programaban o programaban a altas horas de la madrugada. Porque son
ellos los que han empleado cantidades ingentes de millones en los derechos de
retransmisión de partidos de fútbol para emitir partidos que nadie quería ver
porque los buenos partidos los emitían otros.
Porque son ellos que han duplicado
las redacciones de informativos, manteniendo en los pasillos y las mesas a
profesionales del periodismo que se negaban a ser propagandistas en lugar de
informadores, para sustituirlos por aquellos que estaban dispuestos a ejercer de
voceros directos de los gustos y deseos del partido político en el gobierno.
Porque son ellos los que han
impedido que la audiencia aumentara al vincular toda su programación a
contenidos que dejaron de ser informativos en cuanto a la hasta hace días sempiterna ocupante del
puesto presidencial de la Comunidad de Madrid se le antojaba obtener mayor
relevancia mediática o contrarrestar la que sus rivales políticos tenían en
otros medios.
Porque son ellos los que han
llenado los despachos de la planta noble de sueldos millonarios otorgados no a
ejecutivos voraces de audiencia que diseñan programaciones para lograr calmar
esas ansias, sino a políticos venidos a menos, a periodistas torticeros que les
habían defendido o simplemente a a amistades y parentelas que no encontraban
acomodo en ninguna otra parte de la estructura nepotista del Gobierno de la
Comunidad de Madrid.
Porque son ellos los que han
cancelado programas vistos y seguidos porque no se adecuaban a su línea
política, los que han contratado comentaristas, analistas y directores de
informativos solamente porque sí se ajustaban a esa línea e ignorado las
audiencias en aras de la emisión de un mensaje propagandístico continuo que
tenía como único objetivo recolectar votos en las urnas y no audiencias en los
audímetros.
Porque son ellos los que han
mantenido horas de emisión en continuo de manifestaciones sacras,
antiterroristas u olímpicas que condenaban a la pantalla a un plano fijo
mientras en el resto de los medios de comunicación el mundo se seguía moviendo
a un ritmo completamente diferente.
Porque tienen razón, Telemadrid es
inviable. Son ellos y su concepto de la televisión, su nulo respeto a los
profesionales y su incapacidad de percibir la realidad de los medios de
comunicación como algo plural y no propagandístico los que la han hecho
inviable.
Y eso da rabia, mucha rabia.
Porque lo que no funciona no es la
televisión pública, lo que no funciona es la televisión de propaganda política,
lo que no funciona no es el modelo de organización de Telemadrid, es el modelo
de dirección politizada, de comisarios ideológicos y de directrices
autoritarias que impusieron en Telemadrid, lo que no funciona no es el modelo
de gestión, es el gasto vinculado al beneficio político y no al sostenimiento
económico.
Lo que no funciona no es
Telemadrid. Son ellos.
Pero ellos se quedan y Telemadrid
se va.
Porque da igual que el nombre y la
marca se mantengan. Da igual que dejen el logo y los anacrónicos. Cuando el
último de los cámaras, realizadores, regidores, redactores, presentadores,
técnicos de emisiones, editores, empleados de mantenimiento, ayudantes de
realización, informáticos, grafistas, operadores de VTR o cualquiera del resto
de las categorías profesionales que solo los que pasamos por los pasillos de
los medios conocemos haya abandonado definitivamente su puesto en el edificio
de la Ciudad de la Imagen, Telemadrid se habrá ido y solamente quedaran ellos y
el aparato propagandístico que necesitan para perpetuarse en el poder.
Con toda la rabia que puede
reflejarse por escrito: Lo siento, de verdad que lo siento, queridos
compañeros.
Ellos han matado Telemadrid y os
hacen cargar a vosotros con el féretro en su entierro.
4 comentarios:
Habria mucho que comentar sobre lo que dice esta moza pero si es como ella dice y no se hace la victima (que a tiro pasado es fácil decir que uno es un sufridor y no uno de los vivalavirgen, pero le doy un voto de confianza...), mas madera para la hoguera de lo que ocurrió en la TeleMandril de Especulación Agarra y el Partido Podrido.
http://www.elplural.com/2013/01/15/despedida-por-no-manipular/
Se me olvidaba el link.
No olvidemos que los verdaderos trabajadores de telemadrid vienen denunciando esta mala gestion MUCHOS años antes de conocerse el ERE. Salvemos telemadrid neacio hace tiempo, muestra de la gran profesionalidad que siempre han tenido sus trabajadores defendiendo una tele que es de todos aun cuando no peligraban sus puestos de trabajo.
Ojala todos aprendamos de ellos, ojala nos contagien a todos los españoles y salgamos a defender lo nuestro,que es mucho y nos lo estan robando.
Gracias telemadrid. Gente como vosotros hace volver a sentir orgullo español.
Hola Gerardo esto que cuentas de Telemadrid, aqui en Valencia tenemos el mismo percal con la television valenciana o sea con Canal Nou, estas cadenas en vez de publicas son privadas porque solo lo maneja el gobierno del PP para emitir solo lo que ellos quieren escuchar.
A nosotras nunca nos han querido escuchar desgraciadamente, se les ha invitado a todo lo que hemos hecho y nunca hemos obtenido respuesta por parte de ellos y me parece muy mal que siendo la cadena publica de la comunidad valenciana sea la unica en todo el mundo que no se haya hecho eco de nuestro problema. Ahi lo dejo.
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