Que por aquí abajo no somos muy de monseñor Escrivá de Balaguer -por mas santo que le nombren- ha quedado ya claro. Si no está claro, pues se enfatiza y punto.
Pero hay polémicas absurdas, mediocres, ínfimas y tortuosas. La que afecta al nombre de la calle que le ha concedido el ,otrora juez inflexible y Minsitro de Justicia -sin cacerías ni nada-, y hoy alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch al citado mosneñor, fundador del Opus Dei, es tan absurda que se vuelve esperpéntica.
Pelearse por el nombre de una calle es rídiculo se mire por donde se mire y los argumentos de unos y de otros rozan el kafkiano -por lo absurdo y lo aburrido-. Los que no la quieren se deshacen en críticas, diciendo que si el Opus apoyó a Franco, que si Escriva fundó el Opus, que si la memoría histórica. Que era un mal tipo, vamos.
Pío XII firmó el archifamoso concordato imperial con la alemania Nazi y tiene avenida, Carlos I masacró a los comuneros y se mostró bastante tendente a al despotismo y tiene plaza, Felipe II instigó los autos de fé contro todo aquel que sacara los ojos del rosario y las manos del misal y ahí sigue su avenida, San Hermenegildo se cargó a su padre y alguno que otro de sus hemanos para asegurar el trono y tambien goza de vía en varias ciudades, Napoleón, que no era manco a la hora de cargarse gente, invadir países y defenestrar reyes, tiene vía ni más ni menos que en Melilla, Alfonso X aplastó la revolucion mudejar -con mucha sabiduría se supone- y es uno de los principales recursos de urgencia al ponerle nombre a calles.
O sea que ser mal tipo, un usurpador, un arribista o un asesino no parece que dificulten la elección de nadie para que su nombre figure en una chapa de metal o un trozo de gres en los esquinazos de una calle.
Y los argumentos de Belloch para defenderse son igual de espureos y ridículos. Si ser santo te hace relevante, pues entonces ¿por qué no hay ningún santo musulmán -que haberlos, hailos- entre los que jalonan nuestras calles? ¿por qué el fundador de los mormones -santo en su iglesia- no tiene calle?
Si la bondad religiosa te hace relevante, deberiamos tener una calle Sidartha o de Confucio o de Ramatha, avenidas dedicadasa los santones hindues, carreras en memoria de los chamanes Sioux y glorietas dedicadas a los rabinos citados en La Torá judía.
Todo es rídiculo.
Si el señor Belloch tiene un arranque de religiosidad desde que accedió al bastón de mando de zaragoza pues que lo tenga y dejemos la Memoría historica para lo que sirve: para hacer historia y no para poner nombres a las calles.
Que lo mucho siempre aburre.
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