Hay ocasiones en que cuando nos ponemos a criticar, a sacar vergüenzas a echar en cara y a protestar se nos va la mano, perdernos el foco y volvemos a nuestros vicios más antiguos, que nunca superaremos porque no somos conscientes siquiera de que son vicios.
Y eso más o menos les ha pasado a muchos con las protestas de hoy sobre los recortes que el proceloso gobierno de Rajoy insiste en aplicar a golpe de chulería de viernes a mediodía y de obcecación en lo suyo.
Decían los que protestaban por el rediseño del acceso universitario que se ha sacado de la manga Rajoy para mejorar eso que el llame recaudación que el Gobierno estaba buscando una universidad para ricos y para pitagorines.
Y debe ser que con el grito y la protesta se les ha subido la sangre a la cabeza y no han escuchado lo que dicen.
Protestar porque se quiera una universidad para pitagorines es tan absurdo y demencial como hacerlo porque se quisiera que la carne de vacuno fuera de vaca o por que se forzara a que el pan se hiciera con harina.
Es tener una mira tan estrecha como el espacio para las piernas en el trasporte que me ha tocado en este puente. Es tener una capacidad de raciocinio tan pequeña como las teclas del minúsculo portátil en el que me ha tocado escribir este post por mor del puente.
No se puede protestar porque la universidad mantenga su esencia. En lo que a Pitágoras se refiere, claro está.
Años de incomprensión de las reglas del juego de la democracia, generaciones de foco redundante y machacón en los derechos no ha hecho perder el norte de lo que es la igualdad, de lo que es el derecho y, por supuesto de lo que es la universidad.
La Universidad, los estudios superiores, no son un derecho universal, inalienable e igualitario. Son todo eso, solamente para aquellos que pueden aprovecharlos.
La universidad es, por definición para los pitagorines.
Y eso no es discriminación, lo siento. Se llama genética y esfuerzo.
Pedir un seis de media para dar una beca no es convertir la universidad en el refugio de las élites intelectuales -anda, si en realidad eso es lo que debe ser- porque lo que se exige está mucho más cerca de la mínima media -que por algo se llama suficiente- que de lo que se considera excepcional -o sea sobresaliente-.
La igualdad de acceso a la universidad no supone que cualquiera, con cualquier capacidad, pueda plantarse en ella y sacarse un título porque todos tenemos derecho a sacarlo.
Siento tener que recordarlo pero no todos tenemos ese derecho. Solamente lo tienen los que se lo ganan por esfuerzo y lo reciben por la suerte genética de su disposición neuronal.
La igualdad en el acceso a la universidad se reduce -que no es poco- a garantizar que nadie que por esa conjunción entre capacidad y esfuerzo esté en condicione de aprovecharla se quede fuera de ella por motivos económicos, sociales o de cualquier otro tipo.
Para todos los demás la universidad está, ha estado y estará siempre vedada. Y la igualdad y la democracia no tienen absolutamente nada que ver con ello.
Parece mentira que alguien tenga que decirlo a estas alturas.
Aunque en realidad no resulta tan sorprendente. Es el culto al derecho universal para todo que tan de moda está en nuestro occidente atlántico.
La misma deriva absurda que nos hace creer que tenemos derecho a ganar el sueldo que necesitamos ganar por el simple hecho de trabajar independientemente del esfuerzo y el tiempo que hayamos dedicado a nuestra preparación; el mismo rocambole filosófico que nos hace ocupar -siempre con K- con rastas perros y flautas viviendas ajenas apelando al derecho constitucional a la vivienda cuando no hemos hecho el más mínimo esfuerzo por ganar el dinero necesario para pagarla.
Algo que no percibimos como anormal, como absurdo porque nos beneficia y hemos seccionado quirúrgicamente todos los derechos que tenemos o creemos tener de las condiciones necesarias y las obligaciones que llevan aparejados.
Y con respecto a los ricos. Les doy la razón a los que protestan por los cambios y la universidad.
No tiene sentido hacer pagar la matricula completa a los repetidores ¿por qué paguen de nuevo van a modificar su estructura neural?, ¿van a cambiar sus dinámicas de esfuerzo o de capacidad?
Me temo que no. Lo único que se conseguirá es que los que tienen dinero para hacerlo se anquilosen en su banco sin abandonarlo y dejar paso a alguien que sí puede aprovecharlo. Recuperaremos al eterno opositor a notarias que desespera a sus millonarios progenitores, obsesionados con presentar al niño en sociedad con un título de pro bajo del brazo.
