Entre tanto problema de gran calado, entre tanta crisis de amplia repecusión y entre tanto debate de principios profundos hoy voy a hablar de Uganda.
Hasta la llegada del tristemente mítico Idi Amin Dadá, que nada tiene que ver con el movimiento artístico, pocos sabían que existía Uganda. Después del paso del dictador que se proclamó emperador y se dedico al más descarnado canibalismo, pocos recuerdan su existencia pese a que El Ultimo Rey de Escocia no la trajera de nuevo a la memoria de una forma hermosa e inquietante.
Pues bien, Uganda se ha pasado desde la desparición del dictador de guerra en guerra, de gope de estado en golpe de estado, sometida a guerrillas de todo signo y condición y pasando del caos al desorden en una alternancia inacabable.
Y ahora vuelve a saltar de nuevo a nuestros ojos porque un video nos la rescata para la sensibilidad, para el compromiso, para la mas completa y absoluta mentira justificativa.
Uno de los señores de la guerra que ha hecho y desecho en Uganda a su placer ha sido un tal Joseph Kony.
El angelito es el primeroen la lista del Tribunal Penal Internacional y una organización se ha lanzado a una campaña para que se le detenga. Una campaña redundante porque la orden ya está emitida, pero los twitteros y sus pulgares han hecho el resto y el video lo han visto más de setenta millones de personas.
EL viedo es una serie de mentiras contadas una detrás de otra. No por lo que respecta a Koni, que es uno de esos individuos que ni muertos nosdejaría tranquilos, pero sí portodo lo demás, por todo lo que dice y por todo lo que oculta.
Enb el más puro estilo de los guiones hollywoodienses, Invisible Children, que es la organización que se ha dedicado a esto, omite todo lo posible y realza todo lo necesario para que su video tenga impacto, para que parezca que es lo que ellos quieren que sea.
Para empezar Kony y su guerrila, el LRA (de momento me reservo a qué corresponden esassiglas porque también tiene miga) hace más de cinco años que no operan en Uganda. De hecho jamás Uganda fue su sede central, su base de operaciones o como se quiera llamar.
Kony mataba, secuestraba y mutiliba preferentemente en el sur del Sudán, ahora un país llamado Sudán del Sur, y sus acólitos se extendían mucho más en ese país, en la República del Congo y en la República Centroafricana queen el norte de Uganda.
Pero el mito hollywoodiense del negro malo que mata pobres negritos inocentes no sabe de fronteras, no sabe de realidades políticas, ni de conocimientos mínimos de geopolítica y de geografía a palo seco.
Da igual en donde sea. Lo importante es que ese tal Joseph Koni mata, mutila y secuestra niños y hay que pararle. Y a los occidentales atlánticos les va a dar igual que sea en Uganda o que sea en Senegal. África es África. Está allí abajo.
Si la localización geográfica es de GPS averiado, la cuantificación númerica se de abaco chino con las bolas quebradas.
Habla de 30.000 niños secuestrados y en el video parece que aún siguen secuestrados. Esa cifra excede con creces a la de secuestrados en todas las campañas del LRA desde que empecara a operar a finales de los años ochenta del pasado siglo. Y la inmensa mayoría de ellos escaparon en días u horas de las manosde sus captores.
Sería incomprensible como 200 guerrilleros -que son los que forman en la actualidad, según estimaciones, el LRA- pudieran mantener secuestrados a 30.000 niños.
Pero eso tampoco importa. Una campaña debe ser impactante, debe causar sensación. Por eso nos ahorramos el hecho deque el LRA está prácticamente extinto, de que solamente quedan 200 guerrileros, de que nunca secuestraron a 30.000 niños, de que han sido derrotados. Si incluimos todos esos datos el video no causará impacto y nuestra campaña no arrasará en Twitter.
Todo por la viralización en Internet.
Pero más terrible que lo que dice el famoso video de Invisible Children es lo que no dice.
Se libra muy mucho de decir que Kony lideraba -y lidera si es que sigue vivo- una guerrila que se hacía llamar Lord´s Resistance Army o, lo que es lo mismo, El Ejercito de Resistencia del Señor.
Porque claro, si decimos por las bravas que los delirios fundamentalistas crisitanos fueron los que llevaron a este individuo a trotar por toda el africa negra matando, esclavizando, torturando, mutilando y prostituyendo menores a lo mejor el video no es mirado con tan buenos ojos en esa América nuestra que confía en dios en sus billetes de dolar -Invisible Children es estadounidense, sí-.
Lo que tampoco dice el audiovisual de marras es que varios gobiernos occidentales -entre ellos Estados Unidos y Francia- colaboraron con el armamento del LRA para utilizarlo de fuerza tapón contra las milicias islamistas que se armaban en nigeria y que amenazaban con asolar el Sahel de este a oeste y para contrarrestar el irrefenable impulso bélico de los señores de la guerra sudaneses que se comieron -literalmente- a los soldados estadounidenses de las fuerzas de intervención.
