Para empezar no
le voy a quitar la razón A María Antonia Trujillo. Sé que lo suyo en estos días
sería quitársela y hablar de sensibilidad, de comprensión y de solidaridad.
Pero yo no le voy a quitar la razón a María Antonia Trujillo.
"El que
tenga deudas que las pague".
No creo yo que
exista un alma socialista -curioso concepto el que maneja su compañera
Valenciano en su respuesta- como no defiendo que exista un alma liberal
capitalista -eso ya bordearía lo dantesco- y por tanto no voy a hablar de
almas.
Hablemos de
deudas.
Los bancos
intervenidos tienen un agujero de 80.000 millones -que en realidad son
125.000-. El que tenga deudas que las pague. Y si eso significa su quiebra. Así
sea. Y eso significa que no existe nadie que pueda ejecutar las hipotecas, así
sea. Y si eso significa el fin definitivo del liberal capitalismo pues lo
enterramos, ponemos en marcha otro sistema y a otra cosa. Pero que paguen sus
deudas
Los partidos
políticos -incluido su, al parecer desde que la apartaron del poder, no tan
querido PSOE, le debían a las cajas -las intervenidas, entre otras- 300
millones de euros. El que tenga deudas que las pague. Que no se las condonen a
cambio de la intervención, que las pague. Que no se pierdan en un limbo de
eternas refinanciaciones que nunca se culminan y que solamente sirven para
aumentarla campaña electoral tras campaña electoral, que las pague. Y si eso
significa que tienen que desaparecer porque no son capaces de financiarse por
su cuenta, sea. Y si eso supone que no tienen que hacer campañas electorales
faraónicas, sea. Y si tenemos que buscar otros partidos, otros sistemas de
representación u otra forma de organizar la democracia más directa pues lo
hacemos. Pero que paguen sus deudas.
Los
ayuntamientos deben a proveedores y empresas 37.000 millones de euros. El que
tenga deudas que las pague. Que no las refinancie el Estado a cargo de sus
presupuestos, que las paguen. Que no las demoren, se las endosen a los bancos o
las carguen al presupuesto del ejercicio posterior, que las paguen. Y eso supone
que no pueden dar los servicios que se comprometieron a dar, pues que no los
den, y si eso supone que nos cargamos la administración local, todos sus
concejales, alcaldes y representantes políticos pues que así sea. Pero que
paguen sus deudas.
Las empresas
-fundamentalmente las grandes corporaciones, pero no solamente ellas- le deben
al fisco 80.000 millones de euros en fraude fiscal. El que tiene deudas que las
pague. No que se les indulte a cambio de un diez por ciento de su valor, que
las paguen. Que no se renegocie o se le deje deslocalizar la producción para
eludir el impuesto, que las pague. Y si eso supone cerrar todas esas empresas,
hacerse con sus activos para cubrir la deuda, enviar a todos sus trabajadores
al paro y embargar todos los dividendos de sus inversores y accionistas que se
haga. Pero que paguen sus deudas.
Las comunidades
autónomas deben 17.000 millones de euros a las empresas que trabajan con ellas.
El que tenga deudas que las pague. No que las conviertan en deuda pública o que
las carguen -como los ayuntamientos- al presupuesto nacional, que las paguen.
No que las eludan con privatizaciones soterradas y nepotistas de servicios
esenciales de empresas públicas en general, que las paguen. Y si eso supone
convertirnos en un estado centralista de una sola administración pues se hace,
y si eso supone que desaparecen todos los cargos, representantes políticos y
cargos de confianza de los gobiernos autonómicos pues que desaparezcan. Pero
que paguen sus deudas.
El Estado
Español debe 774.000.000.000 euros. El que tenga deudas que las pague. No que
siga emitiendo deuda soberana a unos intereses prohibitivos solamente para
sufragar los intereses de aquella que ya tiene emitida, que las pague. Y eso
supone que España se convierte en el primer país con un gobierno corporativo
bajo el control de las entidades financieras que tiene esa deuda pues que así
pasemos a la historia. Pero que paguen sus deudas.
Y entonces y
solamente entonces que María Antonia Trujillo escriba en su Twitter: "El que tenga deudas que las
pague", refiriéndose a los individuos y familias particulares que se
han quedado sin trabajo, sin ingresos y sin futuro que no pueden afrontar sus
deudas hipotecarias. Y que las paguen. Que las paguen una vez con su vivienda,
no dos y hasta tres en virtud de una ley decimonónica que no acepta la dación
en pago, aun cuando el valor de la vivienda es dos y tres veces en el mercado
el coste del préstamo que se pidió.
Y si no pueden
pagarlas que vayan a todos a la cárcel o que vivan debajo de un puente o que se
suiciden directamente. Pero que las paguen.
Aunque me temo
que Doña María Antonia Trujillo ni siquiera entonces podrá Twittear esa
contundente sentencia digna de su conocimiento en Derecho Constitucional. Porque María Antonia Trujillo no ha pagado sus deudas por másque su twitter diga lo contrario.
Trujillo ha sido miembro de la Ejecutiva del PSOE, miembro de un
gobierno autonómico, miembro del Gobierno de la Nación -aunque parece que se
salva de haber sido concejala- y todas las instituciones a las que ha
pertenecido y muchas de las decisiones que tomado en esas instituciones han
contribuido a todas esas deudas que permanecen impagadas.
Así que no,
señora Trujillo, usted no ha pagado sus deudas. Aunque nadie se las reclame o se las pueda reclamar, no ha pagado sus deudas. Así que no está en condiciones de
exigir a los demás que las paguen. Al menos no hasta que usted se haga responsable de la parte de todas esas deudas que usted ha generado.
Y ni su alma
-socialista o no- ni su Twitter tienen nada que ver con ello. Solamente tiene
que ver con esa afirmación su incoherencia. Algo que como política se le
presume. Quizás su compañera Valenciano esperaba más de usted. Pero nosotros
no. No se preocupe.
3 comentarios:
Muy buen articulo, enhorabuena.
Felicidades, un articulo muy bueno
Muy bueno. Comparto.
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