lunes, febrero 04, 2013

Hipopótamos en Telemadrid: Espejo de lo que son

Por fin el antiguo y desafortunado -para los dirigentes de la misma, claro está- lema que otrora difundiera Telemadrid en sus promociones se ha hecho realidad. 
Más allá del humorístico sarcasmo que usaron de herramienta de batalla los profesionales de la casa al silabear el "Espejo de lo que somos" con la pausas más acertadas y reales de "Espe jode lo que somos", los que han convertido Telemadrid en algo que ni es público ni es un canal, sino que es político y es una fuente de ingresos nepotistas, han logrado que su objetivo se cumpla. Por fin Telemadrid es espejo de lo que son.
Y como muestra un botón. Bueno, para ser más exactos, unos hipopótamos.
Porque precisamente era eso lo que las audiencias renuentes de Telemadrid -si es que le queda alguna- estaban contemplando mientras el resto de los medios emitían en vivo y en directo la más bochornosa comparecencia televisiva que se recuerda desde las lágrimas de cocodrilo en blanco y negro de Arias Navarro con su ya mítico "Españoles, Franco ha muerto".
Y claro no es espejo de los que somos, porque no es espejo de sus audiencias, ni de sus anunciantes -de esos ya no queda ninguno-, ni por supuesto de sus profesionales o sus trabajadores -de los que ya tampoco quedan apenas ninguno-, ni siquiera de lo que somos los medios y los profesionales de ellos en este país. Es solamente espejo de lo que ellos son, de lo que ellos han decidido que se debe ser y de lo que ellos quieren que toda España sea.
No es que esos hipopótamos emitidos en continuidad reflejen las otrora sinuosas curvas de Cospedal o los en otros tiempos rutilantes cabellos faciales de Rajoy, ahora presas indómitas del Farmatint y las canas. 
Es que esos hipopótamos demuestran el silencio, el alejamiento de la realidad, la supeditación política, la manipulación. Demuestran que Telemadrid murió en cuanto el último profesional salió por la puerta y empezó a morir en cuanto el primer propagandista firmo su contrato blindado.
Porque emitir hipopótamos mientras la presidenta In pectore del Partido Popular se enfrenta a los medios para intentar negar un escándalo mayúsculo que destila acusaciones, que van de la financiación ilegal al nepotismo, pasando por el fraude tributario y otro puñado de delitos económicos, solamente puede significar que los que ahora rigen para su provecho los destinos de lo que fuera un canal público no quieren involucrarse con ellos.
Porque centrarse en el rojo sudor del segundo mamífero más pesado de África -con permiso del monarca cazador de elefantes y cazado, claro está-  mientras el Presidente del Gobierno no hace acto de presencia, protegido por la distancia, los muros de Moncloa y el vacío del éter, ante los medios, solo significa que quieren protegerle a él de la culpabilidad de su ausencia y a Cospedal del ridículo de su comparecencia.
Porque tirar de documental en pleno desarrollo de la actualidad lo único que busca es que ninguno de sus fieles votantes pueda estomagarse, pueda sentir la abrupta contracción de la arcada, cuando contemple a aquellos a los que votó enfrentarse a la acusación plausible precismente de aquello que decían que iban a parar si se les daba el voto.
Y así Telemadrid se convierte por fin en Espejo de lo que son. 
En el cristal a través del cual vemos sus intereses protegidos en contra de los beneficios de todos los demás y lo intentan vender como algo necesario y que no admite ninguna discusión.
En una maraña de cables que sirve para despistar, desviar la atención e intentar evitar que la información llegue en estado puro -nadie puede manipular una comparecencia, al menos sin que se note- a aquellos que precisan de ella para saber qué rumbo quieren dar al futuro colectivo del país.
En una pantalla que, aunque haya recuperado el brillo fulgurante de los cátodos y los focos, permanece emitiendo en el negro profundo de la falta de libertad, la manipulación y el interés político y sectario de una sola ideología.
Y encima con hipopótamos. No podían haber elegido tigres, leones o monos tití. Tenían que ser hipopótamos. Desde el "Espe jode lo que somos", no habían elegido un contenido de forma tan desafortunada.
Porque el hipopótamo es la metáfora salvaje perfecta de lo que es el Gobierno actual y lo que han conseguido que sea Telemadrid.
Seres lentos, detenidos en su evolución, pesados, incapaces de moverse deprisa salvo cuando están en las aguas, que enfangan continuamente con sus escondidas y demoledoras patadas subacuáticas para poder mantenerse a flote, que se atacan los unos a los otros entre el fango que su propio enfrentamiento ha provocado y esparcido por el agua, que no paran hasta acabar con todo lo que hay en el charco que eligen como hábitat y luego se mudan al siguiente...
Y sobre todo que, cuando ven el peligro acercarse en lontananza, esconden la cabeza bajo el agua, simulando ser una simple piedra en la esperanza de que nada les afecte, de no tener que defenderse, de que el peligro pase de largo y les deje permanecer en donde están, buscando solamente devorar todo lo que precisan sin pensar jamás en el entorno.
Más o menos lo que hizo Cospedal en esa comparecencia. Más menos lo que que quiere hacer Telemadrid y para lo que ha tenido que despedir a 900 profesionales de los medios.
Ahora sí. Ahora, gracias a la presencia de un inmenso mamífero africano en sus pantallas, Telemadrid es por fin Espejo de lo que son.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno!

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