Lo que se calla de forma artera en busca del impacto y laconcienciación artificial es que Invisible Children, pese a lo solidario y relumbrante de su nombre, defiende que Obama envíe a operativos encubiertos -o no encubiertos, que ya da igual- para detener a Koni saltandose la jurisdicción de seis gobiernos africanos, de Naciones Unidas, de la UEA y de no se sabe cuantas más organizaciones internacionales.
Y eso nos explica el motivo del video, el porqué de la campaña, el secreto que Invisible Children nos quiere comunicar en su impactante audiovisual viralizado.
Lo que está defendiendo ese video es que no mimortal o que pase, que no importa loque ocurra en África, que los occidentalesatlánticos somos los llamados a solucionar eso porque nosostros podemos y debemos saltarnos todo lo que digan los gobiernos y las poblaciones africanas y solucionar las cosas. Aunque sea precismente lo que nosotros llevamos a África parte de lo que haya causado el problema. Porque no olvidemos que el cristianismo lo exportamos nosotros a esas tierras.
El video nos arroja de nuevo a la gendarmería universal estadoundense que debe arrobarse el derecho asolucionar cualquier cosa que se considere un problema. Por eso tiene que ser con Koni, por eso tiene que ser en África.
Porque si Invisible Children construyera un viral para reclamar la detención de Ariel Sharon por la matanza de niños en Shabra y Shatila seguro que no sería visto igual por los occidentales atlánticos que pululan por Internet. Porque si pidiera la intervención armada de las fuerzas militares mexicanas en El Paso, donde los caciques tejanos se corren juergas agrestes con menores del otro lado de la frontera y luego se deshacen de ellas, entonces seguramente tendría más que problemas con el Departamento de Estado estadounidense y con los responsables de la tristemente famosa migra fronteriza.
Y por eso el video va de África, va de Joseph Kony y pide la intervención militar estadoundense transfronteriza. Es mentira por los datos, es una manipulación por su uso, pero es una hipocresía intolerable por su mensaje.
Porque pone en práctica ese rito tan occidental y tan atlántico que el poeta barcelonés definiera como "tirarse de los pelos pero, para no ensuciar, ir a cagar en casa de otra gente".
Y por eso ha tenido tanta repercusión, por eso hasido visto por setenta millones de personas, por eso ha sido un éxito.
Porque nosdeja a salvo, porque no nos hace responsables, porque identifica a un malo y nosdice que nosotros podemos acabar con él y seguir siendo lo buenos que siempre hemos sido, lo inocentes que siempre nos hemos creído que somos. Lo hipócritas que siempre hemos sabido que somos.
¿Servirá esto para acabar con los males de Uganda, de Sudán o de cualquiera que sea el sitio de África enel quese encuentre ahora operando Kony? No.
Ahora 70 millones de personas han visto un video en el que unos negros de no se sabe donde tienen un problema porque no se sabe quien se lleva a sus niños. Y los maravillosos occidentales blancos vamos a ayudarles.
Y mañana setenta millones de personas se olvidarán de ello cuando vean otro video impactante. Así funciona la mente colectiva occidental atlántica, más allá de toda ingnuidad solidaria. El impacto es impacto. No es conciencia, ni acción.
El problema no es que sepamos ahora donde está Uganda -si es que nos hemos quedado con ese dato- es que sigue sin importarnos donde está.
Y sobre todo que el video no explica por qué Uganda, La República Centroafricana, la Republicá del Congo, Sudán y Sudan del Sur están como están.
Porque ahí sí que nosotros, los que ahora nos impactamos por esas imágenes, tenemos una gran parte de culpa como sociedad y como sostenedores de un sistema que genera esos problemas.
¿A que eso no se refleja en el video? Cuando el video reconozca que Kony no es la causa sino la consecuencia y que la causa de los problemas ugandeses y de otros muchos lugares africanos está en Londres, en Madrid o Nueva York entonces ya no impactará tanto y ya no lo verá tanta gente ¿verdad?.
El video nos dice que hay un negro africano malo al que hay que detener pero no nos dice a cuantos blancos buenos habría que meter en la cárcel con él. Cuantos le han financiado, apoyado e ignorado sus crímenes porque su existencia nos dejaba el cobalto y el café a precio de saldo.
No nos dice que el principal problema de Uganda es que a nosotros un café nos cuesta 1,20 en cualquier bar. Porque eso no impacta, eso no hace llorar. Eso no genera donativos. Eso nos convierte en responsables. Y eso no, señores, eso no vamos a hacerlo. No hay viralidad que pueda sobrevivir a la responsabilidad.