Pero claro, eso se mantiene. Al fin y al cabo el objetivo es ahorrar y recaudar.
En fin, que no se reforma la universidad y no se protesta contra lo que hay que protestar de la reforma, pero como otras tantas veces no servirá de nada que se diga.
Y acabo antes de que estas minúsculas teclas me generen artritis en los dedos y porque creo que la persona propietaria de las mismas las necesita, con el resto del portátil, para algo de un master en comunicación política que ha tenido que venir a hacer a España porque en su país, aunque se sea un pitagorín, la universidad sí es para ricos.
Cada queja a su tiempo y un tiempo para cada queja, por favor. No seamos occidentales atlánticos.
4 comentarios:
Bastante de acuerdo. Y estaría de acuerdo al 100% si esa lotería genética no incluyera también a los niñatos de familia rica que no son pitagorines pero que se sacan la carrera a base de universidad privada de pega que expende titulos a cambio de pa$$$ta con niveles paupérrimos.
Pero no importa, porque los "licenciados" con este sistema tienen garantizado el curro donde la Casta de sus papis, directivos o politicos, ya les ha hecho sitio. Asistimos a lo que yo llamo la nueva nobleza de la Casta y la Burguesía.
Y no importa lo inútiles que sean, para eso están los pitagorines, currando con un sueldo de mierda para darles las soluciones. Lo sé, yo he sido uno de esos pitagorines, y muchos inútiles han trepado con mis ideas.
Hombre, ya te empezaba a echar de menos -en lo intelectual, no nos confundamos :-) -.
Te doy en parte la razón, pero creo que los pitagorines ricos no son factor.
Esos se sacan la carrera en universidades fuertes del extranjero porque pueden permitírselo por capacidad y dinero.
Los hijos de ricos que recurren a la universidad privada en nuestro país lo que consiguen es un título que, la mayor parte de las veces, no está reconocido en el extranjero y en algunas ocasiones ni siquiera en España.
Tienen un título que les sirve para ligar en las fiestas con las grupis cazabolsas y que adornará el despacho que sus papis o los socios de sus papis les darían de todas maneras, aunque no hubieran obtenido título alguno.
Aunque es cierto que una legislación que exigiera -y no dejara al arbirtio del empleador- una titulación mínima reconocida para determinados puestos de trabajo ayudaría a evitar ese nepotismo.
Por ese lado sí te doy la razón "pitagorín".
Un saludo.
Jajaja, bueno, te sigo pero cuando no estoy en el curro (en esos ratos perdidos en que otros van a la cafetera) no te sigo tanto, luego me pongo al día...
Mira, yo trabajo en una multinacional, aquí no importa si eres bueno o malo; si tu padre es importante en política, como antiguo o actual directivo, etc.., necesitas un titulo que te lo compras en la privada aunque seas un zote, para ascender.
Como no tienes ni puta idea, te ponen gente competente como yo para que te saque las castañas del fuego.
Yo he visto a gente empezar a currar aquí y con un currículum universitario (en este caso) muy bueno pero experiencia 0, de Director general (hijo de un exministro).
He visto a expoliticos obtener un sueldo de 1 millón de euros y un despacho enorme en el centro de Madrid, para no hacer nada, por los favores prestados.
He visto a miembros de la casa real conseguir curros millonarios sin tener ni puta idea.
He tenido un jefe que tenía el nivel más bajo de jefatura y estaba sacandose una carrera (Mkt) de 3 años (entonces), en cuanto acabó lo subieron 2 niveles (el padre de su mujer había sido D.G.), y se aprovechó de varias ideas mías cañeras, auténticas joyas. Y tratándome despóticamente.
Y ahora mismo hay BECARIOS siendo preparados para sus futuros puestos directivos "auxiliando " a los directivos en sus gestiones, becarios "de buena familia", mientras los "hombres de la casa" son arrinconados, despreciados, vaciados sus trabajos de contenido, ..., hay que dejar espacio a la Nueva Casta.
Un abrazo
Completamente de acuerdo.
Mi experiencia es similar. Aunque como es un sector en el que la imagen cuenta mucho, encima se les unen las niñas monas a las que se promociona sin ningún conocimiento utilizable, al menos por la empresa en su conjunto.
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